Los ángeles ministradores recompensaban con coronas, cuando pronunciaban el ii Holyy en su orden correcto, y castigaban con fuego consumidor si no. Nuevos creados en lugar de los ángeles consumidos
1 R. Ismael dijo: Metatrón, el Ángel, el Príncipe de la Presencia, me dijo: Cuando los ángeles ministradores dicen «Santo» ante el Santo, bendito sea Él, de la manera apropiada, entonces los siervos de Su Trono, los servidores de Su Gloria, salen con gran alegría de debajo del Trono de Gloria.
2 Y todos llevan en sus manos, cada uno de ellos, mil mil diez mil veces diez mil coronas de estrellas, similares en apariencia al planeta Venus, y se las ponen a los ángeles ministradores y a los grandes príncipes que pronuncian la « Santo». Tres coronas le pusieron a cada uno de ellos: una corona porque dicen «Santo», otra corona, porque dicen «Santo, Santo», y una tercera corona porque dicen «Santo, Santo, Santo, es el Señor de los Ejércitos». »,
3 Y en el momento en que no pronuncian el «Santo» en el orden correcto, un fuego consumidor sale del dedo meñique del Santo, bendito sea Él, y cae en medio de sus filas y se divide en mil partes correspondientes a los cuatro campamentos de los ángeles ministradores, y las consume en un momento, como está escrito: «Un fuego va delante de él y quema a sus adversarios en derredor».
4 Después de eso, el Santo, bendito sea, abre Su boca y pronuncia una palabra y crea otras en su lugar, otras nuevas como ellas. Y cada uno está ante Su Trono de Gloria, pronunciando el «Santo», como está escrito (Lam. iii.3): «Son nuevos cada mañana; grande es tu fidelidad».