Una visión del pecado y del paraíso: el espejo del mundo (Capítulo XXI.).
1 Y me dijo: «Mira ahora los firmamentos bajo tus pies y comprende la creación anunciada en esta expansión, las criaturas que existen en ella y la era preparada según ella». Y vi debajo [las superficies de los pies, y vi debajo] el sexto cielo y lo que había en él, y luego la tierra y sus frutos, y lo que se movía sobre ella y sus seres animados: y el poder de sus hombres, y la impiedad de sus almas, y sus obras justas [y los comienzos de sus obras], y las regiones inferiores y la perdición en ellas, el Abismo y sus tormentos. Vi allí el mar y sus islas, sus monstruos y sus peces, y Leviatán y su dominio, y su campamento, y sus cuevas, y el mundo que yacía sobre él, y sus movimientos, y las destrucciones del mundo en su cuenta. Vi allí arroyos y el crecimiento de sus aguas y sus curvas. Y vi allí el Jardín del Edén y sus frutos, la fuente del arroyo que de él brotaba, y sus árboles y sus flores, y a los que se comportaban con justicia. Y vi en él sus alimentos y sus bienaventuranzas. Y vi allí una gran multitud, hombres, mujeres y niños [la mitad de ellos en el lado derecho del cuadro] y la mitad de ellos en el lado izquierdo del cuadro.