El Quinto Cielo.
1 Y el ángel me tomó y me llevó de allí al quinto cielo. Y la puerta se cerró. Y dije: Señor, ¿no está abierta esta puerta para que podamos entrar? Y el ángel me dijo: No podemos entrar hasta que venga Miguel, que tiene las llaves del Reino de los Cielos; pero espera y verás
2 [...]
3 la gloria de Dios. Y se escuchó un gran sonido, como un trueno. Y dije: Señor, ¿qué es este sonido?
4 Y me dijo: Ahora mismo Miguel, el príncipe de los ángeles, desciende para recibir el
5 oraciones de los hombres. Y he aquí vino una voz: ¡Abran las puertas! Y los abrieron, y
6 hubo un estruendo como de trueno. Y vino Miguel, y el ángel que estaba conmigo vino cara a cara.
7 se enfrentó a él y le dijo: ¡Salve, comandante mío y de toda nuestra orden! Y dijo el comandante Miguel: Salve tú también, hermano nuestro, e intérprete de las revelaciones a los que pasan por la vida.
8 virtuosamente. Y saludándose así unos a otros, se detuvieron. Y vi al comandante Miguel, sosteniendo un barco sumamente grande; su profundidad era tan grande como la distancia del cielo al
9 la tierra, y su anchura era tan grande como la distancia que hay de norte a sur. Y dije: Señor, ¿qué es eso que sostiene el arcángel Miguel? Y me dijo: Por aquí entran los méritos de los justos, y las buenas obras que hacen, que son escoltadas delante del Dios celestial.