1 Esta es la historia de Adán y Eva después de haber salido del Paraíso. Y Adán conoció a su esposa.
2 Eva y subió al nacimiento del sol y permaneció allí dieciocho años y dos meses. Y
3 Eva concibió y dio a luz dos hijos; Adiaphotos, que se llama Caín y Amilabes que se llama Abel.
1 Y después de esto, Adán y Eva estaban el uno con el otro y mientras dormían, Eva le dijo a Adán su señor. : «Mi señor, Adán, he aquí,
2 Esta noche he visto en sueños la sangre de mi hijo Amilabes, llamado Abel, siendo vertida en la boca. de Caín su hermano y siguió bebiéndolo sin piedad. Pero le rogó que le dejara un poco. Sin embargo, escuchó
3 no a él, sino que se lo tragó todo; ni se quedó en su estómago, sino que salió de su boca«. Y Adán dijo: »Levantémonos y vayamos
4 y mira qué les ha sucedido. (Temo) que el adversario los esté atacando en alguna parte.»
1 Y fueron ambos y encontraron a Abel asesinado. Yo por mano de Caín su hermano. y Dios
2 le dice al arcángel Miguel: «Dile a Adán: «No reveles a tu hijo Caín el secreto que conoces». , porque es hijo de ira. Pero no te entristezcas, porque te daré otro hijo en lugar de él; él te mostrará (a ti) todo lo que debes hacer. No le digas nada». Así habló el arcángel.
3 a Adán. Pero él guardó la palabra en su corazón, y con él también Eva, aunque estaban tristes por Abel su hijo.
1 Y después de esto, Adán conoció a Eva su esposa, y ella concibió y dio a luz a Set.
Y Adán dijo a Eva: «¡Mira! tenemos
2 engendró un hijo en lugar de Abel, a quien Caín mató, demos gloria y sacrificio a Dios.»
1 Y Adán engendró treinta hijos y treinta hijas y vivió Adán novecientos treinta años; y cayó enfermo y lloró a gran voz
2 voz y dijo: «Dejen que todos mis hijos vengan a mí para verlos antes de que muera».
3 Y se reunieron todos, porque la tierra estaba dividida en tres partes. Y Set su hijo le dijo:
4 «Padre Adán, ¿cuál es tu queja?»
5 Y él dice: «Hijos MÍOS, estoy aplastado por el peso de la angustia.» Y le dijeron: «¿Qué es la angustia?»
1 Y Seth respondió y le dijo: «¿Has recordado, padre, el fruto del paraíso del cual comías y te entristece desearlo?
2 Si esto es así, dímelo, (y) iré y te trae frutos del paraíso. Porque pondré estiércol sobre mi cabeza y lloraré y oraré para que el Señor me escuche y envíe su ángel (y me traiga una planta del paraíso), y te la traeré para que cesen tus problemas.»
Adán le dijo: «No, hijo mío Set, pero
3 ¡Tengo (muchas) enfermedades y problemas!« Seth le dijo: »¿Y cómo te ha sucedido esto?»
1 Y le dijo Adán: «Cuando Dios nos hizo a mí y a tu madre, por quien también muero, Nos dio poder para comer de todo árbol que está en el paraíso, pero sólo de ese árbol nos mandó que no comiéramos de él, y por éste debemos morir. Y se acercó la hora para los ángeles
2 que guardaban a tu madre para subir y adorar al Señor, y yo estaba lejos de ella, y del enemigo supo que estaba sola y le dio, y comió del árbol del que le habían dicho que no comiera.»
3 Entonces ella también me dio de comer.
1 «Y Dios se enojó con nosotros, y el Señor vino al paraíso y me llamó con voz terrible y dijo : »Adán, ¿dónde estás? ¿Y por qué te escondes de mi rostro? ¿Podrá la casa esconderse de su constructor? Y me dijo: «Desde que abandonaste mi pacto, he traído sobre tu cuerpo setenta y dos golpes; el problema del primer golpe es un dolor en los ojos, el segundo golpe es una afección del oído, y de la misma manera todos los golpes te sucederán a ti.»
