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Debes aprender que la expresión de incluso un buen pensamiento debe ser modulada de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo espiritual del oyente.
Melquisedec había advertido a sus seguidores que enseñaran acerca del único Dios, el Padre y Creador de todo, y que predicaran solo el evangelio del favor divino a través de la fe solamente. Pero a menudo ha sido el error de los maestros de la nueva verdad intentar demasiado, intentar suplantar la evolución lenta por una revolución repentina.
La debilidad de la doctrina del gran Ikhnaton residía en el hecho de que proponía una religión tan avanzada que sólo los egipcios cultos podían comprender plenamente sus enseñanzas.
La religión judía persistió también debido a sus instituciones. Es difícil que la religión sobreviva como práctica privada de individuos aislados. Este siempre ha sido el error de los líderes religiosos: al ver los males de la religión institucionalizada, buscan destruir la técnica de funcionamiento del grupo. En lugar de destruir todo ritual, harían mejor en reformarlo.
El énfasis excesivo en la personalidad de Jesús en la teología del cristianismo ha oscurecido sus enseñanzas, y todo esto ha hecho que sea cada vez más difícil para los judíos, mahometanos, hindúes y otros religiosos orientales aceptar las enseñanzas de Jesús.
Los maestros de la religión de Jesús deben acercarse a otras religiones con el reconocimiento de las verdades que tienen en común (muchas de las cuales provienen directa o indirectamente del mensaje de Jesús) mientras se abstienen de poner tanto énfasis en las diferencias.
El cristianismo está amenazado por una muerte lenta por el formalismo, el exceso de organización, el intelectualismo y otras tendencias no espirituales.
Sin embargo, a la larga podemos confiar en dos realidades universales por excelencia: «Todas las cosas ayudan a bien en aquellos que aman a Dios», y de la revelación de Urantia, «… la revelación de Dios al mundo, en y a través de Jesús, no fallará.» Lo que ahora se necesita es un ejército voluntario de buscadores de la verdad que vayan «hasta el final» viviendo como Jesús vivió—primero en casa, luego en el extranjero—mientras permanezcan seguros en el conocimiento de que «todas las cosas trabajen juntos para el bien», y «la revelación de Dios al mundo, en y por medio de Jesús, no fallará».