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© 2018 Association Francophone des Lecteurs du Livre d'Urantia
El contenido del Libro de Urantia es totalmente diferente a cualquier otra enseñanza, es intelectual por el suministro de nueva información, olvidada o faltante en nuestro planeta, moroncial por la presentación de nuevos conceptos sobre la Deidad y organización del universo, y espiritual por una Presentación renovada de la verdad a lo largo del libro y de la vida y enseñanzas de Jesús. Los autores han reunido en un libro de más de 2.100 páginas una colección de 197 fascículos organizados lógicamente de lo trascendente a lo inmanente, presentados como cursos que tratan cada vez de temas independientes pero vinculados que forman un gigantesco rompecabezas.
«2. La religión revelada. La actitud hacia el universo que procede del espíritu; la seguridad y la creencia de que las realidades eternas se conservan, de que la personalidad sobrevive y de que finalmente se alcanza la Deidad cósmica, cuyo propósito ha hecho posible todo esto. Tarde o temprano, la religión evolutiva está destinada a recibir la expansión espiritual de la revelación; esto forma parte del plan del universo.» ([LU 101:5.4)
El Libro de Urantia es una de esas revelaciones:
«5. Los documentos de Urantia. Los documentos, de los cuales éste mismo forma parte, constituyen la presentación más reciente de la verdad a los mortales de Urantia. Estos documentos difieren de todas las revelaciones anteriores, ya que no son el trabajo de una sola personalidad del universo, sino una presentación compuesta realizada por numerosos seres. Pero ninguna revelación puede ser nunca completa hasta que no se alcanza al Padre Universal. Todos los demás ministerios celestiales no son más que parciales, transitorios y prácticamente adaptados a las condiciones locales en el tiempo y el espacio. Aunque una confesión como ésta quizás pueda reducir la fuerza y la autoridad inmediatas de todas las revelaciones, ha llegado la hora en que es conveniente hacer estas sinceras declaraciones incluso a riesgo de debilitar la influencia y la autoridad futuras de esta obra, que es la revelación más reciente de la verdad para las razas mortales de Urantia.» ([LU 92:4.9)
El objetivo que los reveladores se han fijado se indica en el segundo párrafo de la Introducción: “expandir la conciencia cósmica y mejorar la percepción espiritual. » ¿Pero qué significa esta afirmación?
La conciencia es un proceso mental que proporciona un marco conceptual dentro del cual el hombre puede tener una experiencia significativa con el cosmos. [ LU 16:8.6]
«Presentar al intelecto mortal esta idea de un YO SOY infinito comporta muchos factores de peligro, ya que este concepto está tan alejado de la comprensión experiencial humana que ocasiona una grave deformación de los significados y una idea falsa de los valores. Sin embargo, el concepto filosófico del YO SOY proporciona a los seres finitos una base para intentar acceder a la comprensión parcial de los orígenes absolutos y de los destinos infinitos. Pero en todos nuestros esfuerzos por dilucidar la génesis y la fructificación de la realidad debemos indicar claramente que, en todo lo referente a los significados y valores de la personalidad, este concepto del YO SOY es sinónimo de la Primera Persona de la Deidad, el Padre Universal de todas las personalidades. Sin embargo, este postulado del YO SOY no es tan fácil de identificar en los ámbitos no deificados de la realidad universal.» ([LU 105:1.2)
Debemos reconocer que este marco es un andamiaje evolutivo y personal, que es el resultado de nuestra genética, nuestra educación, nuestra forma de percibir las cosas, nuestras experiencias y nuestros sentimientos: la calidad de nuestro pensamiento depende de estos factores pero. no sólo es necesario el aporte de la revelación, ya sea personal o periódica.
La Conciencia Cósmica implica el reconocimiento de una “Primera Causa”, nuestro Padre Universal, la personalización de la Primera Fuente-Centro. [LU 0:2.2]. Los reveladores nos dicen que:
«El hombre mortal está pasando en Urantia por una gran era de expansión de los horizontes y de ampliación de los conceptos, y la evolución de su filosofía cósmica debe acelerarse para mantenerse al mismo ritmo que la expansión del campo intelectual del pensamiento humano. A medida que se amplía la conciencia cósmica del hombre mortal, éste percibe la estrecha vinculación existente entre todo lo que encuentra en su ciencia material, su filosofía intelectual y su perspicacia espiritual. Sin embargo, junto con toda esta creencia en la unidad del cosmos, el hombre se percata de la diversidad de todo lo que existe. A pesar de todos los conceptos relacionados con la inmutabilidad de la Deidad, el hombre se da cuenta de que vive en un universo en constante cambio y en crecimiento experiencial. A pesar de que el hombre comprende que los valores espirituales sobrevivirán, siempre tiene que contar con las matemáticas y las prematemáticas de la fuerza, la energía y la potencia.» ([LU 104:3.2)
La expansión de la conciencia cósmica entre los habitantes de Urantia es inevitable, forma parte del plan de progresión de nuestro planeta. Desde la encarnación de Jesús en Urantia, todo ser humano de mente normal es sensible al Espíritu de Verdad de Jesús y recibe un Ajustador del Pensamiento, la presencia del Padre dentro de cada uno de nosotros, que nos hace conscientes de Dios. Quienes dicen ser ateos o agnósticos prueban con este mismo hecho que son conscientes de ello. Esto nos lleva a afirmar que cualquier buscador de la verdad honesto y de buena fe, de cualquier fe o nación, ya sea analfabeto o educado, puede exponerse a las enseñanzas de la revelación y beneficiarse de la expansión de su marco conceptual y de su conciencia cósmica.
