1 Yo respondí y dije: «No es así, Señor, Señor mío».
2 Y Él respondió y me dijo: «¿Por qué, pues, te turbas por lo que no sabes, y por qué te inquietas por lo que ignoras?
3 Porque así como vosotros no habéis olvidado a los que ahora están ni a los que han fallecido, así yo me acuerdo de los que están designados para venir.
4 Porque cuando Adán pecó y se decretó la muerte de los que habían de nacer, entonces se contó la multitud de los que habían de nacer, y para ese número se preparó un lugar donde habitarían los vivos y se guardaría a los muertos. Por tanto, antes que se cumpla el número antedicho, la criatura no volverá a vivir [porque Mi espíritu es el creador de la vida], y el Seol recibirá a los muertos.
5 [...]
6 Y de nuevo os es concedido oír lo que vendrá después de estos tiempos.
7 Porque verdaderamente mi redención está cerca y no está tan lejos como antes.»