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Novedades de las actividades en Filipinas | Volumen 12, Número 3, Oct. 2018 — Índice | El Directorio de Grupos de Estudio de El libro de Urantia ha lanzado su nueva web |
De Georges Michelson-Dupont, responsable de traducciones, Recloses (Francia)
El libro de Urantia es una traducción de conceptos ampliados y verdades avanzadas de idiomas celestiales a lengua inglesa. En su declaración preliminar del Prólogo, el Consejero Divino expresa lo «extremadamente difícil» que era transmitir ideas y conceptos en inglés debido a nuestra «pobreza conceptual» y «lenguaje restringido». Encontramos declaraciones similares de autores de otros documentos, incluso la expresión «casi pierdo la esperanza».
Y aun así, el resultado es una magnífica colección de 196 documentos entregados en un perfecto inglés, que reflejan una riqueza y una exactitud de vocabulario y un dominio impecable de la gramática y la sintaxis que hace que el texto sea fluido e incluso poético en algunos pasajes, sin parecer nunca pesado o incomprensible. ¡Qué obra de arte!
Por desgracia, los reveladores se contentaron con usar únicamente el idioma inglés. ¡Qué lástima que no crearan la revelación en los principales idiomas de Urantia! En lugar de eso, encargaron a los fideicomisarios de la Fundación Urantia la responsabilidad de llevar a cabo el trabajo tal como se afirma en la Declaración de Fideicomiso de la Fundación. Las traducciones de El libro de Urantia a los principales idiomas de Urantia son indispensables para difundir la revelación. En un futuro lejano Urantia tendrá un idioma común para todas las naciones, pero de momento estamos lejos de ese ideal. Por esa razón la Fundación Urantia publica traducciones: para dar a todas las naciones la oportunidad de estar expuestas a las enseñanzas de la revelación.
Todas las traducciones deben ser fieles al original, pues la diseminación de traducciones que no sean fieles o estén falsificadas sería fatal para la integración de las enseñanzas en la cultura religiosa de los pueblos de Urantia.
La traducción es una ciencia y también un arte. La dificultad estriba en traducir el pensamiento de los autores usando una elección creativa de términos y una sintaxis sin desvíos para crear un texto que sea fiel y agradable de leer. La naturaleza revelada del texto de El libro de Urantia añade otra capa de dificultad. No solo el traductor debe comprender los conceptos y las ideas (este es el proceso intelectual común que tiene lugar en la traducción), sino que tiene que ser un buscador sincero de la verdad y creer en el contenido revelado con el fin de ser sensible al Espíritu de la Vedad y al mecanismo revelador del Ajustador del Pensamiento. De ahí que solo se pueda llamar a un traductor profesional si es un creyente ferviente en la revelación.
A primeros de 1956, un hombre llamado Jacques Weiss recibió El libro de Urantia a través de la Sra. Caroline Brown, miembro del Foro y a quien había conocido en Nueva York poco después de que terminara la II Guerra Mundial. Weiss ya había traducido varios libros de temática espiritual, como Life and Teaching of the Masters of the Far East (Vida y enseñanzas de los Maestros del Lejano Oriente), de Baird T. Spalding, Esoteric Healing (Cura esotérica), de Alice A. Bailey, y otros (en una de sus cartas a la Fundación Urantia, Weiss afirmó que traducir contenido espiritual le había preparado para la tarea de su vida: traducir El libro de Urantia). Después de leer el libro contactó con la Fundación en diciembre de 1956 y obtuvo permiso para traducirlo al francés. La traducción se publicó en 1960 y 1961 en tres volúmenes bajo el nombre de La Cosmogonie d’Urantia. Según la gran mayoría de lectores de habla francesa, no solo la calidad del idioma francés era fluida, hermosa y placentera a la vista, sino que la traducción era espectacular.
Sin embargo, tan pronto como en 1964 y 1965, algunos lectores franceses bilingües contactaron con Weiss y le dijeron que había errores de traducción. Después de muchas dificultades entre Weiss y la Fundación se formó un equipo de tres lectores bajo la tutela de Henry Begemann, entonces representante de la Hermandad, y llevaron a cabo una corrección de la traducción que comenzó en 1978. Se hicieron más de veinte mil cambios, que iban desde comas pasando por palabras omitidas o mal traducidas a la reescritura de frases enteras. Esta corrección se completó en 1994 y se publicó la primera edición «revisada y corregida». Se formateó a una columna y tenía la misma paginación que el texto original inglés.
