1 Y de nuevo vi cómo comenzaron a cornearse unos a otros y a devorarse unos a otros, y la tierra comenzó a gritar con fuerza.
2 Y alcé de nuevo mis ojos al cielo y vi en la visión, y he aquí que del cielo salían unos seres parecidos a hombres blancos; y de aquel lugar salían cuatro y tres con ellos.
3 Y los tres últimos que habían salido me tomaron de la mano y me alzaron lejos de las generaciones de la tierra, y me elevaron a un lugar elevado, y me mostraron una torre elevada por encima de la tierra, y todas las colinas eran más bajas.
4 Y uno me dijo: «Quédate aquí hasta que veas todo lo que les sucede a esos elefantes, camellos y asnos, y las estrellas y los bueyes, y a todos ellos».