1 «Y en cuanto a los ángeles que viste descender y subir la escalera,
2 En los últimos años habrá un hombre del Altísimo, y deseará unir las (cosas) superiores con las inferiores.
3 Y antes de su llegada, vuestros hijos e hijas hablarán de él y vuestros jóvenes tendrán visiones sobre él.
4 Estas serán las señales en el momento de su venida:
5 El árbol cortado con hacha sangrará;
6 niños de tres meses hablarán con entendimiento;
7 Un niño en el vientre de su madre hablará de su camino;
8 El joven será como un anciano.
9 Y entonces vendrá el esperado, cuyo camino nadie notará.
10 «Entonces la tierra será glorificada y recibirá la gloria celestial.
11 Lo que estaba arriba también estará debajo.c
12 Y de tu simiente florecerá una raíz de reyes;
13 surgirá y derribará el poder del mal.
14 Y él mismo será el Salvador de todos los países y el descanso de los que trabajan, y una Nube que protegerá al mundo entero del calor abrasador.
15 Porque de lo contrario los incontrolados no serán controlados.
16 Si él no viene, lo inferior no podrá unirse con lo superior.
17 A su venida, los ídolos de bronce, de piedra y de cualquier talla darán voz durante tres días.
18 Ellos darán noticias sobre él a los sabios y les informarán lo que sucederá en la tierra.
19 Por una estrella, aquellos que quieran ver en la tierra a quien los ángeles no ven arriba, encontrarán el camino hacia él.
20 Entonces el Todopoderoso estará en la tierra en cuerpo y, abrazado por brazos corporales, restaurará la materia humana.
21 Y él resucitará a Eva, que murió por el fruto del árbol.
22 Entonces el engaño de los impíos quedará al descubierto y todos los ídolos caerán boca abajo.
23 Porque serán avergonzados por un dignatario.
24 Porque como mintieron mediante alucinaciones, en adelante no podrán gobernar ni profetizar.
25 Se les quitará la honra y quedarán sin gloria.
26 «Porque el que venga tomará poder y fuerza y le dará a Abraham la verdad que le había dicho antes.
27 Todo lo afilado lo embotará, y lo áspero lo suavizará.
28 Y arrojará a todos los inicuos a lo profundo del mar.
29 Él hará maravillas en el cielo y en la tierra.
30 Y será herido en medio de su amada casa.
31 Y cuando sea herido, entonces estará lista la salvación y el fin de toda perdición.
32 Porque quienes lo hirieron recibirán una herida que no se curará en ellos para siempre.
33 Y toda la creación se inclinará ante el herido, y muchos se frustrarán en él.
34 Y será conocido en todas partes, en todos los países, y los que reconozcan su nombre no serán avergonzados.
35 Su propio dominio y sus años serán interminables para siempre.