© 2011 Claire Mylanus
© 2011 Fundación Urantia
Los Siegel visitan Suecia, Estonia, Rusia y Finlandia en junio | Volumen 5, Número 4, Dic. 2011 — Índice | Nombramiento de un nuevo fideicomisario asociado |
De Claire Mylanus, fideicomisaria asociada, Bretaña (Francia)
Hace un año, pedí a Gard Jameson que facilitara un retiro de una semana sobre oración y adoración, porque quería experimentar personalmente la adoración. Sabía que él era capaz de hacerlo porque es doctor en Religión Comparada y enseña en la Universidad de Las Vegas. Gard decidió venir a Bretaña. Recomendó que los participantes del retiro hablaran inglés, y sugirió que fueran lectores jóvenes, preferiblemente profesores potenciales, entre 30 y 40 años de edad. Los asistentes al retiro fueron diez personas: tres franceses, una francesa residente en los Países Bajos, un mexicano, una inglesa y cuatro personas de los Estados Unidos.
Cada día, Gard nos proporcionaba una charla diferente, y cada día nos llevaba a la práctica de la «oración contemplativa».
La oración contemplativa evolucionó a partir de una disciplina practicada por monjes cistercienses y fue denominada y popularizada por el Padre Thomas Keating, que escribió Mente abierta, corazón abierto. El objetivo de la oración contemplativa es el silencio, que nos ayuda a comunicarnos más profunda y personalmente con Dios, y a experimentar Su presencia. La oración contemplativa se hace en silencio durante sesiones de 20 minutos y es personal y diferente para cada uno. Esta comunión personal da como resultado la cura de problemas emocionales y el crecimiento del alma, pues trabaja en el nivel del alma. Tenemos relaciones horizontales y verticales. Con Dios tenemos una relación vertical, que se manifiesta en una capacidad aumentada de amar y ser amado. Con los demás tenemos relaciones sociales horizontales, que implican, entre otras cosas, el ministerio del perdón y del servicio.
Creo que la oración contemplativa podría compararse con la adoración. Dios existe tras nuestros pensamientos y sentimientos. La oración contemplativa aumenta nuestra capacidad de recibir la presencia divina de Dios y de apreciar Su cercanía.
«Jesús enseñó a sus seguidores que, después de haber hecho sus oraciones al Padre, deberían permanecer algún tiempo en un estado de receptividad silenciosa para proporcionar al espíritu interior las mejores posibilidades de hablarle al alma atenta. El espíritu del Padre le habla mejor al hombre cuando la mente humana se encuentra en una actitud de verdadera adoración.» LU 146:2.17
El segundo día del retiro, David Elders, que lleva leyendo El libro de Urantia durante más de treinta años, ilustró dinámicamente las nuevas enseñanzas y conceptos de El libro de Urantia. David nos mostró cómo estos nuevos conceptos son una manera de que aprendamos y percibamos la verdad, y de que la experimentemos en nuestra vida.
El Dr. Sadler encontró 64 nuevos conceptos, de los que estudiamos unos pocos. Reconocer y comprender estos conceptos proporciona un marco más amplio, que nos permite expandir nuestra perspectiva y ver y comprender la visión y el plan que hay tras la Revelación Urantia.
Aprendimos que Dios comparte, nos da las herramientas y nos proporciona los medios para crecer y avanzar. Todas las nuevas verdades evolucionan a partir de las viejas. Una parte de estas nuevas verdades contiene el potencial de aumentar nuestra perspicacia espiritual. Entre ellas están las verdades relacionadas con temas como el otorgamiento de la personalidad, el otorgamiento del Ajustador del Pensamiento, el Supremo, el alma, la supervivencia de la personalidad y la identidad de Jesús.
El tercer día del retiro, Marta Elders, lectora veterana y psicóloga clínica, dirigió un estudio sobre el alma. Nos agrupamos por parejas y participamos en una lectio divina, una práctica de los monjes benedictinos del siglo sexto. La lectio revela cuatro aspectos de un texto sagrado:
La lectio divina es una ayuda excelente para el estudio de El libro de Urantia. Amplía nuestra comprensión y apreciación del libro y la interiorización de sus enseñanzas. Este ejercicio fue especial, principalmente porque nos dio una comprensión más profunda de nuestro compañero y nos permitió una mayor comunicación en un nivel completamente distinto.
El cuarto día estudiamos la personalidad. El objetivo era comprender mejor los diferentes tipos de personalidad e identificar los potenciales de cada tipo. De este modo, esperamos volvernos más comprensivos, indulgentes y compasivos hacia nuestros semejantes.
Carol Schindler, una lectora veterana, facilitó nuestro estudio de la personalidad presentando el «Eneagrama de la personalidad», del Enneagram Institute.
Según el libro La sabiduría del Eneagrama, hay nueve tipos de personalidad o identidad, que incluyen la tríada del sentimiento, la tríada del pensamiento y la tríada del instinto. Fue muy interesante, porque fue un intermezzo que nos permitió conocernos mejor los unos a los otros. Sus beneficios son las relaciones mejoradas con los demás, mejor trabajo en equipo y mayores aportaciones al Supremo.
Todos nosotros apreciamos este retiro. Compartimos nuestra alma; experimentamos la hermandad; y tuvimos bellas noches de conversación, buen ambiente, buenas comidas, gozamos de la vida y sentimos un profundo agradecimiento por el privilegio de esta experiencia única.
Los Siegel visitan Suecia, Estonia, Rusia y Finlandia en junio | Volumen 5, Número 4, Dic. 2011 — Índice | Nombramiento de un nuevo fideicomisario asociado |