Unos veinte años después, en 2012, comenzó una segunda revisión para corregir erratas y errores de puntuación y realizar otros cambios menores. La segunda edición «revisada y corregida» se publicó en 2014, también con la misma paginación que el texto en inglés.
Editar o revisar una traducción puede llevar tanto tiempo como hacer una traducción nueva, o incluso más. De vuelta a 1978, tenía sentido que el equipo original de la revisión corrigiera la traducción existente al francés en lugar de crear una nueva, lo que evitaba la confusión inevitable de tener dos textos diferentes que podrían llevar a conflictos y divisiones entre los lectores de habla francesa. La sabiduría debe dictar nuestra conducta, es el precio a pagar por la unidad a largo plazo de nuestras comunidades. Este ciclo recorrido para completar la traducción al francés llevó aproximadamente unos cuarenta años y fue necesario para lograr la traducción francesa fiel y de gran calidad que se imprime hoy día.
El libro de Urantia tiene dos elementos diferenciables: el contenido y el recipiente. El contenido incluye las ideas, conceptos, enseñanzas sublimes y terminología de los autores. El recipiente incluye el estilo, la gramática, la sintaxis, la puntuación y la tipografía de los autores. Un antiguo proverbio dice in vino veritas (en el vino está la verdad). El libro de Urantia es como una copa de vino. El vino (el contenido) es sumamente delicioso, y la copa (el recipiente) está hecho del cristal más puro; los dos forman una obra de arte.
Una traducción ideal debe hacer dos cosas: primero, debe transmitir fielmente el contenido del texto original para que sea técnicamente preciso y su terminología sea coherente. Segundo, su estilo debe reflejar con creatividad y fluidez la belleza del original; esto depende en parte del talento personal del traductor y de la apreciación de los lectores. En realidad podemos traducir una expresión inglesa de muchas maneras en el idioma destino y seguir siendo totalmente fieles al original.
Al ser la traducción un esfuerzo humano, la metáfora del vino hace que surja inmediatamente el problema de una manera muy concreta: ¿qué grado de fidelidad tiene la traducción del contenido? ¿Qué grado de belleza tiene la traducción del continente? Hay nueve maneras posibles en que se puede categorizar una traducción, combinando tres niveles de cada una.
En la primera de las nueve combinaciones, la traducción del contenido es excelente y la del recipiente es bella. En la última, la traducción del contenido no es buena y la del recipiente es fea. En las demás vemos varias combinaciones de excelente, mediocre e inaceptable.
Por supuesto, este ejemplo sirve solo como modelo simplificado para comprender y evaluar la calidad de una traducción. Si bien hay una infinidad de matices en cada categoría que no se pueden mostrar en el cuadro, usarlo nos da la ventaja de comprender la calidad de una traducción. Creo que todos los lectores elegirían el número 1, y esa es la meta de la Fundación Urantia. ¿Pero es una meta alcanzable? ¿Cómo obtenemos la excelencia al traducir El libro de Urantia?
El ejemplo de la traducción al francés ilustra el método empírico, que ha sido mejorado y refinado a lo largo de los años para convertirse en la metodología de la Fundación para crear y revisar traducciones. Basado en treinta años de experiencias, buenas y malas, la Fundación Urantia ha puesto en marcha un marco de trabajo (que incluye una metodología y una serie de principios, reglas generales, procedimientos y medios de control de calidad) que garantiza al final una traducción de calidad.
Usé el término «fase» al tratar sobre la traducción al francés porque hay muchos pasos que se deben tomar antes de que una traducción logre este alto estándar. Hay cinco fases principales en el ciclo de traducción:
Preparación (de 1 a 10 años): a medida que el texto inglés de El libro de Urantia se abre camino por todo el mundo, sus enseñanzas inspirarán a un lector a traducirlo a su lengua materna. En la mente del buscador de la verdad tiene lugar un extraordinario proceso de autodescubrimiento y el deseo de compartir esta «perla de gran valor» le motiva a traducir, al principio para sí mismo, y después para sus compatriotas. Cuando esto ocurre, señala el potencial para que surja una nueva traducción.
