© 2003 Anne y Thierry Lepage
© 2003 Association Francophone des Lecteurs du Livre d'Urantia
| Una pequeña teoría personal sobre la prueba de la existencia de Dios. | Le Lien Urantien — Número 26 — Verano 2003 | “La voluntad de Dios”: ¡¿despotricar o Dios, mi mejor amigo?! |
Llegamos esta mañana del 26 de abril a Notre Dame des Lumières, que acoge una reunión nacional de lectores del Libro de Urantia organizada por la AFLLU. El lugar, de nombre inspirador, es magnífico: la presencia de un claustro, una capilla y estatuas religiosas confieren al lugar un ambiente sereno. Además, su ubicación en un entorno natural muy tranquilo invita a la meditación.
Esta es la primera vez que asistimos a este tipo de reuniones. ¿Cuántos vamos a ser? ¿Cómo están los demás participantes? ¿Qué vamos a hacer? Muchas preguntas llenan nuestras mentes.
La bienvenida es cálida. " ¿De dónde eres? ¿Cuánto tiempo llevas leyendo el libro? Estas preguntas nos permiten hacer un primer contacto. Luego asistimos a una primera reunión, que reúne a todos mientras cada uno anota sus datos de contacto en una hoja, que luego será distribuida a los participantes. Somos unos cincuenta.
Luego nos dividimos en dos grupos. Vamos con Georges Dupont a trabajar el tema que nos une: “Si aprendemos a amar a quienes nos aman, estamos destinados a vivir una vida estrecha y mediocre”. Un participante lee el pasaje que es objeto de nuestro estudio y todos pueden dar su opinión o hacer un comentario, lo que da lugar a un debate fascinante. También es una oportunidad para practicar la escucha y la aceptación del punto de vista del otro si es diferente al nuestro.
Por la tarde nos dirigimos al grupo de Moussa, por cuyas cualidades hemos sido elogiados. No estamos decepcionados, Moussa dirige el encuentro con gran habilidad y sus intervenciones son muy interesantes. Evidentemente estamos ante alguien de gran calidad.
La mañana siguiente está dedicada a la asamblea general. Aunque no es un estudio, sigue siendo interesante ver cómo se desarrolla. La reunión está bien dirigida por Séverin y se hacen críticas o peticiones de aclaraciones sin que se conviertan en discusiones interminables.
Estos diferentes encuentros se intercalaron con comidas en las que pudimos conocer mejor a los diferentes participantes. Después del almuerzo del domingo, que puso fin a estos dos días, regresamos felices de haber participado en este encuentro. Más allá de las palabras, algo estaba sucediendo, nos sentíamos en comunión con las personas presentes. Y da esperanza ver que en nuestro planeta tan desgarrado, donde hay tanto sufrimiento, está naciendo algo nuevo, positivo, inspirador. Que el amor aumente y el sufrimiento disminuya.
Fraternalmente.
Anne y Thierry Lepage
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