1 «Ahora mira de nuevo en la imagen, quién es quien sedujo a Eva y cuál es el fruto del árbol, [y] sabrás lo que habrá, y cómo será para tu descendencia entre el pueblo en el fin de los días del mundo, y en lo que no puedas entender, te lo haré saber, porque eres agradable a mis ojos, y te diré lo que está guardado en mi corazón».
2 Y miré el cuadro, y mis ojos se dirigieron hacia el lado del Jardín del Edén. Y vi allí un hombre muy grande en altura y temible en ancho, incomparable en aspecto, abrazando a una mujer, que igualmente se aproximaba al aspecto y forma del hombre. Y estaban parados debajo de un árbol (del Jardín del) Edén, y el fruto de este árbol tenía la apariencia de un racimo de uvas de vid, y detrás del árbol estaba de pie como si fuera una serpiente en forma, que tenía manos y pies como de hombre, y alas sobre sus hombros, seis al lado derecho y seis al izquierdo, y tenían en sus manos las uvas del árbol, y ambos comían de él a los que yo había visto abrazados.
3 Y dije: «¿Quiénes son estos que se abrazan, o quién es el que está entre ellos, o cuál es el fruto que comen, oh Poderoso Eterno?»
4 Y dijo: «Éste es el mundo humano, éste es Adán, y éste es su deseo en la tierra, ésta es Eva; pero el que está entre ellos representa la impiedad, su comienzo (en camino) a la perdición, es decir, Azazel».
5 Y dije: «¡Oh Eterno, Poderoso! ¿Por qué has dado tal poder para destruir la generación de los hombres en sus obras sobre la tierra?
6 Y me dijo: «Aquellos que quieren (hacer) el mal, ¡y cuánto odié a los que lo hacen! —Le di poder sobre ellos y ser amado por ellos».
7 Y yo respondí y dije: «¡Oh Eterno, Poderoso! ¿Por qué has querido hacer que se desee el mal en los corazones de los hombres, estando en verdad enojado por lo que querías, contra el que hace lo que no es provechoso en tu consejo?