Valoración (de 6 meses a un año): la mayoría de las veces (aunque no siempre) el traductor potencial contacta con la Fundación Urantia. Comienzan las conversaciones y ambos evalúan la posibilidad de crear juntos una traducción. Las condiciones necesarias para avanzar son:
Maduración (de 5 a 15 años): la traducción se distribuye para solicitar retroalimentación de diversas fuentes con la meta futura de mejorar la traducción. En el caso de la traducción al francés, llevó dieciocho años completar esta fase.
Revisión (de 5 a 6 años): se revisa la traducción. Se recibe retroalimentación y surge un equipo de lectores entregados. Se aclaran los términos, se mejora la calidad y el texto se examina y se pule cuidadosamente.
Esta fase incluye:
Esta fase termina cuando se hacen planes para reintegrar la traducción mejorada en la corriente de pensamiento de personas y culturas.
Los lectores de habla inglesa se benefician de leer El libro de Urantia en su lengua nativa y evitan la necesidad de elegir entre varios textos traducidos de la misma fuente sobrenatural. No hay otras «traducciones al inglés». Imaginen lo que habría pasado si los intermedios de Urantia no estuvieran unidos y en su lugar hubieran publicado dos versiones diferentes de la cuarta parte. ¿Cómo habría reaccionado el gobierno planetario?
Se nos dijo que creáramos miles de grupos de estudio. ¡Qué confuso sería para los participantes leer de dos o tres textos en inglés que usaran diferente terminología y diferentes nombres propios! Provocaría discusiones sin fin, gran confusión y división en lugar de centrarse en el contenido. Esta situación sería seriamente perjudicial para la unidad y hermandad entre lectores. O supongamos que la revelación se hubiera dado inicialmente en francés y se tradujera a dos o tres traducciones al inglés diferentes por organizaciones francesas que compiten entre sí. ¿Cómo reaccionaríamos?
Ya podemos ver los resultados negativos de tener varias traducciones en un idioma. Hay división entre los lectores, desanima a los lectores nuevos que no saben a qué grupo unirse, pone en peligro la divulgación y daña la reputación de la revelación misma. ¿Se unirían ustedes a una comunidad que se supone que promueve el amor y la tolerancia pero cuyos miembros están constantemente luchando y peleando? Los problemas que plantea esta situación podrían aplicarse a cualquier comunidad de lectores que se encuentre con varias traducciones:
Traducir El libro de Urantia está lejos de ser una tarea corriente, teniendo el objetivo de transmitir la revelación fielmente y, en última instancia, hacer avanzar el nivel intelectual y espiritual en Urantia. El propósito del trabajo de los reveladores es nada menos que expandir nuestra conciencia cósmica y mejorar nuestra percepción espiritual. Por esa razón la prioridad principal de una traducción debe ser la fidelidad absoluta al contenido y al espíritu de las enseñanzas presentadas por los reveladores.
El trabajo del traductor original es por lo tanto esencial en el sentido de que se convierte en un puente a la revelación. En la mayoría de los casos la primera traducción debe considerarse una aproximación que irá mejorando a medida que los lectores veteranos examinen con detalle los significados de los valores, estudien cómo transmite los conceptos y hagan sugerencias de cambios. Puesto que es un trabajo en equipo, el resultado final deberá ser objetivamente más exacto y cercano al original, sin convertirse por ello en una traducción literal palabra a palabra. Además, usar los servicios de un corrector para verificar la calidad de la gramática, la sintaxis y el estilo asegurará que los lectores tengan un texto de alta calidad.
La Fundación Urantia está comprometida de todo corazón a crear y publicar traducciones de la mayor calidad y más fieles al original, debido a que ese es su mandato y su responsabilidad. Nuestra metodología, basada en la experiencia, está diseñada para llevar a todas las traducciones a un nivel más alto de exactitud y legibilidad. Los fideicomisarios esperan que los que estén interesados en ayudar a mejorar las traducciones o a traducir el libro a idiomas en los que no hay otra traducción consideren trabajar con la Fundación Urantia en espíritu de cooperación.
«Una de las lecciones más importantes que tenéis que aprender durante vuestra carrera mortal es la del trabajo en equipo. Las esferas de perfección están tripuladas por aquellos que han dominado este arte de trabajar con otros seres. En el universo hay pocas obligaciones para el servidor solitario.» LU 28:5.14
La Fundación Urantia está totalmente comprometida a producir y publicar traducciones de la mayor calidad posible fiel al original debido a su mandato y responsabilidad.
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