1 Y mientras él aún hablaba, se cerró la puerta y nos retiramos.
2 Y el ángel me tomó y
3 me devolvió al lugar donde estaba al principio. Y habiendo vuelto en mí, di gloria
4 a Dios, que me tuvo por digno de tal honor. Por tanto, hermanos que habéis recibido tal revelación, también vosotros glorificad a Dios, para que él también os glorifique a vosotros ahora y siempre, y por toda la eternidad. Amén.