«El misterio divino consiste en la diferencia inherente que existe entre lo finito y lo infinito, lo temporal y lo eterno, la criatura espacio-temporal y el Creador Universal, lo material y lo espiritual, la imperfección del hombre y la perfección de la Deidad del Paraíso. El Dios del amor universal se manifiesta infaliblemente a cada una de sus criaturas hasta la plenitud de la capacidad de esa criatura para captar espiritualmente las cualidades de la verdad, la belleza y la bondad divinas.» ([LU 1:4.5)
La sección 4 del Documento 101 describe con precisión la contribución de la revelación:
«La verdad puede ser sólo relativamente inspirada, aunque la revelación sea invariablemente un fenómeno espiritual. Las afirmaciones referentes a la cosmología nunca son inspiradas, pero estas revelaciones tienen un inmenso valor ya que al menos clarifican transitoriamente los conocimientos mediante:»
- La reducción de la confusión, eliminando con autoridad los errores.
- La coordinación de los hechos y de las observaciones conocidos o a punto de ser conocidos.
- El restablecimiento de importantes fragmentos de conocimientos perdidos relacionados con acontecimientos históricos del pasado lejano.
- El suministro de una información que colma las lagunas vitales existentes en los conocimientos adquiridos de otras maneras.
- La presentación de unos datos cósmicos de tal forma que ilumine las enseñanzas espirituales contenidas en la revelación que las acompaña. (LU 101:4.5-10)
Gracias al aporte de los elementos de revelación, presentados anteriormente, el marco conceptual en el que se desarrolla nuestra conciencia accede a nuevos conocimientos, liberándonos así de la tautología en la que estamos encerrados.
Una vez que comienza el proceso de ampliación del marco conceptual, la Verdad libera el pensamiento del hombre de las cadenas de la ignorancia y los prejuicios para elevarlo a niveles crecientes de calidad donde puede discernir nuevos significados e integrar nuevos significados más altos. Sin embargo, en lo que respecta a la clarividencia, el reconocimiento de los valores morales y el discernimiento de los significados espirituales la mente por sí sola no es suficiente, no crea valores reales, lo único que puede hacer es descubrir, reconocer, interpretar y elegir. Afortunadamente, y debemos creerlo, el Divino Consejero nos revela que:
«Conocemos plenamente las dificultades de nuestra misión; reconocemos la imposibilidad de traducir completamente el lenguaje de los conceptos de la divinidad y de la eternidad a los símbolos lingüísticos de los conceptos finitos de la mente mortal. Pero sabemos que un fragmento de Dios vive en la mente humana y que el Espíritu de la Verdad reside con el alma humana; y sabemos también que estas fuerzas espirituales conspiran para permitir que el hombre material capte la realidad de los valores espirituales y comprenda la filosofía de los significados universales. Pero sabemos incluso con mayor seguridad que estos espíritus de la Presencia Divina son capaces de ayudar al hombre para que se apropie espiritualmente de toda verdad que contribuya a realzar la realidad siempre en progreso de la experiencia religiosa personal —la conciencia de Dios.» ([LU 0:12.13)
«Así pues, parece ser que todo progreso humano se efectúa mediante una técnica de evolución revelatoria conjunta.» ([LU 196:3.15)
Esta técnica se llama espiritualización de la mente y así la describe el Divino Consejero:
«En la experiencia interior del hombre, la mente está unida a la materia. Estas mentes vinculadas a la materia no pueden sobrevivir a la muerte física. La técnica de la supervivencia está incluida en aquellos ajustes de la voluntad humana y en aquellas transformaciones en la mente mortal mediante los cuales ese intelecto consciente de Dios se deja enseñar gradualmente por el espíritu y se deja conducir finalmente por él. Esta evolución de la mente humana desde la asociación con la materia hasta la unión con el espíritu tiene como resultado la transmutación de las fases potencialmente espirituales de la mente mortal en las realidades morontiales del alma inmortal. La mente mortal subordinada a la materia está destinada a volverse cada vez más material y, en consecuencia, a sufrir la extinción final de la personalidad; la mente sometida al espíritu está destinada a volverse cada vez más espiritual y a alcanzar finalmente la unidad con el espíritu divino que sobrevive y la guía, consiguiendo de esta manera la supervivencia y la existencia eterna de la personalidad.» ([LU 1:3.7)
Este es un proceso instalado por nuestro Ajustador del Pensamiento.
- La capacidad intelectual para conocer a Dios —la conciencia de Dios{14}.
- La capacidad intelectual para conocer a Dios —la conciencia de Dios{14}.
