© 2017 Charles Laurence Olivea
© 2017 Asociación Internacional Urantia (IUA)
Los grandes árboles poseen una presencia majestuosa, como el «Grizzly Giant» del bosque de secuoyas de Yosemite (California). Es muy interesante, incluso instructivo, reflexionar sobre el hecho de que comienzan como pequeños plantones, que surgen como retoños y que crecen durante un largo periodo de tiempo hasta convertirse en monarcas de la naturaleza.
Del mismo modo, los grupos de estudio son raíces que sustentan un gran movimiento, cuyo objetivo a lo largo del tiempo es diseminar El libro de Urantia y sus enseñanzas, que tienen una influencia transformadora en el mundo. Los grupos de estudio podrían ser muy bien el motor primario para lograr el impulso necesario hacia el destino planetario humano. Pero para que este movimiento tenga éxito, debe alimentarse de las virtudes espirituales vivas de la verdad, la belleza y la bondad. Entonces el mundo, algún día, tendrá la posibilidad de ver una fraternidad majestuosa de hombres y mujeres que sean ejemplos del principio de la unidad universal hecha posible por enseñanzas más elevadas de la luz y vida de Dios. A nosotros, estudiantes de El libro de Urantia pasados, presentes y futuros, se nos ha dado la oportunidad de ayudar a que esto sea posible.
La socialización o divulgación de la quinta revelación de época a través de una red creciente de grupos de estudio dependerá de lo que los participantes aporten a esas reuniones y lo que obtengan de ellas. Las interacciones entre personas, cuando se hacen en una búsqueda reveladora de Dios, pueden tocar el espíritu de su gracia y, de este modo, elevar la conciencia humana. Recuerden que la búsqueda de Dios es nada menos que la búsqueda de la fuente y centro de todas las cosas y todos los seres. Es más, un arcángel de Nebadon nos asegura que
… El conocimiento sólo se posee compartiéndolo; es salvaguardado por la sabiduría y se socializa por medio del amor. [LU 48:7.28]
Un Mensajero Solitario refuerza este punto con esta generalización:
La personalidad no puede trabajar muy bien cuando está aislada. El hombre es de manera innata una criatura sociable; está dominado por el ardiente deseo de la pertenencia. [LU 112:1.6]
Conocer a otros que tienen mente y espíritu afines es el gran beneficio directo de los grupos de estudio. La tesis ofrecida en este ensayo se ocupa de las razones vivas para que las personas se reúnan regularmente con el fin de buscar a Dios intelectual y espiritualmente.
Con ese espíritu, me gustaría sugerir que pensemos en los grupos de estudio como «escuelas». Entonces, podemos considerar el potencial educativo de cada grupo de estudio como un tipo de proceso informal de «escolarización». Pero es una experiencia educativa que se esfuerza por trazar una línea entre el Paraíso y Urantia. Lógicamente, si vemos los grupos de estudio bajo esta luz, los autores de los Documentos Urantia pueden verse como el «cuerpo docente». La «pedagogía» consiste principalmente en «conversaciones inteligentes«. El texto del libro sería el «plan de estudios». Finalmente, nuestra «misión» tiene la audacia benigna de intentar (a largo plazo) la rehabilitación de nuestro planeta natal.
Vamos más allá del papel de ser meros lectores del libro; estamos más en el papel de estudiantes que buscan el agua viva y el pan de la vida. En este contexto, un estudiante podría definirse como un observador atento y sistemático que está dedicado en mente y alma a ser un ciudadano cósmico que crece con el Supremo.
Un nuevo punto de vista de hechos antiguos o de una perspectiva convencional puede constituir un «odre nuevo». Es lo que proponemos aquí. La utilidad de un punto de vista diferente fue explicada por un arcángel, mientras hacía referencia a afirmaciones de filosofía humana con fines instructivos en el primer mundo mansión:
Sólo un poeta puede discernir la poesía en la prosa corriente de la existencia rutinaria. [LU 48:7.22]
La designación de los grupos de estudio como «escuelas», con todas las implicaciones educativas que conlleva, abre el acto de estudiar a un concepto más elevado , dignificado y noble, dado su carácter revelador e importancia planetaria (potencial). Profundiza y amplía la perspectiva del universo en ellos, de ahí lo de «odres nuevos».