1 Mientras decía esto a sus hijos, Adán gimió dolorosamente y dijo: «¿Qué haré? Estoy muy angustiado.»
Y Eva lloró y dijo: «Mi señor
2 Adán, levántate y dame la mitad de tus problemas y yo los soportaré; porque es por mi causa que esto te ha sucedido, por mi causa estás acosado por trabajos y angustias.» Pero Adán
3 le dijo a Eva: «Levántate y ve con mi hijo Seth cerca del paraíso, y pon tierra sobre tus cabezas y llora y ruega a Dios que tenga misericordia de mí y envíe su ángel al paraíso, y dame del árbol del cual fluye el aceite, y tráemelo, y me ungiré y descansaré de mi queja.»
1 Entonces Seth y Eva fueron hacia el paraíso, y Eva vio a su hijo y una bestia salvaje atacándolo, y Eva lloró y dijo: «¡Ay de mí! si
2 Llego al día de la Resurrección, todos los que han pecado me maldecirán diciendo: Eva no ha guardado el mandamiento de Dios.» Y ella
3 habló a la bestia: «Bestia malvada, ¿no temes pelear con la imagen de Dios? ¿Cómo se abrió tu boca? ¿Cómo se fortalecieron tus dientes? ¿Cómo no recordaste tu sujeción? Porque hace mucho tiempo fuiste sometido a la imagen de Dios.» Entonces la bestia
4 gritó y dijo:
1 «No es asunto nuestro, Eva, tu avaricia y tus lamentos, sino los tuyos; porque (es) de ti que ha surgido el gobierno de las bestias. ¿Cómo estuvo tu
2 boca abierta para comer del árbol del cual Dios te mandó que no comieras de él? Por esta razón, nuestra naturaleza también ha sido transformada. Ahora pues, no podrás soportarlo,
3 si comienzo a reprenderte.»
1 Entonces Set le habla a la bestia: «Cierra la boca y guarda silencio y apártate de la imagen de Dios hasta que el día del Juicio." Entonces dice
2 la bestia a Set: «He aquí, me aparto de la imagen de Dios.» Y se fue a su guarida.
1 Y Set fue con Eva cerca del paraíso, y ellos lloraron allí, y oraron a Dios para que enviara su ángel y me diera ellos el óleo de la misericordia.»
2 Y Dios envió al arcángel Miguel y le habló a Seth: «Seth, hombre de Dios, no te canses con oraciones y súplicas acerca del árbol del que mana aceite para ungir a tu padre Adán. Porque no será tuyo ahora, sino al fin de los tiempos.
3 Entonces resucitará toda carne desde Adán hasta aquel gran día, todo lo que será del pueblo santo. . Entonces se les darán los deleites del paraíso y Dios estará en medio de ellos. Y ya no pecarán más delante de él, porque el corazón malo les será quitado y se les dará un corazón que entienda el bien y sirva sólo a Dios.
6 Pero vuelve con tu padre. Porque se ha cumplido el término de su vida y vivirá tres días desde hoy y morirá. Pero cuando su alma parta, contemplarás la terrible (escena de) su fallecimiento.»
1 Así habló el ángel y se alejó de ellos. Y Set y Eva llegaron a la cabaña donde yacía Adán. Y Adán le dijo a Eva: «Eva, ¿qué
2 ¿has obrado en nosotros? Has traído sobre nosotros una gran ira que es muerte, [dominándola sobre toda nuestra raza]». Y él le dijo: Llama a todos
3 a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos y les explicaremos la manera de nuestra transgresión.»
1 Entonces les dijo Eva: «Escuchen todos mis hijos y los hijos de mis hijos y les contaré
2 cómo el enemigo nos engañó. Sucedió que estábamos custodiando el paraíso, cada uno de nosotros la porción
3 que Dios nos ha asignado. Ahora protegía en mi lote, el oeste y el sur. Pero el diablo fue a la suerte de Adán, donde estaban las criaturas masculinas. [Porque Dios dividió las criaturas; todos los machos que le dio a tu padre y todas las hembras que me dio a mí.»]
1 Y el diablo habló a la serpiente diciendo: «Levántate, ven a mí y te diré una palabra.
2 con lo cual obtendrás ganancias.» Y él se levantó y vino a él. Y el diablo le dijo:
3 «Oí que eres más sabio que todas las bestias, y he venido a aconsejarte. ¿Por qué comes de la cizaña de Adán y no del paraíso? Levántate y haremos que sea expulsado del paraíso, incluso
4 como fuimos expulsados por medio de él.» La serpiente le dijo: «Temo que el Señor se enoje conmigo.»
