© 2007 David Kantor
© 2007 The Urantia Book Fellowship
… ningún mortal que conoce a Dios estará nunca solo en su viaje por el cosmos, porque sabe que el Padre camina a su lado en cada etapa del camino, mientras que el camino mismo que atraviesa es la presencia del Supremo. [LU 117:6.27]
… donde el espíritu de Dios enseña y dirige el alma del hombre, allí está en realidad el reino de los cielos. [LU 137:8.9]
En el prefacio de su libro, Un estudio del universo maestro, Bill Sadler comenta: «El Libro de Urantia no está escrito como un libro de texto; está escrito más como una sinfonía. Maravillosos temas de concepto y movimientos de la verdad en desarrollo aparecen y reaparecen a medida que se desarrolla la larga historia. Algunos de los Documentos del libro no son tan fáciles de entender; los movimientos de los armónicos de verdad son más complejos; la melodía no es tan fácil de entender».
Claramente, obtenemos una gran cantidad de conocimiento espiritual cuando participamos en la lectura del libro en oración y adoración. Pero también buscamos claridad de concepto. Agradecemos que nuestra capacidad para diseminar el libro de manera efectiva aumente a medida que adquirimos comprensión intelectual, al igual que nuestra capacidad para reducir la cantidad de errores en nuestras decisiones y acciones. Entendemos que la iluminación de la intuición espiritual está dirigida por el Ajustador y el Espíritu de la Verdad, ya que funcionan «a medida que actúan entre y sobre las ideas, los ideales, las percepciones y los esfuerzos espirituales de los hijos evolutivos de Dios.» [LU 101:1.3] Y sabemos que ayudamos directamente a los esfuerzos de nuestros Ajustadores cuando mejoramos este entorno interior de «ideas, ideales, percepciones y esfuerzos espirituales».
Bill Sadler también comentó que, «Para tratar de lograr una comprensión intelectual de las enseñanzas del libro, nos enfrentamos al problema de diseccionarlo y luego reconstruir sus hechos en más o menos el orden convencional de un libro de texto. »
Sin embargo, diseccionar y reconstruir el texto para un estudio detallado no es un asunto sencillo. Herramientas como el programa Folio Views y el Topical Index son de gran ayuda. Pero si bien nos ayudan a estudiar temas específicos, brindan una ayuda mínima en la tarea de integrar nuestros descubrimientos en una estructura conceptual coherente que abarque el todo. Sería muy útil un diagrama o esquema de todo el texto que muestre las relaciones entre sus muchas construcciones cosmológicas, pero ¿por dónde empezamos? ¿Qué temas son primarios y cuáles subordinados?
La base para el bosquejo del estudio que se propone aquí es la creencia de que la quinta revelación de época es una iluminación y una expansión intelectual del núcleo de la cuarta revelación de época: el evangelio del reino de Jesús; que la presentación del Supremo en El Libro de Urantia es una presentación ampliada del evangelio del reino de Jesús; que la religión de Jesús es participación experiencial en la actualización del Supremo; que el «reino de los cielos» es el término que usó Jesús en referencia a los fenómenos asociados con la supremacía emergente, y que estos son los elementos principales de la quinta revelación de época.
En el documento [LU 170:1.14], los autores se refieren a «siglos de confusión en lo que se refiere al significado de la expresión «el reino de los cielos»». Los conceptos principales de El Libro de Urantia proporcionan aclaración de esta confusión. Para apoyar este punto de vista de El Libro de Urantia, comenzaremos revisando los objetivos de la presente dispensación: la dispensación del Espíritu de la Verdad. Luego haremos una comparación de las enseñanzas de Jesús sobre el surgimiento del reino con las enseñanzas del libro sobre la actualización del Supremo. Esto nos conducirá al desarrollo de un esquema para el estudio progresivo y algunas reflexiones sobre las implicaciones que tiene este modelo para la difusión.
Existe una intrigante similitud entre las enseñanzas sobre el reino de los cielos y la naturaleza del Supremo en proceso de actualización. Ambos se ocupan de los medios por los cuales empezamos a «vivir de acuerdo con la tendencia de los universos; sigui[endo] el camino de la Supremacía que le conduce a alcanzar al Padre Universal»—la religión de Jesús. [LU 118:10.16]
Considere esta descripción de la religión de Jesús:
Para las criaturas materiales, evolutivas y finitas, una vida basada en vivir la voluntad del Padre conduce directamente a alcanzar la supremacía espiritual en el ámbito de la personalidad, y lleva a estas criaturas a avanzar un paso más en la comprensión del Padre-Infinito. Una vida centrada así en el Padre está basada en la verdad, es sensible a la belleza y está dominada por la bondad. La persona que conoce así a Dios está interiormente iluminada por la adoración, y exteriormente consagrada de todo corazón al servicio de la fraternidad universal de todas las personalidades, un ministerio de servicio lleno de misericordia y motivado por el amor, mientras que todas estas cualidades de vida están unificadas en la personalidad evolutiva en unos niveles siempre ascendentes de sabiduría cósmica, de autorrealización, de descubrimiento de Dios y de adoración del Padre. [LU 106:9.12]
¿Es esto de la Parte IV? No. Está tomado del Documento 106, «Niveles de realidad del universo» y se encuentra en una sección titulada «Unificación infinita existencial». ¿Se están refiriendo los autores aquí a una persona que vive en el reino, o a una persona que está participando en la evolución del Supremo? El hecho es que los dos son inseparables y son simplemente formas diferentes de describir el mismo proceso de espiritualización.