- La capacidad intelectual para conocer a Dios —la conciencia de Dios{14}. (LU 1:2.4)
Pero corresponde a la personalidad iniciar su funcionamiento porque:
«El Padre Universal no impone nunca ninguna forma de reconocimiento arbitrario, de adoración formal, ni de servicio servil a las criaturas volitivas inteligentes de los universos. Los habitantes evolutivos de los mundos del tiempo y del espacio deben reconocerlo, amarlo y adorarlo voluntariamente —en su propio corazón— por sí mismos. El Creador se niega a coaccionar el libre albedrío espiritual de sus criaturas materiales o forzarlas a que se sometan. La dedicación afectuosa de la voluntad humana a hacer la voluntad del Padre es el regalo más selecto que el hombre puede hacerle a Dios; de hecho, una consagración así de la voluntad de la criatura constituye el único obsequio posible de verdadero valor que el hombre puede hacerle al Padre Paradisiaco. En Dios, el hombre vive, se mueve y tiene su existencia{5}; no hay nada que el hombre pueda darle a Dios, salvo esta elección de someterse a la voluntad del Padre, y estas decisiones, efectuadas por las criaturas volitivas inteligentes de los universos, constituyen la realidad de esa verdadera adoración que tanto satisface la naturaleza del Padre Creador, dominada por el amor.» ([LU 1:1.2)
Esta segunda fase es personal, se desarrolla en la vida interior y es validada por la experiencia personal. Depende esencialmente de la motivación de la personalidad para responder positivamente a la guía del Ajustador del Pensamiento deseando de todo corazón hacer la voluntad del Padre Universal.
Reconozcamos todos, con toda humildad, que ciertas enseñanzas del Libro de Urantia son complejas, que la terminología utilizada desanima a muchos nuevos lectores y que surge una necesidad legítima de compartir su contenido con otros lectores para poder progresar en su comprensión.
El gobierno planetario sobrehumano que supervisó la revelación lo sabía bien y por eso la autorización para publicar El Urantia , estuvo acompañada de algunos consejos, recibidos por la comisión de contacto y agrupados en un documento llamado [ “El Mandato de Publicación”] (/es/article/The_Publication_Mandate). [Carolyn Kendall: Una historia del libro de Urantia]
Los dos extractos que aquí nos interesan son los siguientes:
“… Se ofreció una publicación temprana del Libro para que estuviera disponible para la formación de líderes y docentes. Su disponibilidad también es necesaria para atraer la atención de las personas ricas, a quienes, por lo tanto, se les podría alentar a proporcionar recursos para la traducción a otros idiomas. »
“…El Libro se entrega a quienes están preparados para recibirlo, mucho antes del día de su misión mundial. Se deben establecer miles de grupos de estudio y el Libro debe traducirse a muchos idiomas. Así, el Libro estará listo cuando finalmente gane la batalla del hombre por la libertad y el mundo se encuentre una vez más seguro para la religión de Jesús y para la libertad de la humanidad.
Se hace evidente que la creación de grupos de estudio resulta esencial, no sólo como lugar privilegiado de intercambio para profundizar y practicar las enseñanzas, sino también para desarrollar la fraternidad social de los creyentes en la revelación. No me detendré en la constitución y funcionamiento de un grupo de estudio que ha sido objeto de numerosos artículos, incluido el que presenté en 2014 y que podréis encontrar en la siguiente dirección: https://www.urantia.org/sites/default/files/docs/etude-approfondie-du-livre-durantia-engroupe-detude.pdf
Sin embargo, la experiencia demuestra que un grupo de estudio intelectualmente satisfactorio, espiritualmente motivador y personalmente atractivo debe cumplir ciertos requisitos y exhibir ciertas cualidades. La disciplina en el estudio, la asistencia regular y la organización con respeto hacia las personas van de la mano con el establecimiento de un círculo de confianza basado en el amor desinteresado y el no juzgar. Son un lugar para compartir y una amistad sincera y no un ámbito intelectual donde compiten egos mal controlados.
Es legítimo plantearse la pregunta: ¿es deseable, o incluso necesario, formar lectores veteranos para que lideren grupos de estudio?
Antes de responder esta pregunta, veamos lo que sucedió durante las revelaciones anteriores.
La primera revelación: Caligastia, nuestro Príncipe Planetario, había establecido un sistema educativo compuesto por diez comisiones encabezadas por cien personas sobrehumanas de Jerusem.
«Cada una de las diez comisiones planetarias se dedicó a hacer avanzar, de manera lenta y natural, los intereses que se les habían confiado. Su plan consistió en atraer a las mejores inteligencias de las tribus circundantes, y después de haberlos enseñado, enviarlos de vuelta a sus pueblos respectivos como emisarios del progreso social.» ([LU 66:6.4)
Entonces hubo instructores-maestros. El Melquisedec nos informa que:
«Cada una de las diez comisiones planetarias se dedicó a hacer avanzar, de manera lenta y natural, los intereses que se les habían confiado. Su plan consistió en atraer a las mejores inteligencias de las tribus circundantes, y después de haberlos enseñado, enviarlos de vuelta a sus pueblos respectivos como emisarios del progreso social.» ([LU 66:6.4)
Lamentablemente sabemos lo que pasó con Caligastia y su caída supuso el fin de la educación progresista de las tribus vecinas.
La segunda revelación: la pareja adámica también instaló escuelas adámicas en el Jardín del Edén para educar a los niños nacidos en el jardín así como a los niños que venían de fuera.