5 El diablo le dijo: «No temas, sólo sé mi vaso y hablaré por tu boca palabras para engañarlo».
1 Y al instante se colgó del muro del paraíso, y cuando los ángeles ascendieron a
2 adoraban a Dios, entonces Satanás apareció en forma de ángel y cantó himnos como los ángeles. Y me incliné sobre el muro y lo vi, como un ángel. Pero él me dijo: «¿Eres tú Eva?» Y yo dije
3 a él: «Yo soy». «¿Qué estás haciendo en el paraíso?» Y yo le dije: "Dios nos puso en guardia y
4 para comer de él. « El diablo respondió por boca de la serpiente: «Hacéis bien pero no coméis de cada planta.».
5 Y dije: «Sí, comemos de todos. salvo uno solo, que está en medio del paraíso, respecto del cual Dios nos mandó que no comiéramos de él, porque nos dijo: el día que comáis de él, moriréis de muerte.»
1 Entonces la serpiente me dijo: «¡Viva Dios! pero estoy entristecido por vosotros, porque no quiero que os quedéis ignorantes. Pero levántate, (ven) acá, escúchame y come y piensa en el valor de ese árbol.»
2,3 Pero yo le dije: «Temo que Dios se enoje conmigo, como él nos dijo.» Y me dijo: «No temáis, porque tan pronto como comáis de él, también vosotros seréis como Dios, en el sentido de que conoceréis el bien y el mal.
4 Pero entendió Dios que vosotros seríais como él, y os tuvo envidia, y dijo: No comeréis de
5,6. No, presta atención a la planta y verás su gran gloria.» Sin embargo, tenía miedo de tomar del fruto. Y él me dijo: «Ven acá y te lo daré. Sígueme.»
1 Y le abrí y él caminó un poco, luego se volvió y me dijo: «He cambiado mi
2 ten en cuenta que no te daré de comer hasta que me jures que lo darás también a tu marido.» Y yo dije. «¿Qué clase de juramento te haré? Sin embargo, lo que sé, te lo digo: Por el trono del
3 ¡Maestro, y por los Querubines y el Árbol de la Vida! También le daré de comer a mi marido.» Y cuando recibió mi juramento, fue y derramó sobre el fruto el veneno de su maldad, que es la concupiscencia, raíz y principio de todo pecado, y dobló la rama en la tierra y yo tomé del fruto y Comí.
1 Y en aquella misma hora fueron abiertos mis ojos, y al momento supe que estaba desnudo de la justicia.
2 con el cual me habían vestido (sobre), y lloré y le dije: «¿Por qué has
¿3 me has hecho esto al privarme de la gloria con la que estaba revestido?» Pero también lloré por el juramento que había hecho. Pero descendió del árbol y desapareció.
4 Y comencé a buscar, en mi desnudez, en mi parte hojas para ocultar mi vergüenza, pero encontré ninguno, porque, tan pronto como hube comido, cayeron las hojas de todos los árboles de mi parte, excepto la higuera.
5 únicamente. Pero tomé hojas de ella y me hice un cinto, y era de la misma planta que había comido.
1 Y clamé en aquella misma hora: «Adán, Adán, ¿dónde estás? Levántate, ven a mí y
2 Te mostraré un gran secreto.» Pero cuando vino tu padre, le hablé palabras de transgresión.
3 [que nos han bajado de nuestra gran gloria]. Porque cuando vino, abrí mi boca y el diablo hablaba, y comencé a exhortarlo y le dije: «Ven acá, mi señor Adán, escúchame y come del fruto del árbol del cual Dios no nos dijo». para comer de él, y serás como
4 un Dios.» Y tu padre respondió y dijo: «Temo que Dios se enoje conmigo». Y le dije a
5 le dijo: «No temas, porque tan pronto como hayas comido, conocerás el bien y el mal.» Y rápidamente lo persuadí, y comió y al momento se le abrieron los ojos y también él conoció su desnudez.
6 Y a mí me dice: «¡Oh mujer malvada! ¿Qué te he hecho para que me hayas privado de la gloria de Dios?
1 Y en aquella misma hora oímos al arcángel Miguel tocando su trompeta y llamando a
2 los ángeles y diciendo: «Así dice el Señor: Ven conmigo al Paraíso y escucha el juicio con el que juzgará a Adán.»