Considere el Documento 117, «Dios el Supremo», como la cúspide cosmológica de las enseñanzas espirituales del libro. El primer párrafo de este documento sitúa la enseñanza de Jesús acerca de buscar la voluntad del Padre en un contexto cósmico que se desarrolla ampliamente en otras partes del texto. Todo este documento puede entenderse como el evangelio del reino de Jesús ampliado para convertirse en la base conceptual para una revelación del Supremo; describe el trasfondo cosmológico de la religión de Jesús. Todo el resto del libro es un detalle explicativo y de apoyo.
El Documento 170, «El Reino de los Cielos», articula la misma perspectiva espiritual que el Documento 117 en el contexto de las enseñanzas de Jesús. También se da una breve historia de cómo se desarrollaron estas ideas en nuestro mundo posterior a la terminación prematura y catastrófica de su otorgamiento. Comenzando en [LU 170:5.1] y continuando hasta el final del documento, los reveladores brindan lo que describen como «un pronóstico profético del reino tal como podría evolucionar en la era venidera.» Esto describe lo que se logrará en el curso de la presente dispensación, una tarea que inevitablemente será acelerada por la comprensión ampliada del reino provista por la discusión de la quinta revelación de época sobre la Supremacía.
Parece fundamental que la humanidad comprenda el concepto básico del reino. Los reveladores lo han articulado de tres maneras diferentes, tal vez para atraer a diferentes tipos de mentes. Primero, está la narración de la vida y las enseñanzas de Jesús en la Parte IV y su evangelio del reino. En segundo lugar, está el desarrollo del libro de la cosmología teológica de la Supremacía. En tercer lugar, uno puede comprender mejor la naturaleza de estas realidades leyendo las descripciones de los procesos evolutivos contenidas en las Partes II y III. Cada uno de estos enfoques proporciona una idea del drama cósmico de los procesos evolutivos experienciales, así como los medios de participación mortal.
En [LU 115:7.7], los reveladores señalan: «No se puede comprender plenamente al Ser Supremo sin tomar en consideración su fuente, su función y su destino: sus relaciones con la Trinidad que le dio origen, el universo donde ejerce su actividad y la Trinidad Última como destino inmediato.» Esta declaración describe los límites conceptuales dentro de los cuales se desarrollan la religión de Jesús y su teología cosmológica asociada en El Libro de Urantia.
Las dispensaciones pueden entenderse como «marcos universales» dentro de los cuales se llevan a cabo programas específicos de ministerio planetario. Son contextos administrativos a través de los cuales se gestiona la evolución espiritual progresiva en los universos. Una dispensación se inaugura a través de la visita de un Hijo autootorgador y finaliza cuando los nuevos potenciales revelados en conjunto con el trabajo del Hijo autootorgador se han actualizado lo suficiente como para proporcionar una base conceptual para la próxima dispensación.
Las dispensaciones proporcionan contextos administrativos dentro de los cuales tiene lugar el desarrollo planetario. Todo un grupo de serafines, los ángeles de época, «… están encargados de vigilar y dirigir los asuntos de cada generación tal como están destinados a adaptarse al mosaico de la época en la que se producen». [LU 114:6.5]
Las dispensaciones son herramientas para el manejo celestial de la orientación mortal hacia la carrera de ascensión. Las dispensaciones brindan un contexto en el cual varias agencias del ministerio celestial cultivan la aparición de significados y valores específicos junto con su actualización en las interacciones de la personalidad.
Las dispensaciones son herramientas para administrar los servicios de apoyo planetario. La administración planetaria y los servicios de apoyo espiritual están estructurados para trabajar dentro del contexto de las metas y objetivos de una dispensación en particular: la actualización de los potenciales contenidos dentro del alcance de la revelación asociada.
Las dispensaciones son herramientas para sincronizar los asuntos administrativos de los diferentes mundos asociados con el esquema de ascensión. Los programas de rehabilitación, los mecanismos sociales, los programas educativos, los procedimientos de administración del sistema local y planetario deben planificarse, crearse y ponerse en marcha para que estén listos para los nuevos grupos de peregrinos que llegan de los planetas evolutivos en conjunción con las transiciones de una dispensación a la siguiente.