Además, la composición de persona a persona de los grupos de estudio puede servir como medio para maximizar la dinámica del grupo de estudio. Creo que las relaciones entre compañeros dedicados al estudio de la revelación se extienden al Padre Universal, Miguel de Nebadon, el Supremo y los ángeles. Vale la pena reflexionar sobre lo que nos dice un Mensajero Solitario respecto a la vitalidad de las relaciones entre personas:
Todo lo que no es espiritual en la experiencia humana, salvo la personalidad, es un medio para conseguir un fin. Toda verdadera relación del hombre mortal con otras personas — humanas o divinas — es un fin en sí misma. [LU 112:2.8]
Con esta observación en mente, las escuelas (los grupos de estudio) pueden entenderse en términos de las facetas más importantes de las interacciones entre personas: de corazón a corazón, de mente a mente, de alma a alma.
El término «estudio» parece originarse en inglés durante el siglo XIV, y podría definirse como
«…estado de contemplación… aplicación de las facultades mentales a la adquisición de conocimiento… en un campo particular… o para un objeto específico… consideración ampliada y cuidadosa… o análisis de un fenómeno … o cuestión.» El término modificado en profundidad fue acuñado en 1965 y podría definirse como «examen en profundidad, exhaustivo y… detallado». (Webster’s Ninth New Collegiate Dictionary) (negrita añadida)
En mi opinión, El libro de Urantia está concebido para ser estudiado. Es evidente en la manera en que se presentan los hechos, significados y valores. A lo largo de los años, he oído a muchas personas comentar que, cuando surgen preguntas en un párrafo, a menudo se responden en los párrafos siguientes. Hay una progresión lógica de lo general a lo particular. Es la naturaleza de la revelación fomentar cierto nivel de indagación: ¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿A dónde voy?
Un Consejero Divino ha señalado que:
El desafío religioso de la época actual es para aquellos hombres y mujeres previsores, con visión de futuro y con perspicacia espiritual, que se atrevan a construir una nueva y atrayente filosofía de la vida a partir de los conceptos modernos ampliados y exquisitamente integrados de la verdad cósmica, la belleza universal y la bondad divina. [LU 2:7.10] (negrita añadida)
El estudio (complementado con el servicio) es una característica profundamente importante del desafío. Todos los que están comprometidos realmente con la quinta revelación de época se tomarán el estudio en serio.
Aprender del texto de El libro de Urantia, por tanto, es algo que hay que hacer. Un estudio en profundidad de la revelación ha de ser necesariamente exhaustivo y detallado. Otra manera de ilustrar esta cuestión, ya sea individual o colectivamente, se puede encontrar en los sinónimos que aparecen aquí:
mejor esfuerzo | ensayo y error | esperar |
el máximo esfuerzo | indagación | compendio |
descubrir | examinar | hurgar |
pregunta | pregunta cruzada | referencia cruzada |
proponer una idea | encontrar los hechos | abrir a debate |
meticuloso | preciso | detallado |
(Roget’s International Thesaurus, 7ª edición)
Se pueden extraer ciertas inferencias de estos términos respecto a la naturaleza del estudio. Nos viene a la mente la importancia del arte de escuchar. Jesús le asignó un valor supremo a la escucha activa (implicada). Prestaba mucha atención a lo que se expresaba (y a lo que a menudo no se expresaba). Enseñaba más cuando decía menos. Otra implicación de los sinónimos es la necesidad de contribuir al flujo de la conversación con ideas o preguntas meditadas y lógicas. Debe haber en juego un respeto a los hechos. Es vital para los grupos de estudio que hagan distinciones cuando se esté en desacuerdo, no ser desagradables. Dejamos al lector que extraiga más inferencias de esta lista.
