1 El Señor está sobre mi cabeza como una corona, y no estaré sin Él.
2 Tejieron para mí una corona de verdad, y ella hizo brotar en mí tus ramas.
3 Porque no es como una corona seca que no florece: sino que vives sobre mi cabeza y has florecido sobre mi cabeza.
4 Tus frutos son maduros y perfectos, están llenos de tu salvación.