© 1991 Ann Bendall
© 1991 ANZURA, Asociación Urantia de Australia y Nueva Zelanda
por Ann Bendall, Nambour, Qld.
La razón por la cual nos fue entregado el Libro de URANTIA al principio no me preocupaba. Me alegré mucho de vivir ahora y de recibir este hermoso libro.
Mientras me relacionaba con otros lectores, a menudo surgía la pregunta y me preguntaba si estábamos tan fuera de línea con la evolución planetaria normal, que los individuos rara vez solicitaban el Espíritu de la Verdad de Miguel. Entonces, como medida de la hora undécima, similar a la tercera revelación de época, se nos concedió permiso para tener el libro.
Pero esto no me pareció una razón aceptable. ¿Por qué Michael renunció a su autoridad? ¿Por qué se dio el permiso de Uversa? Este es el planeta muy especial de Michael, él tiene poder total y no necesita confiar en precedentes en lo que respecta a Urantia.
Y entonces, un día, se me ocurrió otra razón y los dedos de mis pies hormiguearon de placer ante la posibilidad de que no fuéramos tan ausentes como había pensado. Que realmente habíamos progresado espiritualmente y en la hermandad social del hombre hasta el punto en que había llegado el momento adecuado para que tuviéramos el Libro Azul.
Baso mi creencia en los siguientes hechos: -
Pero cuando fue tan «audaz» (LU 141:7.8) que los apóstoles sintieron que podía estar fuera de sí, vio el efecto de su encarnación en Urantia. El beneficio para toda su creación. Y tal vez vio los días de hermandad social del hombre en Urantia. Los días del El Libro de URANTIA.
Jesús se adelantó a su tiempo y por eso sus palabras, su vida, tal vez tuvieron que esperar el momento en URANTIA cuando la gente había aprendido a apreciar que su camino era el correcto y el único. Creo que Urantia ha llegado a esa etapa como consecuencia de la cual se nos da la vida de Jesús en Urantia en toda su belleza, en un momento en el que podemos comprender su significado, si así lo deseamos. Creo que El Libro de URANTIA fue planeado para nosotros durante la época de la vida de Jesús en Urantia, y que Uversa esperó la petición de los intermedios de que el planeta ya estaba listo.