3 Y cuando Dios apareció en el paraíso, montado en el carro de sus querubines, con los ángeles delante de él y cantando himnos. de alabanzas, todas las plantas del paraíso, ambas del lote de tu padre
4 y el mío, brotaron en flores. Y el trono de Dios se fijó donde estaba el Árbol de la Vida.
1 Y llamó Dios a Adán, diciendo: «Adán, ¿dónde estás? ¿Se puede ocultar la casa de la presencia?
¿2 de su constructor?» Entonces tu padre respondió; «No es que pensemos no ser hallados por ti, Señor, que nos escondemos, sino que tuve miedo, porque estoy desnudo, y me avergoncé ante tu poder,
3 (mi) Maestro.» Dios le dijo: ¿Quién te mostró que estás desnudo, a menos que hayas abandonado mi
4 mandamiento que te entregué para que lo guardaras.» Entonces Adán recordó la palabra que le había dicho, (diciendo): «Te haré seguro delante de Dios»; y él se volvió y me dijo: «¿Por qué has hecho esto?» Y dije: «La serpiente me engañó».
1 Dios le dice a Adán: «Por cuanto despreciaste mis mandamientos y escuchaste a tu esposa, maldita será la tierra. en tus labores. La trabajarás y no dará su fuerza: te brotarán espinas y abrojos, y con el sudor de tu frente comerás tu pan. [Estarás en múltiples trabajos; la amargura te aplastará, pero la dulzura no probarás.]
3 Te fatigarás y no descansarás; por el calor te cansarás, por el frío te fatigarás; te ocuparás mucho, pero no serás rico; y engordarás, pero no tendrás fin.
4 Las bestias sobre las cuales tú dominabas, se levantarán en rebelión contra ti, porque no has guardado mis mandamiento.»
1 Y el Señor se volvió hacia mí y dijo: "Ya que has escuchado a la serpiente, y te has vuelto
2 haciendo oídos sordos a mi mandamiento, estarás en medio de dolores de parto y agonías intolerables; Parirás hijos con mucho temblor y en una hora llegarás al nacimiento, y perderás tu
3 vida, de tus dolorosas angustias y angustias. Pero tú confesarás y dirás: «Señor, Señor, sálvame, y
4 No volveré más al pecado de la carne.» Y por esto te juzgaré por tus propias palabras, por la enemistad que el enemigo ha sembrado en ti.
1 Pero él se volvió hacia la serpiente [con gran ira] y dijo: «Ya que has hecho esto, y te has convertido en Vasija ingrata hasta que hayas engañado a los corazones inocentes, maldita eres entre todas las bestias.
2 Serás privado del alimento que comiste y te alimentarás de polvo todos los días de
3 tu vida: sobre tu pecho y sobre tu vientre andarás y serás despojada de manos y pies. No te quedará oreja ni ala, ni un solo miembro de todo aquello con que los atrapaste
4 TU MALICIA Y LOS HICISTE SER EXPULSADOS FUERA DEL PARAÍSO; Y pondré enemistad entre ti y su descendencia: él te herirá en la cabeza y tú le herirás en el calcañar hasta el día del Juicio.»
1,2 Así habló y mandó a los ángeles que nos expulsaran del paraíso; y mientras éramos expulsados En medio de nuestras fuertes lamentaciones, vuestro padre Adán suplicó a los ángeles y dijo: «Déjenme un poco (espacio) para que pueda suplicar al Señor que tenga compasión de mí y se compadezca de mí, porque yo sólo
3 han pecado.» Y dejaron de conducirlo y Adán gritó y lloró diciendo: «Perdóname, Señor, mi obra». Entonces el Señor dijo a los ángeles:
4 «¿Por qué habéis dejado de expulsar a Adán del paraíso? ¿Por qué no lo expulsáis? ¿Soy yo quien ha hecho mal? ¿O es mi juicio?
¿5 mal juzgado?» Entonces los ángeles cayeron al suelo y adoraron al Señor, diciendo: «Tú eres justo, oh Señor, y juzgas con justo juicio».