Pensar en grupos de estudio como en escuelas de la revelación puede realzar su dignidad espiritual y cósmica, pues se invierte en ellas con capital del universo. Profundiza y amplía el contexto de estas reuniones. No son quedadas sociales, aunque siempre se debe fomentar que haya vínculos sociales amistosos. Esta revelación implica algo de elevación bastante pesada. La visión a largo plazo indica que el destino de la civilización de Urantia y el futuro de la religión de Jesús pende de un hilo entre la imperfección humana y las perspectivas de una edad final de luz y vida.
Con nuestro reconocimiento al Consejero Divino, tenemos que estudiar de la manera en que El libro de Urantia está construido y dispuesto, es decir, tenemos que usar los mismos principios pedagógicos: ir de lo complejo a lo simple, esto es, desde la visión extensa al presente en movimiento, mediante la perspectiva del origen, la historia y el destino aplicada a los asuntos contemporáneos (LU 19:1.5-6) Con esta idea en mente, sería provechoso determinar cómo la cultura morontial prioriza la práctica del estudio. ¿Qué «valor universal» se asigna al estudio?
Ante todo, sabemos que, cuando la mayoría de los peregrinos del tiempo alcanzan el quinto mundo mansión:
El estudio se vuelve voluntario, el servicio desinteresado, natural, y la adoración, espontánea. [LU 47:7.5]
¿No es interesante? De todas las diferentes conductas o normas en las que la Brillante Estrella Vespertina podría haberse centrado, se hace hincapié en el estudio, el servicio y la adoración. El primero desarrolla la mente (mota); el segundo ejercita el alma (por pedir prestada una expresión); y la tercera entra en comunión con Dios (la alegría suprema de la existencia de la personalidad). ¡Qué grandes prioridades! Pero hay más.
Sigo pensando que caracterizar los grupos de estudio humanos como «escuelas» está lejos de ser algo disparatado.
Un arcángel nos ha dado una vívida descripción de las prioridades de la cultura morontial de Jerusem, la capital de nuestro sistema de planetas.
Las actividades… son de tres tipos distintos: trabajo, progreso y entretenimiento. Dicho de otra manera: servicio, estudio y distracción. [LU 2:7.10] (negrita añadida)
Qué interesante; el estudio se iguala al progreso y el servicio se iguala al trabajo. Estas normas morontiales, esbozadas por el arcángel, deben reflejar los objetivos centrales de las escuelas de pensamiento, sentimiento y acción. Este arcángel continúa señalando que:
Aquellas cosas que podríais haber aprendido en la Tierra, pero que no lograsteis aprender, deben ser adquiridas bajo la tutela de estos fieles y pacientes educadores. [LU 48:5.7]
Efectivamente, ir a la escuela es un concepto y una práctica universales. Sabemos por la Brillante Estrella Vespertina que «todo el universo es una inmensa escuela» (LU 37:6.2) El arcángel discurre sobre este punto:
Si los Dioses simplemente hubieran planeado llevaros a una larga excursión de alegría eterna, ciertamente no habrían transformado en tan gran medida todo el universo en una inmensa y compleja escuela de educación práctica, no habrían requisado una parte considerable de la creación celestial como maestros e instructores, y luego pasar eras y eras guiándoos, uno a uno, a través de esta gigantesca escuela universal de educación experiencial. [LU 48:8.3]
El estudio, el servicio y la adoración son un diamante de muchas caras. De nuevo, podemos observar que es más digno caracterizar los grupos de estudio como «escuelas». Los grupos de estudio deben reconocerse por su valor universal: la contribución que pueden hacer para implementar el mandato de Dios a los mortales ascendentes de ser finalmente perfectos como él es perfecto.
Podría ser útil y valioso aquí proporcionar algunas sugerencias o directrices acerca de la gestión de grupos de estudio. Lo que sigue es algo así como un enfoque ascendente, una mirada práctica a la dinámica de trabajo de los grupos de estudio. Las ideas de esta sección están basadas ampliamente en la experiencia.
No hay una autoridad centralizada sobre los grupos de estudio. La Hermandad Urantia original concibió un sistema relativamente democrático. Esta descentralización es un antídoto contra el desarrollo de una autoridad eclesiástica, de un clero gobernante. Parece haber un consenso entre personas entregadas a El libro de Urantia para que siga siendo así.