En Urantia, Miguel inauguró la dispensación del Espíritu de la Verdad otorgado, una «…nueva dispensación en la que el individuo esclavizado emerge del cautiverio del ceremonialismo y del egoísmo, y pasa a la alegría espiritual de la fraternidad y la comunidad de los hijos por la fe, liberados, que pertenecen al Dios vivo.» [LU 179:5.2] El Libro de Urantia es una característica de esta dispensación del Espíritu de la Verdad, «…una dispensación de misericordia y de salvación nueva y mejor para todas las naciones,» [LU 136:1.3] la llamada «_dispensación cristiana.» [LU 195:8.13]
Considere algunas de las fuerzas espirituales que influyen en nuestro mundo y su relación con la presente dispensación.
…el Espíritu de la Verdad vino para ayudar al creyente a atestiguar las realidades de las enseñanzas de Jesús y de su vida tal como la vivió en la carne… [LU 194:2.6]
El Espíritu de la Verdad «está destinado a vivir en el hombre y a exponer de nuevo el mensaje de Jesús para cada nueva generación. Así, cada nuevo grupo de mortales que aparezca sobre la faz de la Tierra tendrá una versión nueva y actualizada del evangelio… » [LU 194:2.1]
El Espíritu de la Verdad «… se otorgó con la finalidad de cualificar a los creyentes para que predicaran más eficazmente el evangelio del reino…» [LU 194:3.5]
Aunque el Espíritu de la Verdad se derrama sobre toda carne, la actividad y el poder de este espíritu del Hijo están casi totalmente limitados por la receptividad personal del hombre a aquello que constituye la suma y la sustancia de la misión del Hijo donador. [LU 34:5.5]
Además del Espíritu de la Verdad, otras agencias celestiales importantes tienen su trabajo estructurado en relación con los objetivos de la dispensación actual.
La Junta de Directores Planetarios «… se ocupa especialmente de supervisar las actividades de este mundo derivadas del hecho de que Miguel experimentó aquí su donación final». [LU 114:2.2]
Los Serafines: Funcionan dentro de los grupos y dentro de las relaciones interpersonales. Su obra está orientada hacia el surgimiento del reino a través de la aparición de la hermandad de los hombres. Funcionan dentro de grupos y dentro de las relaciones interpersonales fomentando la sensibilidad a los valores divinos.
Los Ajustadores del Pensamiento: «Estos Monitores de Misterio ayudan continuamente a establecer el dominio espiritual de Miguel en todo el universo de Nebadon… » [LU 108:4.2]
Los Ajustadores del Pensamiento son el «reino de los cielos dentro de ti». [LU 108:6.2]
El Espíritu Santo del Espíritu Materno Universal: Este circuito espiritual prepara la mente ayudante para la recepción del Ajustador. [LU 108:2.2]
Estas fuerzas espirituales primarias están enfocadas en reforzar e iluminar los significados y valores que emergen como resultado del otorgamiento de Jesús—los elementos fundamentales de la dispensación actual. El Libro de Urantia es una característica de esta dispensación. Sirve a los objetivos principales que persigue el ministerio espiritual en el planeta: el establecimiento del reino, la revelación de la naturaleza de la deidad evolutiva experiencial y el intento de movilizar la participación mortal en esta gran aventura cósmica.
¿Cuánto durará la presente dispensación? Ciertamente, ninguno de nosotros puede responder a esta pregunta. Sin embargo, hay algunas pistas en el texto que debemos considerar. En referencia a su regreso, Jesús les dijo a los apóstoles: «… deberíais comprender que cuando este evangelio del reino haya sido proclamado en el mundo entero para la salvación de todos los pueblos, y cuando la era haya alcanzado su plenitud, el Padre os enviará otra donación dispensacional, o si no, el Hijo del Hombre regresará para juzgar la era.» [LU 176:2.5] Esto implica que el trabajo de la próxima dispensación se construirá sobre una conciencia mundial de al menos los fundamentos del evangelio del reino de Jesús, una conciencia que se logrará durante la presente dispensación.
Dado que gran parte de la administración celestial de nuestro planeta está orientada hacia el refuerzo y el apoyo de los propósitos del otorgamiento de Miguel, será útil si revisamos algunos de esos propósitos.
El propósito principal del otorgamiento de Jesús fue «… inaugurar el reino de los cielos en la tierra y entre los hombres». [LU 122:3.1]
He venido al mundo para revelar a mi Padre y para establecer en la Tierra la fraternidad espiritual de los hijos de Dios, el reino de los cielos. [LU 153:2.4]
Dios es tu Padre, y… mi evangelio no es ni más ni menos que reconocer la verdad, creyéndolo, de que tú eres su hijo. Y yo estoy aquí, viviendo en la carne entre vosotros, para clarificar estas dos ideas con mi vida y mis enseñanzas. [LU 141:4.2]
Jesús veía en la hermandad avanzada e ideal del reino la realización y el cumplimiento de la «voluntad de Dios»… Una vez que concibió así que el reino incluía la voluntad de Dios, se consagró a la causa de hacerlo realidad. [LU 196:0.8]
Si bien estos propósitos del otorgamiento de Miguel parecen muy sencillos, el panorama se amplía si los consideramos en el contexto de los otorgamientos dispensacionales en general. Hay un tema que atraviesa todo el trabajo de otorgamiento de estos Hijos. Los Hijos de otorgamiento están todos activamente involucrados en fomentar la actualización del Supremo.