1 Pero el Señor se volvió hacia Adán y le dijo: «No permitiré que de ahora en adelante estés en el paraíso.»
2 Y Adán respondió y dijo: «Concédeme, oh Señor, del Árbol de la Vida para que pueda comer de antes
3 Seré expulsado.» Entonces el Señor habló a Adán: "No tomarás de él ahora, porque he ordenado a los querubines con la espada de fuego que se gira (en todas direcciones) que lo guarden de ti que
4 no lo probarás; pero tú tienes la guerra que el adversario te ha puesto, pero cuando hayas salido del paraíso, si te guardares de todo mal, como quien está a punto de morir, cuando de nuevo venga la resurrección, yo te resucitaré. arriba y entonces te será dado el Árbol de la Vida.»
1,2 Así habló el Señor y ordenó que seamos expulsados del paraíso. Pero tu padre Adán lloró delante de los ángeles frente al paraíso y los ángeles le dijeron: «¿Qué quieres que hagamos?
3 ¿Adán?» Y vuestro padre les dijo: «He aquí, vosotros me echáis fuera. Te ruego que me permitas llevar del paraíso hierbas aromáticas, para poder ofrecer una ofrenda a Dios después de haber salido del paraíso para que él me escuche.» Y los ángeles se acercaron a Dios y dijeron: 'JA’EL, Rey Eterno, manda, Señor mío, que se le dé a Adán incienso de dulce olor del paraíso y semillas.
5 por su comida.» Y Dios mandó a Adán que entrara y tomara especias dulces y hierbas aromáticas del paraíso.
6 y semillas para su alimentación. Y los ángeles le soltaron y tomó cuatro especies: azafrán, nardo, cálamo, canela y las demás semillas para su alimentación; y después de tomarlas, salió de
7 paraíso. Y estábamos en la tierra.
1 Ahora pues, hijos míos, os he mostrado la forma en que fuimos engañados; y guardaos de transgredir contra el bien.
1 Y cuando Eva hubo dicho esto en medio de sus hijos, mientras Adán yacía enfermo y destinado a morir
2 después de un solo día de la enfermedad que lo había afectado, ella le dijo: «¿Cómo es que
3 tú mueres y yo vivo o ¿cuánto tiempo tengo para vivir después de que tú mueras? Dime.» Y Adán le dijo: «No tengas en cuenta esto, porque no te quedarás después de mí, sino que ambos moriremos juntos. Y ella yacerá en mi lugar. Pero cuando muera, úngeme y nadie me toque hasta el
4 ángel del Señor hablará algo acerca de mí. Porque Dios no se olvidará de mí, sino que buscará a su propia criatura; y ahora levántate mejor y ora a Dios hasta que entregue mi espíritu en las manos de quien me lo dio. Porque no sabemos cómo vamos a encontrarnos con nuestro Hacedor, si se enojará con nosotros o si será misericordioso e intentará compadecerse de nosotros y recibirnos.»
1,2 Y Eva se levantó y salió fuera y cayó al suelo y comenzó a decir: «He pecado. Oh Dios, he pecado, oh Dios de todos, he pecado contra Ti. He pecado contra los ángeles elegidos. He pecado contra los querubines. He pecado contra Tu Trono temible e inquebrantable. He pecado ante Ti y todo pecado ha comenzado por mi acción en la creación.»
3 Así oró Eva de rodillas; (y) he aquí, el ángel de la humanidad vino a ella, y le levantó
4 se levantó y dijo: «Levántate, Eva, (de tu arrepentimiento), porque he aquí, Adán, tu marido. ha salido de su cuerpo. Levántate y contempla su espíritu llevado en alto hacia su Hacedor.»
1 Y se levantó Eva y se secó las lágrimas con la mano, y el ángel le dijo: «Levanta ti mismo
2 de la tierra.» Y ella miró fijamente al cielo, y vio un carro de luz, llevado por cuatro águilas brillantes, (y) era imposible para cualquier hombre nacido de mujer contar la gloria de ellas o
3 contempla su rostro -y ángeles yendo delante del carro- y cuando llegaron al lugar donde estaba tu padre Adán , el carro se detuvo y los serafines. Y vi incensarios de oro, entre tu padre y el carro, y todos los ángeles con incensarios e incienso vinieron apresuradamente al
5 ofrenda de incienso y sopló sobre ella, y el humo del incienso cubrió los firmamentos. Y los ángeles cayeron y adoraron a Dios, clamando en voz alta y diciendo: JA’EL, Santo, perdona, porque él es tu imagen y obra de tus santas manos.