Hablando en general, han surgido dos enfoques diferentes a lo largo del tiempo respecto a cómo la gente organiza grupos de estudio: uno hace más hincapié en leer y menos en debatir; el otro valora la conversación sobre la lectura. En este último enfoque, se espera que los participantes lean el material asignado antes de la reunión. Un modo de estudiar más intenso y cercano parece favorecer este enfoque.
Respecto al último enfoque, la gente necesita tiempo para reflexionar sobre las preguntas o los temas, de ahí el estudio asignado. Puede estructurarse de muchas maneras. Algunas incluyen estudiar los documentos en el orden en que están presentados, del primero al último, o se puede elegir un tema o asunto en particular. Una pregunta puede servir como punto central del debate. Debería ser una prioridad clave maximizar las oportunidades de que cada persona contribuya a una conversación inteligente. Es importante tener más luz que calor en la conversación. El liderazgo efectivo da ejemplo de una escucha respetuosa. La cuestión aquí es mantener el equilibrio entre lo que una persona dice y cómo interactúan los demás como grupo. Mantenerse centrados en el alcance y profundidad del estudio asignado es una prioridad principal. Se espera que, en su mayor parte, los participantes mantengan sus comentarios dentro del texto asignado. Deberían evitar incorporar fuentes externas, pues otros miembros probablemente no han tenido la oportunidad de leer y pensar en material externo previamente. Este enfoque anima y respeta cierto tipo de disciplina, que se añade a la cohesión del grupo. El objetivo general es tener mentes que se implican, intercambiar ideas.
Mantener al grupo en la tarea es una función ejecutiva, aunque cada participante tiene también su parte de responsabilidad. El líder de un grupo de estudio sería sensato si actuara como tutor. Un tutor guía, hace sugerencias, presenta preguntas para mantener la charla más centrada, establece un tono amistoso con alguna anécdota graciosa y lidera generalmente mediante el buen ejemplo. Sería ideal que el papel de tutor fuera rotativo, al menos entre los que están dispuestos a actuar así. Pero no todo el mundo se siente cómodo con ese papel. Eso sí, alguien tiene que mantener al grupo centrado en el tema que se trata.
Se debe dejar tiempo para anuncios y cosas similares. Mantenerse en contacto con los miembros del grupo de estudio es algo bueno. Si alguien está en crisis, podría necesitar una palabra amable, y eso incluye situaciones entre reuniones si surge la necesidad. Todos deberíamos recordar que la amistad puede añadir una gran cohesión al grupo. El deseo de hacer el bien debería estar siempre atemperada o equilibrada con la gracia de tener tacto y ser cortés, a la vez que se albergan buenas intenciones. El liderazgo adecuado de todo grupo de estudio conlleva una importante dimensión social.
Como último punto, el papel del anfitrión puede (o no) superponerse al de líder. Se producen lazos sociales o emocionales más fuertes en el plan de las cosas. Cuando se trata de lo que verdaderamente importa, la primera prioridad es intentar discernir la voluntad de Dios. Todos somo mortales compañeros que están en el mismo camino como peregrinos del tiempo y que ascienden los niveles preordenados de la realidad del universo.
Por último, se debería considerar de manera provechosa la oración y adoración en grupo. Por ejemplo, se puede usar la oración para abrir y cerrar una reunión. La búsqueda del espíritu del Padre que mora en el interior o el Espíritu de la Verdad de Miguel puede ser una manera poderosa de ayudar a que un encuentro sea más contundente y tranquilo a la vez. Siempre invito a que Jesús «se una» a nosotros. El acto de estudiar se ve aumentado cuando se da la bienvenida abiertamente al Espíritu de la Verdad en el grupo.