Cuando los Hijos donadores revelan los nuevos caminos para que los hombres encuentren a Dios, no crean estos senderos que permiten alcanzar la divinidad; iluminan más bien las autovías eternas de progreso que conducen, a través de la presencia del Supremo, hasta la persona del Padre Paradisiaco. [LU 116:4.10]
Los Migueles… contribuyen a revelar y a hacer realidad la personalidad y la soberanía de Dios Supremo en y para los universos del espacio-tiempo. [LU 20:10.4]
[Miguel] se ha identificado eternamente con el Supremo. En esta era del universo, Miguel revela al Supremo y participa en el proceso de hacer que se manifieste la soberanía de la Supremacía. [LU 119:8.7]
Miguel, que es un creador, reveló el amor divino del Padre Creador por sus hijos terrestres. Una vez que han descubierto y recibido este afecto divino, los hombres pueden aspirar a revelar este amor a sus hermanos en la carne. Este afecto de las criaturas es un verdadero reflejo del amor del Supremo. [LU 117:1.8]
Jesús explicó muy claramente que el reino de los cielos era una experiencia evolutiva que empezaba aquí, en la Tierra, y progresaba por medio de etapas sucesivas de vida hasta el Paraíso. [LU 142:7.3]
El Ser Supremo «es el coordinador que sintetiza todas las actividades universales de la criatura y del Creador.» [LU 0:7.9]
La fe de Jesús [proveyó]… de la liberación del yo, escapando a las limitaciones de la conciencia de sí mismo mediante el hecho de alcanzar los niveles cósmicos de la mente Suprema y gracias a la coordinación con los logros de todos los demás seres conscientes de sí mismos… la unión perfeccionada con la Deidad en el Supremo y a través de él… [LU 101:6.13,15]
Mediante este proceso [fomentando una búsqueda de la voluntad del Padre] de cambiar gradualmente la voluntad del hombre, influyendo así en las decisiones humanas, Miguel y sus asociados están cambiando también, de manera gradual pero segura, todo el curso de la evolución humana, tanto social como en otros aspectos. LU 170:4.7
Ahora veamos algunos paralelos muy claros entre las enseñanzas sobre el reino de los cielos y la naturaleza de la Supremacía.
Recuerde la descripción de Jesús de las cinco fases del reino: [LU 170:4.1]: Jesús señaló no menos de cinco fases, o épocas, del reino, y eran:
Estas «fases del reino» describen las repercusiones del dominio progresivo y creciente del Supremo. «… como criatura, la mente asciende a la perfección del logro de la divinidad a través de la integración perfeccionada con el espíritu… por consiguiente, a medida que el Supremo emerge como unificador efectivo de todos estos fenómenos del universo… » [LU 118:10.8]
Considere las siguientes enseñanzas sobre el reino y el Supremo.
El reino se entiende mejor en términos de relaciones familiares; el reino es una familia divina. [LU 142:7.4]; [LU 149:6.8]
… a sus apóstoles siempre les enseñó que el reino abarcaba la experiencia personal del hombre en relación con sus semejantes en la Tierra y con el Padre en el cielo. Sus últimas palabras con respecto al reino siempre eran: «El reino está dentro de vosotros». [LU 170:1.13]
El reino de los cielos es sinónimo de filiación divina. [LU 144:4.3]
El reino es «la hermandad del reino de Dios en el corazón de los hombres». [LU 170:4.1]
Si deseáis de verdad encontrar a Dios, no podréis evitar que nazca en vuestra mente la conciencia del Supremo. Al igual que Dios es vuestro Padre divino, el Supremo es vuestra Madre divina, de quien os alimentáis durante toda vuestra vida como criaturas del universo… [LU 117:6.2]
El alma morontial de un mortal evolutivo es realmente la hija de la acción del Padre Universal a través del Ajustador, y la hija de la reacción cósmica del Ser Supremo, la Madre Universal. [LU 117:6.5]
La dominación del espíritu, que es existencial en los niveles absolutos, se convierte en una experiencia evolutiva en los niveles finitos y en los siete superuniversos. Y esta experiencia la comparten todos del mismo modo, desde el hombre mortal hasta el Ser Supremo. Todos se esfuerzan, se esfuerzan personalmente, por perfeccionarse; todos participan, participan personalmente, en el destino. [LU 116:6.8]
Describió la fase más básica del reino como: «Primera, el reino de Dios en este mundo, el deseo supremo de hacer la voluntad de Dios, el amor desinteresado por los hombres, que produce los buenos frutos de una mejor conducta ética y moral». [LU 170:2.18]
Jesús… proclamó que el reino es la voluntad de su Padre celestial dominante y trascendente en el corazón del creyente… [LU 170:5.19]
El evangelio del reino es «… el deseo supremo de hacer la voluntad del Padre, unido a la alegría suprema de comprender, por la fe, que sois hijos de Dios…» [LU 178:1.11]
El reino de Dios en este mundo [es]… el deseo supremo de hacer la voluntad de Dios. [LU 170:2.16]
