1 Honrarás la memoria de nuestros padres, los patriarcas, en esta época cada año y en este mismo día, que es el veintiocho del mes de Misri.
2 Esto es lo que hemos encontrado escrito en los documentos antiguos de nuestros padres, los santos que agradaron a Dios.
3 Por su intercesión y oración tendremos todo, es decir, una parte y un lugar en el reino de los cielos, que pertenece a nuestro Señor, nuestro Dios, nuestro Maestro y nuestro Salvador, Jesús el Mesías.
4 A Él es a quien le pedimos que nos perdone por nuestros errores y nuestros errores y que pase por alto nuestras fechorías.
5 Que él sea bondadoso con nosotros en el día de su juicio y escuchemos la voz llena de gozo, bondad y alegría que dice: Venid a mí, benditos de mi Padre, heredad el reino que era vuestro desde antes de la creación del mundo.»»
6 Y que seamos dignos de recibir sus secretos divinos, que son el medio para el perdón de nuestros pecados.
7 Que él nos ayude a la salvación de nuestras almas y que nos proteja de los golpes del malvado enemigo.
8 Que él nos permita estar a su diestra en el día grande y terrible, por la intercesión de la maestra de las intercesiones, fuente de pureza, de generosidad y de bendiciones, la madre de la salvación;* y por la intercesión de todos los mártires, santos, hacedores de obras agradables y todos los que han agradado al Señor con sus obras piadosas y su buena voluntad.
9 Amén, amén, amén. Y alabado sea Dios siempre, por los siglos, eternamente.