Ayuno de siete días: La oración de Baruc: La respuesta de Dios
La oración de Baruc hijo de Nerías.
1 Fui allí y me senté en el valle de Cedrón, en una cueva de la tierra, y allí santifiqué mi alma, y no comí pan, ni tuve hambre, ni bebí agua, ni tuve sed, y estuve allí hasta el séptimo día, como él me había mandado.
2 Y después llegué al lugar donde Él había hablado conmigo.
3 Y aconteció que al ponerse el sol, mi alma pensó mucho y comencé a hablar en presencia del Poderoso, y dije:
4 «Oh vosotros que habéis hecho la tierra, oídme, que habéis fijado el firmamento con la palabra, y que habéis afirmado la altura del cielo con el espíritu, que habéis llamado desde el principio del mundo lo que no todavía existen y te obedecen.
5 tú que has dominado el aire con tu cabeza, y has visto lo que ha de ser como lo que estás haciendo.
6 Tú, que gobiernas con gran pensamiento los ejércitos que están delante de ti; también gobiernas con indignación a los innumerables seres santos que tú hiciste desde el principio, de llama y de fuego, que están alrededor de tu trono.
7 Sólo a ti te corresponde el hecho de que debes hacer inmediatamente lo que desees.
8 Quien hace que las gotas de lluvia caigan en número sobre la tierra, y es el único que conoce la consumación de los tiempos antes de que lleguen; tened respeto a mi oración. Para
9 sólo tú puedes sustentar a todos los que existen, a los que han fallecido, a los que serán, a los que pecan y a los que son demasiado justos. Porque sólo tú vives inmortal e indescifrable, y conoces el número de la humanidad. Y si con el tiempo muchos pecaron, otros no pocos fueron justos.»
La depreciación de esta vida por parte de Baruc.
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12 vosotros sabéis dónde guardar el fin de los que han pecado, o la consumación de los que han sido justos.
13 Porque si sólo existiera esta vida, que es de todos los hombres, nada podría ser más amargo que esto.
14 ¿De qué sirve la fuerza si se convierte en enfermedad?
O la saciación de alimento se convierte en hambre,
O la belleza que se convierte en fealdad.
15 Porque la naturaleza del hombre es siempre cambiante.
16 Pues lo que éramos antes ahora ya no lo somos, y lo que ahora somos no lo seremos después.
17 Porque si no se hubiera preparado para todos la consumación, en vano habría sido su comienzo. Pero de todo lo que viene de ti me informas, y de todo lo que te pregunto, me iluminas.
Baruc ora a Dios para acelerar el Juicio y cumplir Su Promesa
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19 ¿Hasta cuándo permanecerá lo corruptible, y hasta cuándo prosperará el tiempo de los mortales, y hasta cuándo los que transgreden en el mundo serán contaminados con mucha maldad?
20 Manda, pues, con misericordia y cumple todo lo que dijiste que harías, para que tu poder sea notorio a aquellos que piensan que tu paciencia es debilidad.
21 Y demuestra a los que no lo saben, que todo lo que nos ha sucedido a nosotros y a nuestra ciudad hasta ahora ha sido según la paciencia de tu poder, porque por causa de tu nombre nos has llamado pueblo amado.
22 Poned fin, pues, de aquí en adelante a la mortalidad.
23 Y reprende en consecuencia al ángel de la muerte, y que se manifieste tu gloria, y que se conozca el poder de tu hermosura, y que se selle el Seol, para que desde ahora en adelante no reciba a los muertos, y que los tesoros de las almas restauran lo que está encerrado en ellas.
24 Porque ha habido muchos años como aquellos que están asolados desde los días de Abraham, Isaac y Jacob, y de todos los que son como ellos, que duermen en la tierra, por cuya causa dijiste que habías creado el mundo.
25 Ahora, pues, muestra pronto tu gloria y no postergues lo que has prometido.
26 Y cuando terminé las palabras de esta oración, me sentí muy debilitado.