En la medida en que hacemos la voluntad de Dios en cualquier lugar del universo donde podamos tener nuestra existencia, el potencial todopoderoso del Supremo se manifiesta un paso más … Dios Supremo se está convirtiendo en la manifestación finita más elevada de la voluntad total de Dios. [LU 117:0.1]
Si todos los habitantes del gran universo consiguieran relativamente alguna vez vivir plenamente la voluntad de Dios, entonces las creaciones del espacio-tiempo se establecerían en la luz y la vida, y el Todopoderoso, el potencial bajo la forma de deidad de la Supremacía, se volvería entonces un hecho mediante la aparición de la personalidad divina de Dios Supremo. [LU 117:0.2]
En la cuarta revelación de época, Jesús enseñó la importancia de las relaciones con nuestros semejantes en nuestra vida terrenal: «Jesús… siempre les enseñó que el reino abarcaba la experiencia personal del hombre en relación con sus semejantes en la Tierra y con el Padre en el cielo». [LU 170:1.13]
La Paternidad de Dios y la hermandad del hombre es el corazón del evangelio.
El reino de los cielos es la comprensión y el reconocimiento del gobierno de Dios en el corazón de los hombres. [LU 141:2.1]
Si creéis en mis palabras, creéis de ese modo en Aquel que me ha enviado, y al creer así en el Padre, os habéis asegurado vuestra posición en la ciudadanía celestial. Si hacéis la voluntad del Padre que está en los cielos, nunca dejaréis de conseguir la vida eterna de progreso en el reino divino. [LU 142:5.2]
El creyente que conoce a Dios experimenta cada vez más el éxtasis y la grandeza de la socialización espiritual a escala del universo —la ciudadanía en el cielo asociada a la realización eterna del destino divino consistente en alcanzar la perfección. [LU 184:4.6]
La quinta revelación de época ilumina las implicaciones de la ciudadanía cósmica en sus enseñanzas sobre nuestras relaciones dentro del Supremo en evolución:
Vosotros, los mortales que vivís actualmente en Urantia y que podéis aspirar a alcanzar el Paraíso y el estado de finalitarios, deberíais comprender que ese destino sólo se puede conseguir porque estáis en el Supremo, formáis parte de él, y por lo tanto estáis participando en el ciclo del crecimiento del Supremo. [LU 117:2.5]
La relación temporal entre el hombre y el Supremo es la base de la moralidad cósmica, la sensibilidad universal al deber, y su aceptación. Se trata de una moralidad que trasciende el sentido temporal del bien y del mal relativos; es una moralidad basada directamente en la apreciación por parte de la criatura consciente de sí misma de una obligación experiencial hacia la Deidad experiencial. [LU 117:4.8]
Podéis acrecentar conscientemente la armonía con el Ajustador… aceptación alegre de la ciudadanía cósmica: el reconocimiento honrado de vuestras obligaciones progresivas hacia el Ser Supremo, la conciencia de la interdependencia del hombre evolutivo y de la Deidad en evolución. Es el nacimiento de la moralidad cósmica y la comprensión naciente del deber universal. [LU 110:3.10]
La relación experiencial con el Ser Supremo es sinónimo de ciudadanía universal. [LU 110:6.16]
Considere las siguientes citas juntas: El reino de los cielos «… es una relación espiritual entre Dios y el hombre.» [LU 134:4.2];
El supremo «… es la personificación de la experiencia del Creador y la criatura.» [LU 117:1.1]
Y estos: «… donde el espíritu de Dios enseña y dirige el alma del hombre, allí está en realidad el reino de los cielos.» [LU 137:8.9] El Supremo «… es la gran avenida por la que las criaturas finitas pasan hacia el interior en busca del Padre, que es amor.» [LU 117:6.3]
Así como estos:
Jesús describió la segunda fase del reino como «… el reino de Dios en el cielo, la meta de los creyentes mortales, el estado en el que el amor a Dios se ha perfeccionado y en el que se hace la voluntad de Dios de manera más divina.» [LU 170:2.19]
En el hombre, la fusión final con el Ajustador interior y la unidad resultante —la síntesis del hombre y de la esencia de Dios en una personalidad— hacen de él, en potencia, una parte viviente del Supremo, y aseguran a este antiguo ser mortal el derecho de nacimiento eterno a perseguir interminablemente la finalidad del servicio universal con y para el Supremo. [LU 101:6.6]
La ley del reino es la obediencia a la voluntad del Padre, la cual produce los frutos del espíritu en vuestra vida personal. [LU 142:1.5]
Los frutos del espíritu son la sustancia del Supremo tal como éste es comprensible en la experiencia humana. [LU 117:6.17]
El reino de Dios está en el corazón de los hombres; y cuando este reino se convierte en una realidad en el corazón de cada individuo de un mundo, entonces el reinado de Dios se ha vuelto real en ese planeta; y ésta es la soberanía conseguida del Ser Supremo. [LU 118:10.17]
En el reino venidero, … interesaos en hacer solamente, en todo momento, la voluntad del Padre que está en los cielos. [LU 137:1.6]
