1 Entonces Sisinnes, gobernador de Celosiria y Fenicia, y Satrabuzanes, con sus compañeros, siguiendo las órdenes del rey Darío,
2 Supervisó con mucho cuidado las obras santas, ayudando a los ancianos de los judíos y a los gobernadores del templo.
3 Y así prosperaron las obras santas cuando los profetas Aggeo y Zacarías profetizaron.
4 Y terminaron estas cosas por orden del Señor Dios de Israel, y con el consentimiento de Ciro, Darío y Artejerjes, reyes de Persia.
5 Y así quedó terminada la Casa Santa el día veintitrés del mes de Adar, en el año sexto de Darío, rey de los persas.
6 Y los hijos de Israel, los sacerdotes, los levitas y los demás cautivos que se les añadieron, hicieron conforme a las cosas escritas en el libro de Moisés.
7 Y para la dedicación del templo del Señor ofrecieron cien becerros, doscientos carneros y cuatrocientos corderos;
8 Y doce machos cabríos por el pecado de todo Israel, según el número de los jefes de las tribus de Israel.
9 También los sacerdotes y los levitas estaban vestidos con sus vestiduras según sus familias, al servicio del Señor Dios de Israel, según el libro de Moisés, y los porteros en cada puerta.
10 Y los hijos de Israel que estaban en cautiverio celebraron la Pascua el día catorce del primer mes, después de que los sacerdotes y los levitas fueron santificados.
11 No todos los cautivos fueron santificados juntos, pero los levitas todos fueron santificados juntos.
12 Y ofrecieron la pascua por todos los cautivos, por sus hermanos los sacerdotes y por ellos mismos.
13 Y comieron los hijos de Israel que habían salido del cautiverio, todos los que se habían apartado de las abominaciones del pueblo de la tierra y habían buscado al Señor.
14 Y celebraron la fiesta de los panes sin levadura durante siete días, regocijándose delante del Señor,
15 Porque había vuelto hacia ellos el consejo del rey de Asiria, para fortalecerlos en las obras del Señor Dios de Israel.