1 En aquellos días vendrá contra ellos un rey del este y su caballería cubrirá su tierra.
2 Y quemará al fuego su colonia junto con el templo santo del Señor, y se llevará todos los vasos sagrados.
3 Y expulsará a todo el pueblo y los llevará a la tierra de su nacimiento, y también llevará consigo a las dos tribus.
4 Entonces las dos tribus convocarán a las diez tribus y, hambrientas y sedientas, marcharán como leonas por las llanuras polvorientas.
5 Y gritarán en voz alta: «Justo y santo es el Señor, porque por cuanto vosotros habéis pecado, también nosotros hemos sido arrastrados con vosotros, junto con nuestros hijos».
6 Entonces las diez tribus se lamentarán al oír los reproches de las dos tribus,
7 y dirán: «¿Qué os hemos hecho, hermanos, no ha venido esta tribulación sobre toda la casa de Israel?»
8 Y todas las tribus se lamentarán, clamando al cielo y diciendo:
9 Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, recuerda el pacto que hiciste con ellos y el juramento que les hiciste por ti mismo, de que nunca faltará su descendencia de la tierra que les diste.»
10 Entonces se acordarán de mí y dirán aquel día, tribu por tribu y cada uno con su prójimo:
11 ¿No es esto lo que nos anunció entonces Moisés en profecías, cuando padeció muchas cosas en Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años?
12 ¿Y ciertamente llamó al cielo y a la tierra por testigos contra nosotros, para que no traspasemos sus mandamientos, en los cuales él fue mediador con nosotros?
13 «He aquí, estas cosas nos han sucedido después de su muerte, según su declaración, como él nos declaró en aquel momento; sí, he aquí, estas cosas han sucedido incluso hasta que fuimos llevados cautivos a la tierra del oriente».
14 Los cuales también estarán en servidumbre durante unos setenta y siete años.