En la medida en que hacemos la voluntad de Dios en cualquier lugar del universo donde podamos tener nuestra existencia, el potencial todopoderoso del Supremo se manifiesta un paso más… Y Dios Supremo se está convirtiendo en la manifestación finita más elevada de la voluntad total de Dios. [LU 117:0.1]
Jesús trató de que sus seguidores usaran «la voluntad de Dios» en lugar de «el reino de Dios» como designador, pero no tuvo éxito. [LU 170:2.11]
… el reino es la voluntad de su Padre celestial, dominante y trascendente, en el corazón del creyente… [LU 170:5.19]
Si todos los habitantes del gran universo consiguieran relativamente alguna vez vivir plenamente la voluntad de Dios, entonces las creaciones del espacio-tiempo se establecerían en la luz y la vida, y el Todopoderoso, el potencial bajo la forma de deidad de la Supremacía, se volvería entonces un hecho mediante la aparición de la personalidad divina de Dios Supremo. [LU 117:0.2]
Jesús enseñó una religión viva que impulsaba a sus creyentes a dedicarse a realizar un servicio amoroso. [LU 170:3.8]
En el tiempo, vosotros los mortales podréis empezar a revelar el Supremo a vuestros semejantes, y podréis acrecentar cada vez más esta revelación a medida que ascendáis hacia el Paraíso. [LU 56:8.4]
El evangelio del reino se ocupa del amor del Padre y del servicio a sus hijos en la Tierra. [LU 193:0.4]
Recordad que todo lo que Dios Padre y sus Hijos Paradisiacos hacen por nosotros, nosotros a nuestra vez y en espíritu tenemos la oportunidad de hacerlo por el Ser Supremo emergente, y en él. La experiencia del amor, de la alegría y del servicio en el universo es mutua. [LU 56:8.3]
El reino es «una vida de rectitud progresiva y de alegría creciente en el servicio cada vez más perfecto de mi Padre que está en los cielos.» [LU 137:8.13]
… la verdadera religión interior del reino tiende a manifestarse infaliblemente, y cada vez más, en las vías prácticas del servicio social. [LU 170:3.8]
… algún día serviréis en todos los universos en vuestra verdadera condición —la de hijos del Dios Supremo de la experiencia e hijos divinos del Padre Paradisiaco de todas las personalidades. [LU 112:7.19]
El amor del Padre sólo puede volverse real para el hombre mortal cuando pasa a través de la personalidad de ese hombre a medida que otorga a su vez este amor a sus semejantes. El gran circuito del amor procede del Padre, pasa de los hijos a los hermanos, y de ahí se dirige al Supremo. El amor del Padre aparece en la personalidad del mortal mediante el ministerio del Ajustador interior. Este hijo que conoce a Dios revela este amor a sus hermanos del universo, y este afecto fraternal es la esencia del amor del Supremo. [LU 117:6.10]
El amor es la regla de vida dentro del reino —la suprema devoción a Dios mientras que amáis a vuestro prójimo como a vosotros mismos. [LU 142:1.4]
Si quieres entrar en el reino, debes tener una justicia que consiste en amor, misericordia y verdad. [LU 140:6.3]
Con que sólo creáis que mi Padre os ama con un amor infinito, ya estáis en el reino de Dios. [LU 137:8.17]
Mi reino está basado en el amor, es proclamado con misericordia y se establece mediante el servicio desinteresado. [LU 155:1.2]
… El supremo… es la gran avenida por la que las criaturas finitas pasan hacia el interior en busca del Padre, que es amor. [LU 117:6.3]
Podéis entrar en el reino de los cielos mediante vuestra fe en la paternidad de Dios, convirtiéndoos así en los hijos de Dios. [LU 142:1.3]
Todos los humanos cuyas almas evolucionan son literalmente los hijos evolutivos de Dios Padre y de Dios Madre, el Ser Supremo. Pero hasta el momento en que el hombre mortal se vuelve consciente en su alma de su herencia divina, esta seguridad de su parentesco con la Deidad debe obtenerla por medio de la fe. [LU 117:6.8]
… el plan del Padre… ha basado el progreso finito en el esfuerzo, los logros de la criatura en la perseverancia, y el desarrollo de la personalidad en la fe. Al ordenar así la evolución experiencial del Supremo, el Padre ha hecho posible que las criaturas finitas puedan existir en los universos y que algún día consigan alcanzar la divinidad de la Supremacía por medio del progreso experiencial. [LU 115:7.2]
La fe es el precio de entrada al reino de los cielos. [LU 137:8.17]
Tome cualquiera de las parábolas de Jesús que comienzan con la frase, «El reino de los cielos es semejante… » y sustituya la palabra «Supremo» por la palabra «reino». Terminarás con algunas hermosas parábolas como, «El Supremo es como un grano de mostaza… » o «El Supremo es como una red de barrido que fue arrojada al mar… » o «El Supremo es como un hombre que sembró buena semilla en su campo… Contempla las implicaciones de estas parábolas en relación con el concepto del Supremo en lugar de «el reino».
