Adán es cauteloso, pero demasiado tarde.
1 ENTONCES Adán volvió a Eva y le dijo: «Levántate y toma un higo para ti, y yo tomaré otro; y vayamos a nuestra cueva».
2 Entonces Adán y Eva tomaron cada uno un higo y fueron hacia la cueva; era el momento de la puesta del sol; y sus pensamientos les hicieron desear comer del fruto.
3 Pero Adán dijo a Eva: «Tengo miedo de comer este higo. No sé lo que me puede pasar de esto».
4 Entonces Adán lloró y se puso de pie orando delante de Dios, diciendo: «Sacia mi hambre sin tener que comer este higo; porque después que lo haya comido, ¿de qué me aprovechará? ¿Y qué desearé y pediré de Ti, oh Dios, cuando se acabe?»
5 Y volvió a decir: «Tengo miedo de comer de él; porque no sé lo que me sucederá a través de esto».