«Los hijos de Adán vivían y trabajaban «al este del Edén»{5}, excepto durante los cuatro años que asistían a las escuelas del oeste. Recibían una formación intelectual según los métodos de las escuelas de Jerusem hasta que tenían dieciséis años. Desde los dieciséis hasta los veinte se instruían en las escuelas de Urantia al otro extremo del Jardín, donde también ejercían como profesores en los cursos inferiores.» ([LU 74:7.1)
Aquí nuevamente sabemos lo que pasó con la pareja adámica y, una vez más, el intento fracasó por falta de paciencia y discernimiento. Tenga en cuenta, sin embargo, que las escuelas adámicas requerían maestros.
La tercera revelación: Melquisedec, desde su encarnación en Urantia, organizó escuelas en Salem según el modelo del antiguo sistema desarrollado por los primeros Setitas del segundo jardín. Allí enseñó los elementos de la verdad revelada.
«Melquisedek continuó durante algunos años enseñando a sus estudiantes y preparando a los misioneros de Salem, que penetraron en todas las tribus de los alrededores, especialmente en Egipto, Mesopotamia y Asia Menor. A medida que pasaban las décadas, estos educadores se alejaron cada vez más de Salem, llevando con ellos el evangelio de Maquiventa sobre la creencia y la fe en Dios.» ([LU 93:7.1)
Notemos aquí que los instructores y misioneros fueron especialmente capacitados para difundir, por todo el mundo civilizado de la época, la enseñanza del único Dios.
La cuarta revelación: Jesús de Nazaret, durante su vida adulta, enseñó a sus apóstoles, discípulos y contemporáneos toda la verdad que eran capaces de comprender y asimilar. Lo hizo en privado durante su viaje por el Mediterráneo y en público tras su bautismo. Está claro que su propósito era formar y formar personas para predicar el Evangelio en todo el mundo después de su resurrección y salida de Urantia. Varios fascículos tratan de la cuidadosa organización establecida por Jesús para capacitar a los doce para su tarea de “mensajeros del reino” (Ver fascículo 138). La pedagogía de su enseñanza se basó en dos principios que se ilustran a continuación:
«La semana siguiente fue consagrada a un programa de intensa formación. Cada día, los seis nuevos apóstoles se ponían en manos de quienes los habían propuesto respectivamente para efectuar un repaso completo de todo lo que habían aprendido y experimentado como preparación para el trabajo del reino. Los primeros apóstoles analizaban cuidadosamente, en beneficio de los seis más nuevos, las enseñanzas dadas por Jesús hasta ese momento. Por la noche, todos se reunían en el jardín de Zebedeo para recibir la instrucción de Jesús.» ([LU 138:6.1)
«Aunque la enseñanza pública de Jesús consistía principalmente en parábolas y en discursos breves, instruía invariablemente a sus apóstoles mediante preguntas y respuestas. Durante sus discursos públicos posteriores, siempre se interrumpía para responder a las preguntas sinceras.» ([LU 138:8.10)
Nos centraremos más en la pedagogía utilizada por Jesús en su enseñanza. Aunque las condiciones materiales y culturales que prevalecen hoy son diferentes de las de la época de Jesús, especialmente gracias a la imprenta y a los avances científicos, los principios de la enseñanza y la formación se utilizan universalmente en nuestro universo local.
La quinta revelación: aunque es una revelación de época, se diferencia de las anteriores en que se nos presenta en forma de libro escrito por numerosos seres y no bajo la apariencia de una personalidad supramaterial. Esta distinción es importante desde la perspectiva de su difusión en Urantia.
«Pero sin tener en cuenta sus conexiones o derivaciones aparentes, las religiones reveladas siempre están caracterizadas por una creencia en alguna Deidad de valor final y en algún concepto de la supervivencia de la identidad de la personalidad después de la muerte.» ([LU 92:4.2)
La enseñanza, traída por revelaciones anteriores sobre Urantia, fue presentada por un individuo o una pareja. Fue necesario formar y formar personalidades humanas cuya misión fuera establecerse entre las razas de la época y compartir las enseñanzas de forma oral de persona a persona. Naturalmente, estas enseñanzas se distorsionaron a medida que generaciones de narradores se sucedieron. Por eso todavía hoy encontramos tantas religiones y filosofías en Urantia.
«Vosotros que hoy disfrutáis de las ventajas del arte de la imprenta, no podéis comprender muy bien lo difícil que era perpetuar la verdad durante estos tiempos antiguos, y lo fácil que resultaba perder de vista una nueva doctrina de una generación a la siguiente. La nueva doctrina siempre tenía tendencia a ser absorbida por el conjunto más antiguo de enseñanzas religiosas y de prácticas mágicas. Una nueva revelación siempre se contamina con las creencias evolutivas más antiguas.» ([LU 93:7.4)
Es interesante observar que nuestro planeta sigue un rumbo atípico muy diferente al plan normal de las épocas planetarias de los mundos evolutivos. El folleto 52 nos dice que todas estas eras son inauguradas por personalidades y no se menciona ninguna revelación en forma de libro. ¿Somos el único planeta que ha inventado la imprenta que permite la difusión a gran escala del conocimiento?
