Un sermón del santo y bendito Sedrach sobre el amor, el arrepentimiento, los cristianos ortodoxos y la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Maestro, concede (tu) bendición.
1 Amados, nada debemos preferir más que el amor no fingido.
2 Cometemos muchas faltas a cada hora, de día y de noche, y por eso adquiramos el amor, porque cubre multitud de pecados.
3 ¿Qué ganamos, hijos míos, si lo poseemos todo y no tenemos el amor salvador?
4 ¿De qué sirve, hijos míos, dar un gran banquete e invitar al rey y a los nobles y preparar todo tipo de manjares caros para que no falte nada? sin embargo, si no hay sal, no se puede comer ese banquete; y uno no sólo corre con los gastos sino que también desperdicia (sus) esfuerzos y es deshonrado por los invitados.
5 Lo mismo ocurre en nuestra situación, hermanos míos; ¿De qué nos aprovecharemos, pues qué gracia poseemos sin amor?
6 Cada una de nuestras acciones es falsa, incluso si uno es virginal y ayuna, vela, ora y ofrece un banquete a los pobres.
7 Y si uno trae regalos a Dios, u ofrece las primicias de todos sus bienes, o construye iglesias o hace cualquier otra cosa sin amor, Dios lo tendrá por nada, porque (estas cosas) no son aceptables.
8 Así dice el profeta: «El sacrificio de los impíos es abominación al Señor».
9 No os aconsejen hacer nada sin amor.
10 Si dices: «Odio a mi hermano, pero amo a Cristo», eres un mentiroso, y Juan el Teólogo te reprende: ¿cómo puede alguien que no ama a su hermano, a quien ha visto, amar a Dios, a quien ha visto? ¿no visto?
11 Es evidente que cualquiera que odia a su hermano, pero piensa que ama a Cristo, es un mentiroso y se engaña a sí mismo.
12 Porque Juan el Teólogo dice que tenemos este mandamiento de Dios: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
13 Y nuevamente el Señor mismo dice: De estos dos (mandamientos) depende toda la ley y los profetas.
14 ¡Oh, qué extraordinario y paradójico es el milagro de que quien tiene amor cumpla toda la ley; el amor es el cumplimiento de la ley.
15 Oh, poder del amor más allá de la imaginación; ¡Oh, poder del amor sin medida!
16 No hay nada más honroso que el amor, ni hay nada más grande ni en el cielo ni en la tierra.
17 Este amor divino es la capital (virtud); entre todas las virtudes el amor es la perfección más elevada del mundo.
18 Habitó en el corazón de Abel; trabajó junto con los Patriarcas; protegió a Moisés; hizo de David la morada del Espíritu Santo; fortaleció a José.
19 Pero ¿por qué digo estas cosas?
20 Lo más importante es que este amor hizo descender del cielo al Hijo de Dios.
21 Por el amor se revelaron todas las cosas buenas; la muerte fue pisoteada, el Hades fue hecho cautivo, Adán fue llamado (de la muerte) y, a través del amor, se formó a partir de entonces un solo rebaño de ángeles y hombres.
22 Por el amor se ha abierto el Paraíso; se promete el reino de los cielos; los lugares desiertos los convirtió en ciudades, y llenó de canciones las montañas y las cuevas; enseñó a hombres y mujeres que caminaban por el camino angosto y doloroso.
23 ¿Pero hasta cuándo prolongaremos este sermón sobre los logros del amor que ni siquiera los ángeles pueden realizar?
24 ¡Oh, bendito amor que concedes todos los bienes!
25 Bienaventurado el hombre que posee fe verdadera y amor no fingido; porque, como dijo el Maestro, nada es mayor que el amor por el cual un hombre da la vida por sus amigos.