ORACIÓN DE BARUC
1 Y aconteció que después del séptimo día oré delante del Poderoso y dije
2 «Oh mi Señor, tú convocas el advenimiento de los tiempos,
Y están delante de ti;
Tú haces pasar el poder de los siglos,
Y no os resisten;
Tú organizas el método de las estaciones,
Y te obedecen.
3 Sólo tú conoces la duración de las generaciones,
Y no revelas tus misterios a muchos.
4 Tú haces notoria la multitud del fuego,
Y pesas la ligereza del viento.
5 Exploras el límite de las alturas,
Y escrutas las profundidades de la oscuridad.
6 Tú cuidas de los que pasan para que sean preservados, y preparas una morada para los que han de existir.
7 Te acuerdas del principio que has hecho,
Y no olvides la destrucción que está por suceder.
8 Con gestos de miedo e indignación controlas las llamas,
Y se transforman en espíritus,
Y con una palabra vivificas lo que no era,
Y con gran poder sostienes lo que aún no ha llegado.
9 Tú enseñas las cosas creadas en tu entendimiento,
Y haces sabias las esferas para ministrar en sus órdenes.
10 ejércitos innumerables se presentan ante ti
Y cumplir sus órdenes en silencio cuando Tu asentimiento.
11 Escucha a tu siervo
Y escucha mi petición.
12 Porque en poco tiempo nacemos,
Y en poco tiempo volvemos.
13 Pero para ti las horas son como el tiempo,
Y los días como generaciones.
14 No te enojes, pues, con el hombre; porque el no es nada
15 Y no toméis en cuenta nuestras obras; ¿Para qué somos?
¡Por lo! por tu don venimos al mundo,
Y no nos apartamos por nuestra propia voluntad.
16 Porque no dijimos a nuestros padres: Engendradnos,
Ni enviamos al Seol y dijimos: «Recíbenos».
17 ¿Cuál, pues, es nuestra fuerza para soportar tu ira?
¿O qué somos nosotros para soportar tu juicio?
18 Protégenos en tus misericordias,
Y en tu misericordia ayúdanos.
19 Mirad a los pequeños que os están sujetos,
y salva a todos los que se acercan a ti:
Y no destruyáis la esperanza de nuestro pueblo,
Y no acortes los tiempos de nuestra ayuda.
20 Porque ésta es la nación que tú has elegido,
Y estas son las personas a las que no encuentras igual.
21 Pero ahora hablaré delante de vosotros,
Y diré lo que mi corazón piensa.
22 En ti confiamos, porque ¡he aquí! Tu ley está con nosotros,
Y sabemos que no caeremos mientras guardemos tus estatutos.
23 [Por siempre somos bienaventurados en todo cuanto no nos mezclamos con los gentiles.]
24 Porque todos somos un pueblo célebre,
Quienes han recibido una ley de Uno:
Y la ley que está entre nosotros nos ayudará,
Y la excelente sabiduría que hay en nosotros nos ayudará.'
25 Y cuando oré y dije estas cosas, quedé muy debilitado.
26 Él respondió y me dijo:
«Has orado con sencillez, oh Baruc,
Y todas tus palabras han sido escuchadas.
27 Pero mi juicio exige lo suyo
Y Mi ley exige sus derechos.
28 Porque de tus palabras te responderé,
Y de tu oración te hablaré.
29 Porque esto es lo siguiente: el que se corrompe no lo es en absoluto; Ha cometido iniquidad hasta donde podía hacer algo, y no se ha acordado de Mi bondad ni ha aceptado Mi longanimidad.
30 Por tanto, ciertamente seréis arrebatados, como os dije antes.
31 Porque llegará el tiempo de aflicción; porque vendrá y pasará con rápida vehemencia, y será turbulento viniendo en el calor de la indignación.
32 Y sucederá en aquellos días que todos los habitantes de la tierra se agitarán unos contra otros, porque no saben que mi juicio se acerca.
33 Porque en aquel tiempo no se encontrarán muchos sabios,
Y los inteligentes serán sólo unos pocos:
Además, incluso aquellos que saben, sobre todo, guardarán silencio.
34 Y habrá muchos rumores y no pocas noticias,
Y la realización de fantasmas será manifiesta,
Y promete que no pocas serán contadas,
Algunos de ellos (resultarán) inactivos,
Y algunos de ellos serán confirmados.
35 Y el honor se convertirá en vergüenza,
y la fuerza humillada hasta el desprecio,
y la probidad destruida,
Y la belleza se convertirá en fealdad.
36 Y muchos dirán entre muchos en aquel tiempo:
"¿Dónde se ha escondido la multitud de inteligencia,
¿Y adónde se ha trasladado la multitud de la sabiduría?»
37 Y mientras meditan estas cosas,
Entonces surgirá la envidia en aquellos que no habían pensado en sí mismos (?)
Y la pasión se apoderará del pacífico,
Y muchos se enojarán para hacer daño a muchos,
Y levantarán ejércitos para derramar sangre,
Y al final perecerán junto con ellos.
38 Y sucederá en el mismo tiempo,
Que el cambio de tiempos atraerá manifiestamente a todo hombre,
Porque en todos esos tiempos se contaminaron
Y practicaron la opresión,
y cada uno caminaba en sus propias obras,
Y no se acordó de la ley del Poderoso.
39 Por tanto, un fuego consumirá sus pensamientos,
Y en llamas serán probadas las meditaciones de sus riñones;
Porque el Juez vendrá y no tardará.
40 Porque cada uno de los habitantes de la tierra sabía cuándo estaba transgrediendo.
Pero no conocieron mi ley por su orgullo.
41 Pero entonces muchos ciertamente llorarán,
Sí, más sobre los vivos que sobre los muertos.»
42 Y yo respondí y dije:
«Oh Adán, ¿qué has hecho con todos los que nacen de ti?
¿Y qué se le dirá a la primera Eva que escuchó a la serpiente?
43 Porque toda esta multitud se corrompe,
Tampoco hay ningún número de aquellos a quienes el fuego devora.
44 Pero otra vez hablaré en tu presencia.
45 Tú, oh SEÑOR, mi Señor, conoces lo que hay en tu criatura.
46 Porque tú ordenaste desde antiguo al polvo que produjera a Adán, y tú sabes cuántos han nacido de él y hasta qué punto pecaron antes de ti los que existieron y no te confesaron como su Creador.
47 Y en cuanto a todo esto, su fin los convencerá, y Tu ley que transgredieron les recompensará en Tu día.»
Fragmento de un discurso de Baruc al pueblo
48 [«Pero ahora desechemos a los malvados y preguntemos por los justos.
49 Y contaré sus bienaventuranzas
Y no guardéis silencio al celebrar su gloria, que les está reservada.
50 Porque ciertamente, como en poco tiempo en este mundo transitorio en el que vivís, habéis soportado mucho trabajo,
Así que en ese mundo que no tiene fin, recibiréis una gran luz.»]