Los Ajustadores del Pensamiento también están profundamente comprometidos en fomentar la evolución del Supremo.
… el Ajustador es el secreto para la comprensión personal de la realidad de la existencia del Supremo. [LU 101:6.2]
Los Ajustadores son la voluntad de Dios… y los Creadores Supremos, los hijos de Dios, encarnan personalmente también esa misma voluntad. [LU 108:4.2]
El pasaje en [LU 110:3.6-10] sobre la cooperación con el Ajustador es tanto una reafirmación de la religión de Jesús como una guía para participar en la actualización del Supremo. Note cómo la siguiente cita es paralela a las cinco fases del reino de Jesús citadas anteriormente:
Los primeros tres elementos describen la participación en el reino como lo enseñó Jesús. El elemento número cuatro ilumina y contextualiza los primeros tres con el concepto de supremacía desarrollado en El Libro de Urantia. Vivir la religión de Jesús es participación en el surgimiento del reino y participación en la actualización del Supremo.
… cuando la personalidad de un mortal ascendente se sintoniza finalmente con las directrices divinas de su Ajustador interior, entonces la manifestación del Supremo se vuelve un grado más real en los universos; la divinidad de la Supremacía ha avanzado entonces un paso más hacia su realización cósmica. [LU 117:0.3]
Una vez que apreciamos el grado en que el enfoque principal de El Libro de Urantia es una iluminación y una expansión conceptual de la religión de Jesús, podemos comenzar a pensar en ordenar los contenidos del libro en jerarquías de importancia relativa y secuencias de ideas que pueden desarrollarse progresivamente como un estudio organizado.
En este contexto, es útil considerar El Libro de Urantia como una teología sistemática clásica. Una teología sistemática es una forma literaria, tanto como una sonata es una forma musical o una cuarteta es una forma poética. Una teología sistemática clásica tiene al menos cuatro divisiones principales.
Estas divisiones y los temas que suelen abordar son:
ORGANIZACIÓN DE LOS CONCEPTOS DEL LIBRO DE URANTIA COMO TEOLOGÍA SISTEMÁTICA PARA EL ESTUDIO PROGRESIVO | |
---|---|
1. ¿QUIÉN ES JESÚS? (TEOLOGÍA) JESÚS DE NAZARET REVELACIÓN Y DISPENSACIONES DE ÉPOCA MICHAEL DE NEBADON EL UNIVERSO LOCAL LA CARRERA DE DONACIÓN DE SIETE PARTES EL UNIVERSO DE UNIVERSOS DIOS EL SÉPTUPLE LA TRINIDAD DEL PARAÍSO DEIDAD EXISTENCIAL Y EXPERIENCIAL LOS SIETE ABSOLUTOS DEL INFINITO LA SÉPTUPE NATURALEZA DEL YO SOY EL PADRE UNIVERSAL |
2. CONTEXTO HISTÓRICO (ANTROPOLOGÍA) EVOLUCIÓN GEOLÓGICA EVOLUCIÓN BIOLÓGICA ANTROPOLOGÍA RACIAL MATERIA, MENTE Y ESPÍRITU EVOLUCIÓN SOCIAL Y RELIGIOSA LA REBELIÓN DE LUCIFER LA FALTA ADÁMICA MAQUIVENTA MELQUISEDEC CONDICIONES AL MOMENTO DE LA DONACIÓN DE MIGUEL DOCUMENTO 195—DESPUÉS DE PENTECOSTÉS |
3. LA RELIGIÓN DE JESÚS (CRISTOLOGÍA) EL PADRE UNIVERSAL PERSONALIDAD EN EL UNIVERSO ADORACIÓN Y SERVICIO VOLUNTAD DEL PADRE EL GRAN MANDAMIENTO CIUDADANÍA CÓSMICA LA BÚSQUEDA PARA LA PERFECCIÓN SERVICIO EN LA ETERNIDAD |
4. EL REINO DE LOS CIELOS (ESCATOLOGÍA) EXPERIENCIA ESPIRITUAL PERSONAL EL AJUSTADOR DEL PENSAMIENTO SIGNIFICADOS Y VALORES EL ESPÍRITU DE LA VERDAD ESPÍRITUS MINISTRADORES EL ESQUEMA DE LA ASCENSIÓN ACTUALIZACIÓN DE LO SUPREMO ACTUALES Y POTENCIALES EVENTUACIÓN DEL ÚLTIMO LA PRIMERA TRINIDAD EXPERIENCIAL LA BÚSQUEDA DE DIOS ABSOLUTO SEGUNDA TRINIDAD EXPERIMENTAL LA TRINIDAD DE LAS TRINIDADES |
Viendo El Libro de Urantia de esta manera y categorizando sus enseñanzas según las líneas de una teología sistemática, podemos crear un enfoque de estudio bien organizado. Podemos colocar cada uno de los elementos principales del libro en una de cuatro categorías. En la tabla anterior se muestra un ejemplo del uso de estas categorías y los principales temas que podrían incluirse en ellas. Los temas de cada una de las cuatro categorías están dispuestos en una secuencia de complejidad creciente, lo que sugiere un esquema para un estudio o libro de trabajo progresivo.