Podemos aspirar a ser instrumentos efectivos en la búsqueda de la verdad, pero el Padre y el Hijo Creador son siempre la inspiración. Me gusta lo que dice el Mensajero Poderoso acerca del Espíritu de la Verdad, el regalo más grande que Miguel dio a Urantia, aparte de su otorgamiento propiamente dicho:
Después de emprender el camino de la vida eterna, después de aceptar vuestra tarea y de recibir vuestras órdenes para progresar, no temáis los peligros de la falta de memoria de los hombres ni la inconstancia de los mortales, no os inquietéis por el miedo al fracaso o por las confusiones que causan perplejidad, no vaciléis ni pongáis en duda vuestro estado ni vuestra posición, porque en todas las horas sombrías, en todas las encrucijadas de la lucha por el progreso, el Espíritu de la Verdad siempre hablará, diciendo: «Éste es el camino». [LU 34:7.8] (negrita añadida)
Me parece que el Espíritu aclara y consuela. El Espíritu es muy útil para estudiar y servir. Intentar comenzar un grupo de estudio puede ser abrumador; servir como líder puede ser problemático. ¿Por qué no crear el hábito de acceder a algunos de los recursos espirituales dados a nuestro mundo? El jefe de los intermedios de Urantia tiene algo que decir al respecto:
Cuando un grupo se dedica a orar en común por el acrecentamiento moral y la elevación espiritual, estas devociones producen efecto en los individuos que componen el grupo; todos se vuelven mejores gracias a esta participación… [LU 91:5.2] (negrita añadida)
Todo estudio necesita una medida de valor para enfrentarse a problemas o preguntas que intimidan a muchos otros. Se necesita incluso más valor para debatir sobre ellos con un grupo de personas cuyas percepciones difieren considerablemente. El corazón se puede aquietar y el intelecto aclarar si los participantes están dispuestos a lanzar juntos una petición común, o estar juntos en comunión mediante adoración, junto con un poder más alto. Es importante recordar que debería hacerse sin presión ni coerción. Aún así, la cohesión espiritual de un grupo puede comprender visiones más amplias y profundas. En todos esos esfuerzos, confíen en Dios.
Mientras vivimos en Urantia como criaturas del tiempo y el espacio, somos también ciudadanos cósmicos. El Mensajero Poderoso señala que:
Con Dios Padre, la gran relación que existe es la filiación. Con Dios Supremo, la realización es el requisito previo para conseguir una posición — uno tiene que hacer algo, así como ser algo. [LU 115:0.1] (negrita añadida)
Hemos visto cómo la cultura morontial prioriza el estudio y el servicio. Parece que estudiar funciona como norma a lo largo de los universos del tiempo y el espacio. Creo que el proceso de comenzar y mantener un grupo de estudio contribuye directamente al Supremo. El valor universal del estudio está vinculado de manera natural con el Supremo. Es algo de lo que ser conscientes. El Supremo está actualizando nuestro potencial del plan de ascensión del logro universal incluso mientras residimos en la tierra. Aquí abajo, como criaturas evolutivas, podemos aportar al desarrollo gradual y en despliegue de Orvonton, nuestro universo, en reciprocidad con el Dios finito, el Dios de la evolución. Esta reciprocidad es inherente por diseño a las relaciones de la Supremacía. Es una tarea elevada y noble (de hecho un deber cósmico, moral) contribuir a la construcción del universo. El Padre Universal nos ha delegado algo importante que hacer.
Para llevar a cabo nuestro papel como ciudadanos cósmicos de manera digna y útil, necesitamos poseer un conocimiento más profundo y amplio del origen, historia y destino de muchos aspectos de la realidad del universo. A su vez, ese conocimiento nos ayuda a ordenar o identificar hechos, significados y valores esenciales del tiempo y el espacio (la función del estudio). En la otra cara de la moneda, el servicio puede volverse más preciso y apropiado para aquellos a los que servimos. Así, el estudio y el servicio trabajan juntos cuando intentamos hacer nuestra parte del crecimiento del Supremo.
Pero para llevar esta línea de razonamiento directamente a nuestro planeta natal, debemos ser conscientes de los serafines maestros de supervisión planetaria. Trabajar con los ángeles es crucial para el éxito (el potencial) de los grupos de estudio. No creo que esto sea una superstición; más bien es una sugerencia basada en la visión más amplia de fe inteligente, inspirada por la oración sincera. Hay mucho por lo que rezar. Por ejemplo, se puede dirigir peticiones a los ángeles para que ayuden a organizar y mantener un grupo de estudio. Puede solicitarse que los ángeles y el espíritu divino guíen o animen a los individuos a que consideren unirse a nuestro grupo de estudio.
