Queridos amigos, me gustaría compartir con ustedes mis pensamientos sobre el crecimiento futuro de la Hermandad URANTIA. Estas ideas reflejan mi interpretación de ciertos conocimientos experienciales y reveladores, los llamo «principios de crecimiento» para las organizaciones espirituales:
Debemos saturarnos de paciencia. Parece haber una tendencia natural en muchos de nosotros a entusiasmarnos demasiado con la perspectiva actual de difundir El Libro de URANTIA y sus enseñanzas. Creo que el humilde renacuajo nos da el ejemplo más sabio: la forma más rápida y eficiente para que un renacuajo alcance el estatus experiencial de una rana es vivir hábil y lealmente como un renacuajo. La evolución tiene su propio calendario. Cuanto más lento sea el ritmo, menores serán las posibilidades de error.
Colectivamente/individualmente, nuestro ministerio privado debe preceder a nuestro ministerio público. Debemos madurar interiormente antes de que podamos volvernos eficaces exteriormente. ¿Podemos enseñar la verdad, discernir la belleza y demostrar la bondad a menos que nuestras vidas sean, primero, verdaderas, hermosas y buenas? Jesús enseñó y vivió según la proposición espiritual de que la verdadera medida de nuestra justicia es el grado en que las personas se sienten atraídas hacia nosotros sin que anunciemos nuestro mensaje.
Debemos usar discreción, creo que una persona puede quedar cegada tanto por una exposición demasiado grande a la luz de la verdad de otra persona como por la oscuridad de su ignorancia. La exposición pública prematura de la Quinta Revelación de época podría ahogar El Libro de URANTIA en un mar de controversia. Es un hecho de la vida que cuando un libro es criticado, a menudo lo hacen personas que no quieren o no pueden leerlo.
Confía en nuestros amigos y aliados invisibles. Los seres celestiales parecen trabajar incansablemente para presentarnos, individual/colectivamente, las oportunidades para contactar con lectores potenciales de El Libro de URANTIA.
Relacionarse con los demás. Debemos evitar el error del orgullo espiritual. Jesús nos enseñó a abordar de manera positiva las diferencias de opinión y los sistemas de valores. Apelar al contenido orientado a la verdad en las creencias de otra persona. Si bien la Quinta Revelación de Época es planetaria, tenga en cuenta que existen muchas otras revelaciones válidas (aunque parciales) a nivel racial, cultural o personal.
Trabajar para restaurar el respeto propio de los demás. Este mundo tiene muchos refugiados emocionales: hombres, mujeres y niños cuya discapacidad psíquica socava la realización progresiva del potencial de su alma. Ayuda a algunos de ellos. Toca sus vidas. Ore por el poder y la sabiduría para hacer esto. Sin embargo, como comentó una vez un amigo nuestro, el bien que haríamos a los demás debe estar atenuado por la amabilidad. Para respetar a los demás y respetar a Dios, una persona necesita primero tener un sentido de dignidad y cierta medida de confianza en sí misma, los elementos clave del respeto a sí misma.