Una característica importante de este enfoque es que la sección de cristología, la religión de Jesús, proporciona un esquema para el desarrollo de materiales educativos y de divulgación que no se basan en conceptos y terminología exclusivos de El Libro de Urantia.
Se ha dicho que si desea que las personas acepten una nueva idea, debe asegurarse de que el 80% de lo que les dice sea información que ya conocen, aceptan y tienen sentimientos positivos. Los autores nos dicen que, «El concepto de Jesús está todavía vivo en las religiones avanzadas del mundo». [LU 170:5.17] Se podría hacer que El Libro de Urantia sea más relevante para los buscadores de la verdad con diversos antecedentes religiosos encontrando enseñanzas sobre «el reino» o «el Supremo» en esas otras religiones. Estas enseñanzas deberían reforzarse e iluminarse con conceptos de El Libro de Urantia donde sea apropiado o posible. Los trabajadores del reino astutos y agresivos deberían ser capaces de crear paralelos con la tercera sección anterior a partir de los materiales disponibles en cada una de las principales religiones del mundo.
Este enfoque de la difusión tiene dos ventajas. Proporciona una forma de hacer que las enseñanzas de El Libro de Urantia sean relevantes para los buscadores de la verdad de diversos trasfondos religiosos y ayuda a lograr el objetivo principal del otorgamiento de Jesús y la presente dispensación: la proclamación del reino y la revelación de nuestra participación en la evolución de la deidad experiencial.
A este respecto, es interesante notar el grado en que la sinopsis de las religiones del mundo creada por Jesús y Ganid en el Documento 131 contiene una gran cantidad de referencias al Supremo: unas 22 referencias en total. ¿Es esta una pista proporcionada por los reveladores como un enfoque sugerido para hacer que el evangelio sea relevante para los buscadores de la verdad con antecedentes en estas diversas religiones?
Comenzamos reconociendo el desafío que presenta El Libro de Urantia cuando se trata de emprender un estudio exhaustivo de su contenido. Identificamos la naturaleza primaria del libro como una expansión cosmológica y teológica del evangelio del reino de Jesús. Esto nos permitió proyectar un enfoque de estudio basado en la organización de los temas principales del libro en una de cuatro categorías a lo largo de las líneas de una teología sistemática.
Por supuesto, la validez de cualquier idea como esta sólo puede probarse por su utilidad o falta de ella cuando se aplica a la tarea para la que está destinada. Si las ideas presentadas aquí brindan aunque sea una ligera ventaja en el estudio, se habrá dado otro pequeño paso en el interminable camino de descubrimiento y servicio que se extiende ante nosotros; un camino que conduce más allá del horizonte limitado de nuestras vidas mortales hacia las brumas de la eternidad.
Como dijo el Maestro a sus apóstoles, «… ahora es nuestro deber someternos a la voluntad del Padre y obedecer humildemente saliendo a ejecutar su mandato en la Tierra.» [LU 138:7.1]
David Kantor ha sido estudiante de El Libro de Urantia desde 1968 y ha sido miembro del Consejo General y del Comité Ejecutivo de la Fraternidad. Con experiencia profesional en el desarrollo de software técnico, actualmente gestiona el desarrollo de los recursos de TI de la Fraternidad y el sitio web en www.urantiabook.org.
«Conocer a nuestros hermanos y hermanas, comprender sus problemas y aprender a amarlos, es la experiencia suprema de la vida». [LU 130:2.6]