Nos vienen a la mente los ángeles de la iluminación. Según el jefe de los serafines, nuestro mundo
… recibe actualmente la ayuda del tercer cuerpo de serafines dedicados a fomentar la educación planetaria. Estos ángeles se ocupan de la formación mental y moral relacionada con los individuos, las familias, los grupos, las escuelas, las comunidades, las naciones y las razas enteras. [LU 114:6.11] (negrita añadida)
¿Es disparatado sugerir que nuestro grupo de estudio encaja limpiamente con su esfera de interés? Los Documentos Urantia, como tema principal del grupo de estudio, parecen estar directamente relacionados con el ámbito de responsabilidad de estos ángeles.
Si es así, podemos considerar el marco de nuestra relación como parte del nuevo odre de la quinta revelación de época. Esta idea se aplica también a nuestra conexión filosóficamente orgánica con Dios Supremo. Estos vínculos clave con nuestros amigos y aliados invisibles y con el Dios finito ennoblecen las tareas rutinarias de los que se reúnen para estudiar. El atractivo de este punto de vista sobre nuestro trabajo en las viñas evolutivas es de romance con el universo.
A pesar de la confusión presente, en algún momento del futuro es probable que haya un número creciente de personas que, si bien no son lectores de El libro de Urantia, conocerán a personas que sí lo leen y lo estudian. Quizá en muchos casos (en la mayoría), serán miembros de la familia, amigos íntimos, conocidos, vecinos, compañeros de trabajo o incluso extraños que podrían acercarse a nosotros. Como caso típico, los que estudian la revelación serán probablemente personas de estatus socioeconómico medio que viven y trabajan en circunstancias corrientes.
A medida que se extienda el conocimiento sobre el libro, su reputación en la opinión pública se determinará en gran parte por su vinculación con este tipo de conexiones. Así que, a medida que nuestro movimiento irrumpa en la conciencia pública, esperamos que muchos digan algo así: «Ah sí, la conozco, Lee ese libro. Es mi vecina y una persona normal». O «trabaja en mi oficina y es un buen tipo. Supe que lleva años leyendo ese libro». Un reconocimiento social de tal calibre solo puede evolucionar de la excelencia de pensamiento y de una fe viva en Dios fuerte, positiva e inteligente. Los hombres y mujeres modernos están buscando encontrar a personas o grupos que demuestren integridad intelectual y vidas espiritualmente afirmativas.
Si nuestros encuentros adquieren una reputación así, la quinta revelación de época podrá parecer menos extraña y ser más apreciada por su contenido y calidad en un número creciente de círculos sociales y religiosos. Al menos, es un resultado que podemos esperar. Luego la revelación puede comenzar realmente a tener un efecto transformador en la sociedad en general. Pero debemos estar bien asentados en el conocimiento de sus enseñanzas, con el fin de estar preparados para abordar las numerosas preguntas que la gente planteará de manera natural. Las preguntas (incluso las objeciones) irán del tipo directo o básico a temas complejos, incluso problemas molestos.
Mientras tanto, los grupos de estudio pueden continuar funcionando bajo el «radar» de los medios modernos de comunicación y todo su escrutinio mixto e incierto. Nuestros grupos de estudio, nuestras conferencias y otros proyectos están «por debajo» del punto de mira cultural de la corriente general de hoy día. Vivimos en tiempo de enfrentamiento entre ciencia y religión, nacionalismo e internacionalismo; las ideologías políticas y morales corren desbocadas y causan guerras físicas y dialécticas, por citar algunos ejemplos. Muchas personas llevan una vida frenética y frecuentemente tienen prisa, dando vueltas casi como desechos y despojos. La humanidad probablemente tendrá que sentar la cabeza y calmarse un poco antes de que se reciban más ampliamente estas enseñanzas reveladoras.
Sin embargo, debido a esta demora en el tiempo, tenemos una oportunidad en curso para madurar de cara al día en que personas de todas las procedencias traigan a la superficie sus preguntas sobre el sentido de la vida.