El hecho de que la revelación sea un libro cambia un poco la estrategia de difusión pero no la naturaleza de la enseñanza. La verdad relativa a nuestro tiempo está formalizada y accesible a cualquier buscador de la verdad que se tome la molestia de estudiarla. Los reveladores están siempre presentes y accesibles a través de sus escritos. Ellos son nuestros verdaderos maestros a quienes siempre podemos llamar. Su misión es expandir nuestra conciencia cósmica y mejorar nuestra percepción espiritual.
«Ésta es la esencia de la larguísima lucha de los pueblos de la Tierra por establecer la civilización desde la época de Adán. La cultura de hoy en día es el resultado neto de esta ardua evolución. Antes del descubrimiento de la imprenta, el progreso era relativamente lento porque los hombres de una generación no podían beneficiarse tan rápidamente de los logros de sus predecesores. Pero actualmente la sociedad humana se lanza hacia adelante con la fuerza del impulso acumulado de todas las épocas durante las cuales ha luchado la civilización.» ([LU 81:6.44)
Sin embargo, debido a la naturaleza compleja de ciertos aspectos de El libro de Urantia, la asistencia de lectores veteranos se convierte en una ayuda valiosa para organizar y hacer avanzar los grupos de estudio.
Conclusión: Queda claro que la formación y formación de maestros humanos constituye el método preferido para difundir las enseñanzas de cualquier revelación de época. Esto no es sorprendente porque es uno de los elementos del servicio social y de la fraternidad. ¿Qué podría ser más noble y satisfactorio que ayudar a un compañero a acercarse a Dios mediante un servicio amoroso y desinteresado? “La espiritualidad indica inmediatamente tu cercanía a Dios y el alcance de tu utilidad para tus compañeros.” [LU 100:2.4]
Sin duda, Jesús es el modelo ideal: El educador ideal es Jesús y es él quien debe inspirar a toda persona que sienta el deseo sincero de investirse como líder-maestro. Jesús era la verdad y no fue sólo a través de sus enseñanzas sino también a través de la vida que vivió en Urantia quien educó y capacitó a sus apóstoles y discípulos. A la gente corriente de su época le encantaba estar en su presencia y escuchar sus enseñanzas transformadoras porque su personalidad irradiaba un encanto espiritual atractivo y tranquilizador. Basta releer el apartado 7 del cuadernillo 100 para comprender esta personalidad tan bien unificada de la que he aquí el primer párrafo:
«Aunque el mortal medio de Urantia no puede esperar alcanzar la elevada perfección de carácter que adquirió Jesús de Nazaret mientras permaneció en la carne, a todo creyente mortal le es totalmente posible desarrollar una personalidad fuerte y unificada según el modelo perfeccionado de la personalidad de Jesús. La característica incomparable de la personalidad del Maestro no era tanto su perfección como su simetría, su exquisita unificación equilibrada. La presentación más eficaz de Jesús consiste en seguir el ejemplo de aquel que dijo, mientras hacía un gesto hacia el Maestro que permanecía de pie delante de sus acusadores: «¡He aquí al hombre!»{4}» ([LU 100:7.1)
Otro rasgo característico de la pedagogía de Jesús fue la justicia que conduce al servicio desinteresado.
««Dejadme expresar enérgicamente esta verdad eterna: Si gracias a vuestra coordinación con la verdad, aprendéis a manifestar en vuestra vida esta hermosa integridad de la rectitud, entonces vuestros semejantes os buscarán para conseguir lo que habéis adquirido así. La cantidad de buscadores de la verdad que se sentirán atraídos hacia vosotros representa la medida de vuestra dotación de la verdad, de vuestra rectitud. La cantidad de mensaje que tenéis que llevar a la gente es, en cierto modo, la medida de vuestro fracaso en vivir la vida plena o recta, la vida coordinada con la verdad».» ([LU 155:1.5)
«Por eso es evidente que la verdadera religión interior del reino tiende a manifestarse infaliblemente, y cada vez más, en las vías prácticas del servicio social. Jesús enseñó una religión viva que impulsaba a sus creyentes a dedicarse a realizar un servicio amoroso{39}. Pero Jesús no puso la ética en el lugar de la religión. Enseñó la religión como causa, y la ética como resultado.» ([LU 170:3.8)
«La rectitud de cualquier acto debe ser medida por el móvil; las formas más elevadas del bien son por tanto inconscientes. Jesús no se interesó nunca por la moral o la ética como tales. Se ocupó completamente de esa comunión interior y espiritual con Dios Padre que se manifiesta exteriormente de manera tan cierta y directa en el servicio amoroso a los hombres. Enseñó que la religión del reino es una experiencia personal auténtica que nadie puede reprimir dentro de sí mismo; que la conciencia de ser un miembro de la familia de los creyentes conduce inevitablemente a practicar los preceptos de la conducta familiar, el servicio a los propios hermanos y hermanas, en un esfuerzo por realzar y ampliar la fraternidad.» ([LU 170:3.9)
¿Qué debemos esperar de un líder docente?
