1 Los ángeles hicieron lo que él les había ordenado, y cuando rompieron las esquinas de los muros, se oyó una voz desde el interior del templo, después de que el muro había caído, que decía:
2 «Entrad, enemigos,
Y venid, adversarios;
Porque el que guardaba la casa la ha abandonado.»
3 Y yo, Baruc, partí.
4 Y aconteció después de esto que el ejército de los caldeos entró y se apoderó de la casa y de todo lo que la rodeaba. Y llevaron cautivo al pueblo, y mataron a algunos de ellos, y ataron al rey Sedequías, y lo enviaron al rey de Babilonia.