El Libro de Apocalipsis es el libro final del Nuevo Testamento (y, en consecuencia, el libro final de la Biblia cristiana). Su título se deriva de la primera palabra del texto griego koiné: apokalypsis, que significa “desvelamiento” o “revelación”. El Libro de Apocalipsis es el único libro apocalíptico en el canon del Nuevo Testamento. Ocupa un lugar central en la escatología cristiana.
El autor se nombra a sí mismo como “John” en el texto, pero su identidad precisa sigue siendo un punto de debate académico. Escritores cristianos del siglo II como Papías de Hierápolis, Justino Mártir, Ireneo, Melito de Sardis, Clemente de Alejandría y el autor del fragmento Muratoriano identifican al Apóstol Juan como el “Juan” del Apocalipsis. La erudición moderna generalmente tiene un punto de vista diferente, y muchos consideran que no se puede saber nada sobre el autor, excepto que fue un profeta cristiano. Los eruditos teológicos modernos caracterizan al autor del Libro de Apocalipsis como “Juan de Patmos”. La mayor parte de las fuentes tradicionales fechan el libro en el reinado del emperador romano Domiciano (81-96 d. C.), lo que la evidencia tiende a confirmar.
El libro abarca tres géneros literarios: el epistolar, el apocalíptico y el profético. Comienza con Juan, en la isla de Patmos en el Mar Egeo, dirigiendo una carta a las “Siete Iglesias de Asia”. Luego describe una serie de visiones proféticas, incluidas figuras como el dragón de siete cabezas, la serpiente y la bestia, que culminan en la segunda venida de Jesús.
Las imágenes oscuras y extravagantes han dado lugar a una amplia variedad de interpretaciones cristianas. Las interpretaciones historicistas consideran que Apocalipsis contiene una visión amplia de la historia, mientras que las interpretaciones preteristas consideran que Apocalipsis se refiere principalmente a los acontecimientos de la Era Apostólica (siglo I) o, a más tardar, a la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V. Mientras tanto, los futuristas creen que Apocalipsis describe eventos futuros con las siete iglesias creciendo en el cuerpo de creyentes a lo largo de la era, y un resurgimiento o gobierno continuo de un sistema grecorromano con capacidades modernas descritas por Juan en formas familiares para él; y las interpretaciones idealistas o simbólicas consideran que Apocalipsis no se refiere a personas o eventos reales, sino que es una alegoría del camino espiritual y la lucha constante entre el bien y el mal.