El sueño de Leví en Betel, 1. Leví elegido para el sacerdocio, como décimo hijo, 2-3. Jacob celebra la fiesta de los tabernáculos y ofrece los diezmos a través de Leví: también el segundo diezmo, 4-9. Ley de diezmos ordenada, 10-15. Las visiones de Jacob en las que Jacob lee en las tablas celestiales su propio futuro y el de sus descendientes, 16-26. Celebra el día ochenta de la fiesta de los tabernáculos, 27-9. Muerte de Débora, 30. Nacimiento de Benjamín y muerte de Raquel, 33-4. (Cf. Gen. xxxv.8,10, 11, 13, 16-20.)
1 Y se quedó esa noche en Betel, y Leví soñó que lo habían ordenado y hecho sacerdote del Dios Altísimo, a él y a sus hijos para siempre; y despertó de su sueño y bendijo al Señor.
2 Y Jacob se levantó temprano en la mañana, el catorce de este mes, y dio el diezmo de todo lo que venía con él, tanto de hombres como de ganado, tanto del oro como de todos los utensilios y vestidos, y también dio el diezmo de todo.
3 En aquellos días Raquel quedó embarazada de su hijo Benjamín. Y Jacob contó sus hijos desde él hacia arriba y Leví cayó a la porción del Señor, y su padre lo vistió con las vestiduras del sacerdocio y llenó sus manos.
4 Y el quince de este mes, trajo al altar catorce bueyes de entre las vacas, veintiocho carneros, cuarenta y nueve ovejas, siete corderos y veintiún cabritos para quemarlo. -Ofrenda sobre el altar del sacrificio, de olor grato y agradable delante de Dios.
5 Esta fue su ofrenda, como consecuencia del voto que había hecho, de dar el décimo, con sus ofrendas de frutas y sus libaciones.
6 Y cuando el fuego lo consumió, quemó incienso sobre el fuego sobre el fuego, y en ofrenda de acción de gracias dos bueyes, cuatro carneros, cuatro ovejas, cuatro machos cabríos y dos ovejas de un año, y dos cabritos de las cabras; y así hizo diariamente durante siete días.
7 Y él y todos sus hijos y sus hombres estuvieron allí comiendo con alegría durante siete días y bendiciendo y dando gracias al Señor, que lo había librado de todas sus tribulaciones y le había hecho su voto.
8 Y diezmó todos los animales limpios e hizo un holocausto, pero los animales inmundos (no) los dio a Leví su hijo, y le dio todas las almas de los hombres.
9 Y Leví ejerció el sacerdocio en Betel delante de su padre Jacob, antes que sus diez hermanos, y él era sacerdote allí, y Jacob hizo su voto: así diezmó de nuevo el diezmo al Señor y lo santificó, y se volvió santo para él.
10 Y por esta razón está establecido en las tablas celestiales como ley para el diezmo volver a comer delante del Señor de año en año, en el lugar donde se ha elegido que habite su nombre, y a esta ley No hay límite de días para siempre.
11 Esta ordenanza está escrita para que se cumpla de año en año al comer el segundo diezmo delante del Señor en el lugar elegido, y no quedará nada de él de este año al año siguiente.
12 Porque en su año se comerá la semilla hasta los días de la recolección de la semilla del año, y el vino hasta los días del vino, y el aceite hasta los días de su estación.
13 Y todo lo que quede de él y se vuelva viejo, será considerado contaminado y quemado en el fuego, porque es inmundo.
14 Y así lo comerán juntos en el santuario, y no permitirán que se envejezca.
15 Y todos los diezmos de los bueyes y de las ovejas serán consagrados al Señor y pertenecerán a sus sacerdotes, los cuales comerán delante de Él de año en año; porque así está ordenado y grabado con respecto al diezmo en las tablas celestiales.
16 Y la noche siguiente, el día veintidós de este mes, Jacob resolvió edificar aquel lugar, rodear el atrio con un muro, santificarlo y santificarlo para siempre, para él y para sus hijos después de él.
17 Y el Señor se le apareció de noche, lo bendijo y le dijo: «No se llamará tu nombre Jacob, sino que llamarán tu nombre Israel».
18 Y le dijo otra vez: «Yo soy el Señor que creó los cielos y la tierra, y te multiplicaré y te multiplicaré en gran manera, y reyes saldrán de ti, y juzgarán en todo lugar dondequiera que pise el pie de los hijos de los hombres han hollado.»
19 «Y daré a tu descendencia toda la tierra que está debajo del cielo, y juzgarán a todas las naciones según sus deseos, y después tomarán posesión de toda la tierra y la heredarán para siempre».
20 Y cuando acabó de hablar con él, se alejó de él y Jacob miró hasta que ascendió al cielo.
21 Y vio en una visión nocturna, y he aquí que un ángel descendía del cielo con siete tablas en sus manos, y se las dio a Jacob, y él las leyó y supo todo lo que en ellas estaba escrito y que le sucedería a él y sus hijos a lo largo de todos los siglos.
22 Y le mostró todo lo que estaba escrito en las tablas, y le dijo: «No edifiques este lugar, ni lo hagas un santuario eterno, ni habites aquí; porque este no es el lugar. Ve a la casa de Abraham tu padre y habita con Isaac tu padre hasta el día de la muerte de tu padre.»
23 «Porque en Egipto morirás en paz, y en esta tierra serás sepultado con honor en el sepulcro de tus padres, con Abraham e Isaac».
24 «No temas, porque como lo has visto y leído, así será todo; y escribe todo lo que has visto y leído.»
25 Y Jacob dijo: «Señor, ¿cómo podré recordar todo lo que he leído y visto?» Y él le dijo: «Te recordaré todas las cosas».
26 Y se levantó de él, y despertó de su sueño, y se acordó de todo lo que había leído y visto, y escribió todas las palabras que había leído y visto.
27 Y celebró allí otro día más, y en él sacrificó como todo lo que había sacrificado en los días anteriores, y llamó su nombre «Adición», porque este día fue añadido, y a los días anteriores los llamó «Fiesta».
28 Y así se manifestó que debía ser, y está escrito en las tablas celestiales; por lo cual se le reveló que debía celebrarlo y añadirlo a los siete días de la fiesta.
29 Y se llamó su nombre Adición, porque estaba inscrito entre los días de las fiestas, según el número de los días del año.
30 Y en la noche del veintitrés de este mes, murió la nodriza de Débora Rebeca, y la enterraron debajo de la ciudad, bajo la encina del río, y llamó el nombre de este lugar: «Río de Débora.», y el roble, «El roble del luto de Débora».
31 Y Rebeca fue y regresó a su casa con su padre Isaac, y Jacob le envió por mano carneros, ovejas y machos cabríos para que preparara para su padre la comida que él deseaba.
32 Y siguió a su madre hasta que llegó a la tierra de Kabratan, y habitó allí.
33 Y Raquel dio a luz un hijo esa noche, y llamó su nombre Hijo de mi dolor; porque ella sufrió al darlo a luz; pero su padre llamó su nombre Benjamín, el día once del mes octavo, en el primero del sexto septenario de este jubileo. [2143 a.m.]
34 Allí murió Raquel y fue sepultada en la tierra de Efrata, que es Belén, y Jacob edificó una columna sobre la tumba de Raquel, en el camino encima de su tumba.