1 Y él respondió y me dijo: «Baruc, ésta es la interpretación de la visión que has tenido.
2 Como habéis visto el gran bosque rodeado de montañas altas y escarpadas, esta es la palabra.
3 ¡Mira! Vienen días, y será destruido este reino que una vez destruyó a Sión, y será sometido al que vendrá después de él.
4 Además, también después de un tiempo será destruido, y otro, un tercero, surgirá, y éste también dominará en su tiempo y será destruido.
5 Y después de esto surgirá un cuarto reino, cuyo poder será mucho más duro y malvado que los que existieron antes de él, y gobernará muchas veces como los bosques en la llanura, y se mantendrá firme por tiempos, y se exaltará más que los cedros del Líbano.
6 Y bajo ella se esconderá la verdad, y todos los contaminados por la iniquidad huirán a ella, como huyen las malas bestias y se esconden en el bosque.
7 Y sucederá que cuando se acerque el tiempo de su consumación, que debe caer, entonces se revelará el principado de mi Mesías, que es como la fuente y la vid, y cuando se manifieste, arrancará de raíz a la multitud de su ejército.
8 Y en cuanto a lo que habéis visto, el alto cedro que quedó de aquel bosque, y el hecho de que la vid pronunció con él las palabras que oísteis, ésta es la palabra.»