Vivir el Evangelio de Jesús es llegar a ser como Jesús. Ésta es la clave para convertirse en un maestro buscado y apreciado porque el amor es atractivo e inspirador. Insistimos nuevamente en que la persona debe sentirse llamada desde dentro a ser maestro, debe estar movida por el deseo sincero de servir. Hay muchas otras maneras de ingresar al servicio social desinteresado, pero seamos realistas, ésta es exigente. Estas son también algunas cualidades deseables en un maestro:
Humilde, es decir tener una conciencia normal de la propia pequeñez. Ésta es una cualidad fundamental de un buen profesor: debe seguir siendo enseñable.
Trabajador, actúa en nombre del Padre Universal, trabaja para Dios Supremo, es compañero de Miguel y hermano de los ángeles.
Responsable, debe ser consciente de ser actor de la revelación de los tiempos y, como tal, está asociado con las fuerzas espirituales que cuentan con él.
De buen carácter, es paciente y sufrido, tiene una fe inquebrantable en medio de las vicisitudes de la vida diaria.
En términos de conocimiento, un dominio completo y sintético de las cuatro partes del Libro de Urantia adquirido a través de muchos años de exposición a las enseñanzas, así como de la meditación, la maduración y el intercambio de experiencias personales con otros buscadores de verdades dentro de grupos de lectura y estudio.
«26. El conocimiento sólo se posee compartiéndolo; es salvaguardado por la sabiduría y se socializa por medio del amor.» ([LU 48:7.28)
También se espera que el docente tenga un buen sentido de organización.
Hoy, la verdad revelada se nos presenta en forma de libro: El Libro de Urantia. Se han agregado nuevos conceptos como Supremacía, personalizaciones de la Deidad y enseñanzas cósmicas para expandir nuestra conciencia cósmica y mejorar nuestra percepción espiritual.
«No es suficiente con que los mortales ascendentes conozcan algo sobre las relaciones de la Deidad con la génesis y las manifestaciones de la realidad cósmica; también deberían comprender algo acerca de las relaciones que existen entre ellos mismos y los numerosos niveles de realidades existenciales y experienciales, de realidades potenciales y actuales. La orientación del hombre en la Tierra, su perspicacia cósmica y la dirección de su conducta espiritual se vuelven más elevadas gracias a una mejor comprensión de las realidades del universo y de sus técnicas de interasociación, integración y unificación.» ([LU 106:0.1)
La de Jesús. La enseñanza practicada por las religiones evolucionistas consiste en formatear la mente del creyente según un rígido sistema de creencias establecidas, interpretadas por profesionales de la fe y dominadas por la autoridad religiosa establecida. Es muy difícil salir porque la presión de la comunidad es muy fuerte. El que cuestiona el dogma donde la doctrina se vuelve paria y se excluye de la comunidad. Esto era cierto en la época de Jesús pero, lamentablemente, también lo es en nuestro tiempo, hasta el punto de que muchos buscadores de la verdad se están alejando de las religiones establecidas.
La pedagogía de Jesús es todo lo contrario, él verdaderamente revolucionó la forma de enseñar la verdad sobre el reino de los cielos y el Padre Universal al introducir un método de enseñanza basado en el diálogo inteligente en un ciclo de preguntas-respuestas-compartir que permite a sus contemporáneos pensar por sí mismos. y descubrir por sí mismos las verdades que liberan de la esclavitud religiosa. Respondiendo a las preguntas de sus oyentes, el Maestro siempre buscó aclarar sus pensamientos confusos, corregir de manera positiva sus errores de interpretación, animándolos siempre a vivir conforme a su enseñanza para que pudieran ser verdaderos educadores y embajadores de este nuevo reino que pronto proclamarían. El uso de parábolas ilustró y profundizó sus instrucciones de una manera pictórica que todos podían entender al despertar su imaginación.
Una vez instruidos, Jesús envió a sus apóstoles y discípulos, de dos en dos, a compartir la enseñanza que habían recibido del Maestro con la gente de los pueblos y campos de los alrededores que aceptaron recibirlos.
«La verdad revelada, la verdad descubierta personalmente, es la delicia suprema del alma humana; es la creación conjunta de la mente material y del espíritu interior. La salvación eterna de este alma que discierne la verdad y que ama la belleza, está asegurada por ese hambre y esa sed de bondad que conducen a este mortal a desarrollar una sola finalidad, la de hacer la voluntad del Padre, encontrar a Dios y volverse como él. Nunca existe conflicto entre el verdadero conocimiento y la verdad. Puede haber conflicto entre el conocimiento y las creencias humanas, las creencias teñidas de prejuicios, deformadas por el miedo y dominadas por el terror de tener que afrontar los nuevos hechos de los descubrimientos materiales o de los progresos espirituales.» ([LU 132:3.4)
Cómo utilizar la pedagogía de Jesús.
Esta pedagogía universal proviene directamente de las escuelas y universidades de los mundos domésticos del universo local. Podemos utilizarlo adaptándolo a la situación actual. Ciertamente, ya no nos beneficiamos de la presencia física de Jesús, la cuarta revelación de época, pero podemos contar con su Espíritu de Verdad. Los autores de El Libro de Urantia, la quinta revelación de época, son seres supermortales, algunos del universo central y otros del universo local, algunos son maestros por naturaleza como los Melquisedec, otros personajes “que saben de lo que hablan” como como el Divino Consejero. En el plan de elevación espiritual de nuestro planeta Ellos han tomado el relevo de Miguel, son nuestros verdaderos maestros.
