El libro de Números (del griego Ἀριθμοί, Arithmoi; hebreo: בְּמִדְבַּר, Bəmīḏbar, “En el desierto [de]”) es el cuarto libro de la Biblia hebrea y el cuarto de cinco libros de la Torá judía. El libro tiene una historia larga y compleja; su forma final posiblemente se deba a una redacción sacerdotal (es decir, edición) de una fuente yahvista realizada en algún momento del período persa temprano (siglo V a. C.). El nombre del libro proviene de los dos censos hechos a los israelitas.
Números comienza en el Monte Sinaí, donde los israelitas han recibido sus leyes y pacto de Dios y Dios se ha establecido entre ellos en el santuario. La tarea que tienen por delante es tomar posesión de la Tierra Prometida. Se cuenta a la gente y se hacen los preparativos para reanudar la marcha. Los israelitas comienzan el viaje, pero “se quejan” de las dificultades del camino y de la autoridad de Moisés y Aarón. Por estos actos, Dios destruye aproximadamente 15.000 de ellos por diversos medios. Llegan a las fronteras de Canaán y envían espías a la tierra. Al escuchar el terrible informe de los espías sobre las condiciones en Canaán, los israelitas se niegan a tomar posesión de ella. Dios los condena a muerte en el desierto hasta que una nueva generación pueda crecer y llevar a cabo la tarea.
Números es la culminación de la historia del éxodo de Israel de la opresión en Egipto y su viaje para tomar posesión de la tierra que Dios prometió a sus padres. Como tal, lleva a una conclusión los temas introducidos en Génesis y desarrollados en Éxodo y Levítico: Dios ha prometido a los israelitas que se convertirán en una nación grande (es decir, numerosa), que tendrán una relación especial con Yahvé su dios, y que tomarán posesión de la tierra de Canaán. Números también demuestra la importancia de la santidad, la fidelidad y la confianza: a pesar de la presencia de Dios y de sus sacerdotes, Israel carece de fe y la posesión de la tierra se deja a una nueva generación.