Por lo tanto, ¡nuestro movimiento tiene una ventaja estratégica! La demora en el tiempo probará nuestra paciencia a medida que estudiamos y servimos tranquilamente en un tipo de ministerio privado. Esto tiene algo en común (al menos en principio) con el enfoque que adoptó el ministerio de Jesús mientras se preparaba para proclamar públicamente el evangelio. Si crecemos de manera callada, recolectamos las riquezas de la mente y las alegrías del alma, no solo sobreviviremos a las vicisitudes de la modernidad de esta edad; podemos esperar de manera realista emerger con éxito (como causa).
Nuestras enseñanzas pueden servir como faro cuyo foco brillará con fuerza en un mundo que comenzará a hartarse de la niebla de la ansiedad y el caos. Creo que, cuando sea el momento apropiado, la gracia de Dios influirá a nuestros compañeros mortales para que quieran algo mejor. Sin darse cuenta necesariamente (del todo), muchos querrán la claridad y la comodidad de algo llamado luz y vida. El efecto faro llegará si poseemos una reputación respetada, una imagen que procede de la sustancia de una red dignificada, unificada, espiritualmente fragante e intelectualmente vibrante, simbolizada por tres círculos concéntricos azules o por el nombre «Urantia».
¿No podemos unirnos alrededor de este resultado esperado como objetivo común de nuestro movimiento?
¿No sería lógico que los medios para lograr tal fin sean la evolución de «miles de grupos de estudio», «escuelas» que se reúnen en salas de estar de personas? El efecto faro de estas escuelas podría pensarse de dos maneras: cada grupo de estudio podría convertirse en un faro por sí solo o como luz de la coalición benigna de miles de grupos de estudio en un agregado a escala planetaria. ¡O quizá ambas maneras en dos niveles diferentes al mismo tiempo!
Lograr todo esto depende de la calidad y alcance de combinar mente y espíritu en un esfuerzo evolutivo. Un gran instructor al principio de la historia de El libro de Urantia señaló que esta revelación habla profundamente tanto a la mente como al espíritu, a diferencia de tantas filosofías y religiones. Nuestro movimiento de diseminación de sus enseñanzas debe estar centrado en Dios. Necesitamos ser humildes. No lo escribimos; fue escrito para nosotros. La quinta revelación de época está bajo la autoridad de Miguel de Nebadon. Por tanto, nuestra lealtad, amistad y respeto debe dirigirse primero hacia él y después de unos a otros.
El humilde acto de estudiar El libro de Urantia es una empresa noble. Es noble cuando hay un intento sincero e inteligente (animado por la fe viva) de alinearse con el Supremo como ciudadanos cósmicos, a medida que desarrolla el gran universo del tiempo y el espacio.
Aludo a la reciprocidad amorosa de la Supremacía, tal como la explica un Mensajero Poderoso:
En la era actual del universo, este doble movimiento se revela en las personalidades descendentes y ascendentes del gran universo. Las Personalidades Creadoras Supremas y todos sus asociados divinos reflejan el movimiento hacia el exterior y divergente del Supremo, mientras que los peregrinos ascendentes de los siete superuniversos indican la tendencia hacia el interior y convergente de la Supremacía. [LU 115:6.5]
Además de todo esto, nos beneficiamos ahora mismo como hijos del Padre Universal (verdaderos hermanos y hermanas) que saborean en el tiempo la verdad, belleza y bondad de los significados eternos.
Por supuesto, tenemos que amar a nuestros semejantes como Jesús nos ama. Debemos esperar sensatamente que algún día, en el futuro, llegarán «miles de grupos de estudio» e incluso «escuelas», para designar a una fraternidad de hermanos y hermanas de renombre mundial, fusionada e inspirada por el espíritu divino y los ángeles. Los medios reales de éxito estarán en el atractivo de nuestra reputación creciente entre los individuos y entre la civilización misma (potencialmente), atraídos por las enseñanzas de luz y vida que iluminarán el intelecto y deleitarán al alma.
Charles Laurence Olivea