Por la naturaleza de su contenido, la lectura del Libro de Urantia despierta mucho interés entre los buscadores de la verdad pero también plantea muchas preguntas. Como hemos visto, presenta la vida y las enseñanzas de Jesús actualizadas y purificadas de interpretaciones humanas y su lectura inspiradora es suficiente para muchos lectores. Sin embargo, para aquellos que buscan ir más allá de la simple lectura, El Libro de Urantia contiene enseñanza a nivel morontial que requiere un estudio profundo y ordenado en un entorno propicio para el descubrimiento personal y el intercambio colectivo. De hecho, es una preparación para nuestra vida futura correspondiente a la enseñanza dada en la maisonnia Nº5:
«En la mansonia número cinco se produce un verdadero nacimiento de la conciencia cósmica. Estáis llegando a tener una mentalidad universal. Éste es en verdad un período de expansión de los horizontes. La mente en expansión de los mortales ascendentes empieza a darse cuenta de que un destino prodigioso y magnífico, un destino celestial y divino, espera a todos aquellos que terminan la ascensión progresiva al Paraíso, la cual ha empezado tan laboriosamente pero de una manera tan alegre y favorable. Aproximadamente en este punto, el ascendente mortal de tipo medio empieza a manifestar un auténtico entusiasmo experiencial por la ascensión a Havona. El estudio se vuelve voluntario, el servicio desinteresado, natural, y la adoración, espontánea. Está brotando un verdadero carácter morontial; se está desarrollando una verdadera criatura morontial.» ([LU 47:7.5)
El trabajo del maestro.
Aquí es donde el profesor encuentra su utilidad dentro de un grupo de estudio. Facilitar o servir a un grupo de estudio no es algo que deba hacerse a la ligera y sin preparación. El profesor tiene la responsabilidad de ayudar y apoyar a los participantes en el descubrimiento de hechos, significados y valores sin imponer su interpretación personal. Para ello cuenta con la aplicación práctica de la pedagogía jesusoniana.
En primer lugar, debe haber un acuerdo dentro del grupo para que el profesor dirija las discusiones. Luego, los participantes deberán aceptar libremente la disciplina del grupo, en particular la asistencia y leer previamente los textos que serán recomendados por el profesor. Finalmente, el profesor habrá preparado una lista de preguntas relacionadas con el texto que se estudiará con el fin de hacer pensar a los participantes, aclarar la terminología y sacar a relucir nuevos conocimientos que se compartirán libremente en el grupo.
Las preguntas, ya provengan del maestro o de los participantes, como los apóstoles interrogando a Jesús, encuentran sus respuestas en los propios fascículos. Aquí es donde resulta útil un profesor que esté familiarizado con el contenido del libro, porque debería poder localizar la respuesta.
Durante la sesión, el profesor también estará interesado en aclarar la terminología. Los autores nos advierten que nuestro lenguaje es demasiado pobre y que amplían el significado de muchos términos como la palabra «poder», «divinidad» o «actualidad». La experiencia demuestra que un participante que no domina la terminología pierde interés y acaba desistiendo.
El cuestionamiento es la base de toda educación. El profesor debe dominar perfectamente su materia para poder formular preguntas que provoquen la reflexión intelectual, alimenten el alma y susciten nuevos significados en los participantes. Deberá leer el texto párrafo por párrafo y anotar los elementos que requieran aclaración o profundización. Por supuesto, es un ejercicio que requiere mucho tiempo, pero trae gran alegría porque permite al maestro profundizar aún más su comprensión, producir la satisfacción suprema del servicio y participar en la expansión de la revelación en Urantia. Esta es una verdadera aventura cósmica con grandes consecuencias para Supremacy.
Finalmente, aquí hay algunos ejemplos de aclaraciones y preguntas.
Aclaración de terminología (en azul)
«Este magnífico mandato universal de esforzarse por alcanzar la perfección de la divinidad es el primer deber, y debería ser la más alta ambición, de todas las criaturas que luchan en la creación del Dios de perfección. Esta posibilidad de alcanzar la perfección divina es el destino cierto y final de todo el eterno progreso espiritual del hombre.» ([LU 1:0.4)
En esta expresión, ¿qué significa el término <span style=«color: steelblue;»>“divinidad” en este contexto? Para responder a esta pregunta, el profesor pedirá a uno de los participantes que consulte la Introducción y lea los párrafos en [LU 0:1.14] seguido de un debate-intercambio sobre las repercusiones que esto implica a nivel personal e impersonal en la vida diaria de cada uno.
«Los mortales de Urantia difícilmente pueden esperar ser perfectos en el sentido infinito, pero a los seres humanos les es enteramente posible, poniéndose en camino como lo hacen en este planeta, alcanzar la meta celestial y divina que el Dios infinito ha fijado para el hombre mortal; y cuando alcancen este destino serán tan completos en su esfera de perfección divina, en todo aquello que se refiere a la autorrealización y a la consecución mental, como Dios mismo lo es en su esfera de infinidad y de eternidad. Una perfección así puede no ser universal en el sentido material, ni ilimitada en comprensión intelectual, ni final en experiencia espiritual, pero es final y completa en todos los aspectos finitos relacionados con la divinidad de la voluntad, la perfección de la motivación de la personalidad, y la conciencia de Dios.» ([LU 1:0.5)
En este pasaje, ¿qué significa el término “<span style=«color: steelblue;»>autorrealización”? El maestro pedirá hacer referencia a [LU 100:1.5 & LU 100:2.6] seguido de una discusión para compartir. También puede consultar la sección 7 del folleto 100 para ilustrar cómo Jesús logró la autorrealización.