1 Y yo Eva vi dos grandes y terribles maravillas de pie en la presencia de Dios y lloré por
2 miedo, y clamé en voz alta a mi hijo Seth y le dije: «Levántate, Seth, del cuerpo de tu padre Adán y ven a mí, y verás un espectáculo que ojo de ningún hombre ha visto todavía.»
1 Entonces Set se levantó y vino a su madre y le dijo: «¿Cuál es tu problema? ¿Por qué lloras? (Y) ella le dice: “Mira
2 levántate y mira con tus ojos los siete cielos abiertos, y mira cómo el alma de tu padre yace sobre su rostro y todos los santos ángeles están orando por él y diciendo: «Perdónalo, Padre de todos, porque él es tu imagen». «Ora, hija mía
3 Seth, ¿qué significa esto? ¿Y algún día será entregado en manos del Padre Invisible, nuestro Dios? ¿Pero quiénes son los dos?
¿4 negros que esperan en las oraciones por tu padre Adán?»
1 Y Seth le dice a su madre que ellos son el sol y la luna y ellos mismos se postran y oran en nombre de mi padre Adán. Eva dice
2 a él: «¿Y dónde está su luz y por qué han adquirido una apariencia tan negra?» Y
3 Set le respondió: «La luz no los ha abandonado, pero no pueden brillar ante la Luz del Universo, el Padre de la Luz; y por esta razón se les ha ocultado su luz.»
1 Mientras Set decía esto a su madre, he aquí un ángel tocó la trompeta, y se levantaron todos los ángeles (y estaban) acostados sobre sus rostros, y clamaron en voz alta con voz terrible y dijeron: «Bendita (sea) la gloria del Señor desde
2 las obras de su creación, porque se compadeció de Adán, la criatura de sus manos.» Pero cuando el
3 ángeles habían dicho estas palabras, he aquí, vino uno de los serafines con seis alas y arrebató a Adán y se lo llevó. Lo llevó al lago Aqueruso y lo lavó tres veces en presencia de Dios.
Este capítulo está desplazado
1 Y Dios le dijo: «Adán, ¿qué has hecho? Si hubieras guardado mi mandamiento, ahora no habría regocijo entre los que te están trayendo a este lugar. Sin embargo, te digo que convertiré su alegría en dolor.
2 ¿Y tu tristeza me convertiré en gozo, y te transformaré a tu antigua gloria? y te pondré en el trono de tu engañador. Pero él será arrojado
3 en este lugar para verte sentado encima de él, entonces será condenado él y los que le oyeron, y él Se entristecerá mucho cuando te vea sentado en su honorable trono.
4 Y permaneció allí tres horas, acostado, y después el Padre de todos, sentado en su santo trono, se tendió Extendió su mano, tomó a Adán y lo entregó al arcángel Miguel, diciendo:
5 «Levantadlo al Paraíso, al tercer Cielo, y dejadle allí hasta el terrible día de mi juicio, que haré en el mundo.» Entonces Michael tomó a Adam y se fue.
6 donde Dios le dijo.
1 Pero después de todo esto, el arcángel preguntó sobre la disposición de los restos. y Dios
2 ordenó que todos los ángeles se reunieran en su presencia, cada uno en su orden, y todos los ángeles se reunieron, algunos teniendo en las manos incensarios, y otros trompetas. ¡Y he aquí! El Señor
3 de los Ejércitos se acercaron y cuatro vientos lo arrastraron y los querubines montaron sobre los vientos y los ángeles del cielo escoltándolo y vinieron a la tierra, donde estaba el cuerpo de Adán. Y
4 vinieron al paraíso y todas las hojas del paraíso se agitaron para que todos los hombres engendrados de Adán durmieran de la fragancia. salvo a Set solo, porque nació «según el designio de Dios». Entonces el cuerpo de Adán yacía allí
5 paraíso en la tierra y Set se entristeció mucho por él.
