© 2023 Claude Flibotte
© 2023 Asociación Urantia de Quebec
Claude Flibotte
Sainte-Julie
De mi estudio sobre la personalidad surgieron estos tres acontecimientos relativos a la personalidad, su origen, su función en relación con su constitución y su destino.
- La personalidad es esa cualidad, dentro de la realidad, que es otorgada por el mismo Padre Universal, o por el Actor Conjunto actuando en nombre del Padre. (LU 112:0.3)
Es innegable que la personalidad es un regalo directo del Padre Universal. Este hecho se menciona muchas veces en El Libro de Urantia. Sin embargo, es inusual escuchar a los lectores de este libro enfatizar que la personalidad también la transmite el Actor Conjunto que actúa en nombre del Padre, como se menciona en la cita LU 112:0.3.
Personalmente, creo que esta forma de dar personalidad es el método que el Padre usa todo el tiempo excepto cuando está personalizando a un Ajustador que ha realizado un inmenso servicio en el reino del tiempo y el espacio. ¿No está escrito que el Padre, el Hijo y el Espíritu son UNO? Siendo el Padre la idea de Dios, siendo el Hijo la expresión divina de este Padre, y siendo el Espíritu la acción divina del Padre-Hijo, Es enteramente concebible que el Padre conceda la personalidad a través de la acción de Dios.
Cuando las tres deidades celestiales crearon algo, surgió el universo perfecto de Havona. Este universo de cosas y seres es el modelo perfecto para todas las creaciones pasadas, presentes y futuras, y con razón, ¡porque es una creación de divinidades perfectas! Esto significa que estas tres deidades no pueden crear en los niveles subabsolutos, o al menos no lo hacen, porque aun así crearían cosas y seres perfectos como Havona. Entonces, para hacer esto, crearon a los Hijos Creativos y a los Espíritus Creativos que son subabsolutos y capaces de crear en estos niveles. Más precisamente, durante esta segunda era del universo, en el nivel de lo finito.
En cada universo local, una Ministra Divina, hija del Espíritu Infinito, tiene la misión de transmitir vida, proporcionar un circuito mental y proporcionar el ministerio de los espíritus ayudantes y del Espíritu Santo a cualquier criatura potencialmente humana para espiritualizar suficientemente este circuito mental. para hacerlo adecuado para la recepción de un Ajustador del Pensamiento. Mi comprensión de las revelaciones contenidas en El Libro de Urantia es que en este circuito mental recibido del Divino Ministro hay, en potencia, todo lo necesario para producir un ser humano con su personalidad, una finalidad futura, como una simple semilla de manzana donde encontramos, potencialmente, el manzano maduro lleno de frutos maduros. ¡Solo hace falta tiempo y experiencia vital para que ambos alcancen su destino!
Qué es la personalidad y su función se describe muy bien en las comillas LU 112:0.3 a LU 112:0.16. Podemos tener una buena definición de lo que es la personalidad del hombre en LU 0:5.11, y luego entender que los atributos de la individualidad humana y el Ajustador absoluto forman el núcleo de esa personalidad en LU 5:6.4, y sabiendo que la autoconciencia y el libre albedrío caracterizan a esta personalidad humana entre comillas LU 16:8.5-14. Sin embargo, me gustaría llamar su atención sobre la siguiente cita:
La personalidad intenta de forma inherente unificar todas las realidades que la constituyen. La personalidad infinita de la Fuente-Centro Primera, del Padre Universal, unifica a los siete Absolutos que constituyen la Infinidad; y puesto que la personalidad del hombre mortal es un don exclusivo y directo del Padre Universal, posee igualmente el potencial de unificar los factores constituyentes de la criatura mortal. Esta creatividad unificadora que posee toda personalidad de criatura es una marca de nacimiento de su elevada fuente exclusiva y es una prueba adicional de su contacto ininterrumpido con esa misma fuente a través del circuito de la personalidad, gracias al cual la personalidad de la criatura mantiene un contacto directo y sostenido con el Padre de todas las personalidades que reside en el Paraíso. (LU 56:4.2)
Las palabras en negrita son mías y resaltan de qué me gustaría hablarles. La personalidad del Padre Universal es la primera personalidad que se actualiza y es el origen de todas las personalidades. Ella es una personalidad infinita que le permite crear infinitamente todas las demás personalidades a diferencia del Hijo Eterno que está dotado de personalidad absoluta, impidiéndole crear personas, pero sólo seres que no sean personales (LU 6:5.3). Siendo la Primera Fuente-Centro la Causa sin Causa y la causa de todas las realidades actuales o potenciales, su personalidad como Padre Universal, unifica los siete Absolutos del Infinito que son las tres Deidades del Paraíso, la Isla del Paraíso y los tres Absolutos. de Potencialidades. Como lo subraya el dicho de que «lo de abajo es como lo de arriba» atribuido a Hermes Trismegisto, la personalidad humana unifica todos los factores que constituyen nuestra identidad. Así, nuestra personalidad es «la imagen-sombra proyectada en el espacio-tiempo de la personalidad del Creador Divino» LU 1:6.1.
Esta unificación de nuestra personalidad, la tendremos que lograr en el nivel finito mediante la experiencia de alcanzar, primero, la divinidad suprema conquistando la perfección de la lealtad al Paraíso, luego la perfección última en el nivel absoluto del tiempo y del espacio trascendido a finalmente, en un futuro lejano, saborear parcialmente la perfección absoluta del cosmos infinito.
El Padre Universal, el padre de todas las personalidades, unifica todo lo que es o será una realidad como vimos en el capítulo sobre la función de la personalidad. Dado que el Padre es el autor de todas las personalidades, también es la causa del circuito de gravedad de las personalidades en el que todas las personalidades se centran y buscan regresar a su origen.
- La personalidad es única, absolutamente única: es única en el tiempo y en el espacio; es única en la eternidad y en el Paraíso; es única cuando es otorgada —no existen copias de ella; es única durante todos los momentos de la existencia; es única con respecto a Dios —que no hace acepción de personas, pero que tampoco las suma, porque no son adicionables —son asociables, pero no totalizables. (LU 112:0.12)
Entonces, ¿qué debemos entender de esta cita donde se dice que las personalidades no se pueden sumar, sino que son asociables, pero no totalizables? Dado que la personalidad es una realidad deificada (LU 0:5.1) y su función es la unificación, y todos provienen del Padre Universal, su origen común, es lógico que en la visión espiritual de lo que es UNO, no puedan ser sumados o totalizados. Sin embargo, como cada personalidad es original y real, es posible identificarse con ellas al buscar constantemente reflejar la perfección divina de la Deidad y su diversidad.
Entre todas las citas relativas a la personalidad, creo que estas tres citas LU 56:4.2, LU 112:0.3 y LU 112:0.12 son las más importantes para tener una idea más clara de lo que es. La personalidad siempre será un misterio para nosotros, seres subabsolutos, porque nunca podremos comprender plenamente al Padre Infinito, pero creo que con la ayuda de estas revelaciones, ¡el velo del misterio se habrá levantado un poco! ■