© 2013 Anatole France
© 2013 Association Francophone des Lecteurs du Livre d'Urantia
En el nebuloso enjambre de constelaciones,
Oh tú que naciste primero,
Oh nodriza de flores y frutos, oh Luz,
Madre blanca de las visiones,
Vienes a nosotros desde el sol a través de los suaves velos
Vapores flotando en el aire:
La vida entonces cobra vida y, bajo tu claro escalofrío,
¡Sonríe, oh hija de las estrellas!
Hola ! porque antes de ti las cosas no eran.
Hola ! amable ; Hola ! poderoso.
Hola ! por mi apariencia conductor inocente
Y consejero de mis pasos.
A través de ti son los colores y las formas divinas,
A través de ti, todo lo que amamos.
Tú haces brillar la nieve en las cimas de las montañas,
Encantas el borde de los barrancos.
Haces florecer a los colibríes bajo el cielo azul
En perfumes y rocío ;
Y la gracia decente contigo surgió
Sobre las cosas que aprecias.
La mañana se alegra con tus amables caricias ;
Le das dulzura a las noches,
En el bosque la sombra en movimiento y la suave espesura
Lo que buscan las ternuras jóvenes.
A través de ti el mar profundo tiene flores vivas
Y nadadores rubios que das.
En el cielo todavía húmedo y puro, tus meteoros
Presta el resplandor de los siete colores.
Luz, es gracias a ti que las mujeres son hermosas
Bajo tu gloriosa vestidura ;
Y tus queridas luces, pasando por sus ojos,
Derrama nuevos deleites.
Sus orejas te hacen un trono oriental
Donde brillas en una gema,
Y dondequiera que brilles, permaneces, tú a quien amo,
Virgen como en tu día natal.
¡Sé mi fuerza, oh Luz! y que mis pensamientos,
Hermosa y sencilla como tú,
En gracia y paz, despliégate bajo tu fe
¡Sus formas siempre rítmicas!
Dale a mis ojos felices para ver durante mucho tiempo todavía,
En serena voluptuosidad,
Belleza de pie y caminando como una reina
Bajo tu casta corona de oro.
Y, cuando en su seno la Naturaleza de las cosas
Formará mis destinos futuros,
Vuelve a bañarte, vuelve a nutrir tus puras olas
Mis nuevas metamorfosis. (1844-1924)