Elección de preguntas para estudiar una idea o un concepto. (En verde)
«El Padre Universal no impone nunca ninguna forma de reconocimiento arbitrario, de adoración formal, ni de servicio servil a las criaturas volitivas inteligentes de los universos. Los habitantes evolutivos de los mundos del tiempo y del espacio deben reconocerlo, amarlo y adorarlo voluntariamente —en su propio corazón— por sí mismos. El Creador se niega a coaccionar el libre albedrío espiritual de sus criaturas materiales o forzarlas a que se sometan. La dedicación afectuosa de la voluntad humana a hacer la voluntad del Padre es el regalo más selecto que el hombre puede hacerle a Dios; de hecho, una consagración así de la voluntad de la criatura constituye el único obsequio posible de verdadero valor que el hombre puede hacerle al Padre Paradisiaco. En Dios, el hombre vive, se mueve y tiene su existencia{5}; no hay nada que el hombre pueda darle a Dios, salvo esta elección de someterse a la voluntad del Padre, y estas decisiones, efectuadas por las criaturas volitivas inteligentes de los universos, constituyen la realidad de esa verdadera adoración que tanto satisface la naturaleza del Padre Creador, dominada por el amor.» ([LU 1:1.2)
<span style=«color: green;»>Preguntas: a) ¿Cuál es la implicación de esta afirmación para nuestra vida? El profesor invitará a los participantes a compartir su comprensión y experiencia personal. b) ¿Cómo impacta esta declaración a las religiones institucionales?
“Los nombres que las criaturas le dan al Creador dependen mucho del concepto que las criaturas tengan del Creador. <span style=«color: green;»>La Primera Fuente y Centro del Universo nunca fue revelada por su nombre, sino sólo por su naturaleza. » [LU 1:1.1]
<span style=«color: green;»>Pregunta: el profesor pedirá consultar la página 1965 tercer párrafo y el resto y pedirá al participante que comente esta aparente contradicción.
El profesor organiza su grupo de estudio según la cultura local. Un grupo de estudio no es un lugar donde chocan egos intelectuales, es el lugar donde los participantes son conscientes de tener una cita con nuestro Padre Universal y están animados por el deseo de progresar en la conciencia de Dios y de ayudarse unos a otros. El maestro tendrá interés en establecer un clima de fraternidad, constituyendo un círculo de confianza basado en el respeto, el no juicio y la conciencia de ser hijos del Padre Universal.
«La asociación íntima con otras personas religiosas estimula mutuamente el crecimiento espiritual. El amor suministra el terreno para el crecimiento religioso —una atracción objetiva en lugar de una satisfacción subjetiva— y sin embargo proporciona la satisfacción subjetiva suprema. La religión ennoblece el pesado trabajo común de la vida diaria.» ([LU 100:0.2)
Un grupo de estudio siempre comienza con un momento de silencio para dejar en la puerta los problemas cotidianos y pedir apoyo a las fuerzas y presencias espirituales. En algunos países, los participantes desean expresar algunas palabras de agradecimiento.
Por tanto, cada grupo de estudio tiene su organización específica. Al tiempo que hace algunas observaciones generales, cada profesor debe tener libertad para elegir cómo conducir su grupo de estudio con el acuerdo unánime de los participantes. En mi grupo de estudio siempre tenemos un diccionario a mano y cada uno tiene su Libro de Urantia, preferiblemente la misma edición debido a las revisiones.
Se nombra un moderador al inicio de la sesión. Es responsable de dar la palabra por turno en orden cronológico si es necesario a los participantes que lo soliciten. El respeto exige que los participantes escuchen atentamente al orador sin interrumpirlo, pero el orador debe tener la delicadeza de no monopolizarlo.
A su vez, los participantes leen párrafo tras párrafo, el profesor quien ha preparado sus preguntas con antelación donde los participantes que deseen aclaraciones son libres de plantear cualquier duda relativa a los textos. El profesor se asegurará de que las discusiones compartidas se mantengan centradas en el tema. En nuestro grupo, dependiendo de la extensión y complejidad del tema, leemos un párrafo y lo comentamos o leemos un apartado completo antes de comenzar a preguntar y compartir, pero esto no es una obligación.
Este proceso de “lectura-preguntas-compartición”, hábilmente organizado entre los participantes con la ayuda del profesor, es realmente beneficioso para todo el grupo. Una verdadera expansión cósmica ocurre en las mentes de los participantes, el Espíritu de la Verdad está trabajando para brindar certeza espiritual de la verdad y el Ajustador del Pensamiento aprovecha los descubrimientos para generar nuevos significados de la verdad para inspirar a los participantes a vivir las enseñanzas.
Al final del grupo de estudio, se dedica media hora a la autoevaluación durante la cual los participantes comparten su experiencia de la sesión, hablan de sus avances y expresan su gratitud por la asistencia espiritual recibida.