1 Observad cómo los árboles se cubren de hojas verdes y dan fruto; por tanto, prestad atención y conoced todas sus obras, y reconoced cómo las ha hecho así el que vive para siempre.
2 Y todas Sus obras continúan así de año en año para siempre, y todas las tareas que realizan para Él, y sus tareas no cambian, sino que se hacen según lo que Dios ha ordenado.
3 Y mira cómo el mar y los ríos igualmente cumplen sus tareas y no se apartan de sus mandamientos.
4 Pero vosotros no habéis sido firmes ni habéis cumplido los mandamientos del Señor, sino que os habéis desviado y hablado palabras soberbias y duras con vuestra boca inmunda contra su grandeza. Oh, duros de corazón, no encontraréis paz.
5 Por tanto, execraréis vuestros días, y los años de vuestra vida perecerán, y los años de vuestra destrucción se multiplicarán en eterna execración, y no encontraréis misericordia.
6 [a] En aquellos días haréis de vuestros nombres una execración eterna para todos los justos. [b] Y por ti pasarán todos los que maldicen, y todos los pecadores e impíos imprecarán por ti. Y todos los . . . se regocijarán, y habrá perdón de pecados, y toda misericordia, paz y paciencia; habrá para ellos salvación, una hermosa luz. Y para todos vosotros pecadores no habrá salvación, sino que sobre todos vosotros reposará la maldición.
7 Pero para los elegidos habrá luz, alegría y paz, y heredarán la tierra. Y para vosotros, los impíos, habrá maldición.
8 Y entonces a los elegidos se les concederá sabiduría, y todos vivirán y nunca más pecarán, ni por impiedad ni por orgullo. Pero los sabios serán humildes.
9 Y no volverán a transgredir, ni pecarán en todos los días de su vida, ni morirán de ira o ira (la divina), sino que completarán el número de los días de su vida. Y sus vidas serán aumentadas en paz, y los años de su gozo se multiplicarán, en eterna alegría y paz, todos los días de su vida.