1 Entonces Dios habló al arcángel Miguel (Gabriel, Uriel y Rafael): «Vete
2 al Paraíso en el tercer cielo, y esparcirás ropas de lino y cubrirás el cuerpo de Adán y traerás aceite del « aceite de fragancia» y derramarlo sobre él. Y así actuaron los tres grandes ángeles y lo prepararon para el sepulcro. Y dijo Dios: «Que también el cuerpo de Abel sea
3 traído.» Y trajeron otras ropas de lino y prepararon también su (cuerpo). Porque estaba insepulto desde el día en que su hermano Caín lo mató; porque el malvado Caín se esforzó mucho en ocultarlo pero no pudo, porque la tierra no quería recibirlo porque el cuerpo brotó de la tierra y una voz salió de la tierra que decía: «No lo haré».
5 recibir un cuerpo compañero, hasta que la tierra que fue tomada y formada en mí venga a mí.» En aquel tiempo, los ángeles lo tomaron y lo pusieron sobre una roca, hasta que Adán su padre fue sepultado. Y
6 ambos fueron sepultados, según el mandamiento de Dios, en el lugar donde Dios encontró el polvo, e hizo el lugar a cavar para dos. Y Dios envió siete ángeles al paraíso y ellos
7 trajo muchas especias aromáticas y las puso en la tierra, y tomaron los dos cuerpos y los pusieron en el lugar. que habían cavado y construido.
1 Y llamó Dios y dijo: «Adán, Adán.» Y el cuerpo respondió desde la tierra y dijo: «Aquí estoy, Señor». Y Dios le dijo: «Le dije
2 tú (esa) tierra eres y a la tierra volverás. Nuevamente te prometo la Resurrección; Te resucitaré en la Resurrección con todo hombre que sea de tu descendencia.»
1 Después de estas palabras, Dios puso un sello y selló el sepulcro, para que nadie le hiciera nada durante seis días hasta que su costilla regrese a él. Entonces el Señor y sus ángeles fueron a su lugar.
2 Y también Eva, cuando se cumplieron los seis días,
3 se quedó dormido. Pero mientras vivía, lloró amargamente porque Adán se quedó dormido, porque no sabía dónde estaba yacido. Porque cuando el Señor vino al paraíso para enterrar a Adán, ella estaba dormida, y también sus hijos, excepto Set, hasta que ordenó a Adán que se preparara para el entierro; y nadie en la tierra lo supo, excepto su hijo Set. Y Eva oró (en
4 la hora de su muerte) para que fuera sepultada en el lugar donde estaba su marido Adán. Y después de haber terminado su oración, dice: "Señor,
5 Maestro, Dios de todo gobierno, no me apartes a mí, tu sierva, del cuerpo de Adán, porque de sus miembros tú me haces. Pero considérame
6 digno, incluso yo indigno de ser y pecador, de entrar en su tabernáculo, como lo fui con él en el paraíso, ambos sin separación el uno del otro; así como en nuestra transgresión, fuimos
7 (ambos) se extraviaron y transgredieron tu mandato, pero no fueron separados. Aun así, Señor, no
8 sepáranos ahora.» Pero después de haber orado, miró al cielo y gimió en voz alta y se golpeó el pecho y dijo: «Dios de todos, recibe mi espíritu», e inmediatamente entregó su espíritu a Dios.
1 Y Miguel vino y le enseñó a Set cómo preparar a Eva para el entierro. Y vinieron tres ángeles y la enterraron (cuerpo) donde estaba el cuerpo de Adán y el de Abel. Y después miguel
2 habló a Seth y le dijo: «Dispone de esta manera a todo hombre que muera hasta el día de la Resurrección. » Y después de darle esta regla; él
3 le dijo: «No llores más de seis días, sino que al séptimo día descansa y regocíjate en él, porque en ese mismo día, Dios se regocija (sí) y nosotros, los ángeles (también) con el alma justa, que ha fallecido de la tierra.» Incluso así habló
4 el ángel, y ascendió al cielo, glorificando (a Dios) y diciendo: «Aleluya.» [Santo, santo, santo es el Señor, en la gloria de
5 Dios Padre, porque a Él conviene darle gloria, honra y adoración, con la vida eterna- dando espíritu ahora y siempre y por los siglos. Amén.]
[Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos. A quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.]
[Entonces el arcángel Joel glorificó a Dios; diciendo: «Santo, Santo, Santo Señor, el cielo y la tierra están llenos de tu gloria.»],