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El 12 de febrero de 2015, recibí 120 ejemplares de El libro de Urantia de la Fundación Urantia a través del presidente de la Asociación Urantia Internacional, Chris Wood. Era el envío más grande que había recibido aquí en Malawi.
El vicepresidente Brian Mambo y yo distribuimos el libro en una serie de ciudades. Visitamos varios lugares y conocimos a gente en sus casas, oficinas, prisiones, universidades, hospitales y comunidades. Mientras trabajábamos en la distribución, pudimos hablar con personas que se convirtieron en miembros de nuestro grupo de estudio. A continuación presentamos algunas de nuestras historias de éxito.
El primer día, nos reunimos con diez miembros de la Iglesia de los Adventistas del Séptimo Día. Nos preguntaron educadamente qué llevábamos en la caja de cartón, y respondí con seguridad que contenía ejemplares de El libro de Urantia; a partir de esa respuesta, tuvimos una larga conversación.
Uno de ellos, llamado Gift Chirwa, planteó preguntas tales como: «¿qué es Urantia? ¿De qué habla este libro? ¿Dónde lo consiguieron y cómo puedo saber más sobre las enseñanzas de este libro?»
Respondí a estas preguntas lo mejor que pude, pues vi que era la primera vez que había oído hablar de El libro de Urantia, y expliqué cómo podía obtener más información. Otro miembro del grupo, Kristina Kamwendo, dijo: «gracias a Dios que le hemos conocido; el sábado de la semana que viene nos uniremos a su grupo.» En consecuencia, la semana siguiente se unieron a mi grupo de estudio y desde entonces asisten a nuestras reuniones. Cada uno de ellos tiene un ejemplar del libro. Se han convertido en parte de nuestro grupo y son muy disciplinados, trabajadores, amistosos y están dispuestos a aprender más de nosotros.
Visité dos prisiones y en la prisión de Dedza conocí a Chifundo Phiri, un guarda de la prisión que fue muy amable conmigo y me pidió dos libros debido al gran número de prisioneros que estaban allí. Tres semanas después, recibí una llamada de Chifundo Phiri, el guarda de la prisión, y esto es lo que me dijo por teléfono: «hola, Grevet, he leído parte de El libro de Urantia que dejó aquí en la prisión y es un libro muy bueno. Así que me gustaría unirme a su grupo de estudio.»
En la siguiente reunión, él y su esposa asistieron y les dimos la bienvenida. Desde entonces, ambos han asistido a nuestras reuniones con regularidad.
Visité cuatro bibliotecas pero me quedé muy impresionado con la Biblioteca Nacional de Lilongwe. La primera vez que fui allí no pude encontrar al bibliotecario porque no estaba en su oficina. Fui al día siguiente y pude reunirme con él; su nombre es Patrick Chilombe. Después de que le diera el libro y de verlo, dijo: «es un buen libro con información detallada. Me gusta y lo pondré en las estanterías una vez haya terminado de leerlo.»
Una semana después, me llamó para pedirme dos libros más, porque su biblioteca es una de las más grandes de Lilongwe. En cuanto a su petición, le di dos libros, por lo que se mostró muy agradecido.
Visité dos universidades: Kamuzu College of Nursing y Malawi College of Medicine; cada una recibió tres libros. Pero cuando fui al Malawi College of Medicine, tuve el placer de conocer a una profesora de epidemiología llamada Dra. Sarah Mwale. Recibió el libro y dijo: «seré la primera persona de este campus en leer el libro.» Tres meses después, pidió un ejemplar para ella y se lo di. Durante la segunda visita, tuve la oportunidad de entregarle mi solicitud para estudiar en la universidad. Unas semanas después, me aceptaron para ampliar mis estudios pero, debido a la falta de fondos, reservé plaza para enero de 2016, con la esperanza de poder encontrar patrocinio para entonces. Si no hubiera llevado a cabo la distribución del libro en su biblioteca, no habría podido conocer a la Dra. Sarah Mwale.
Visité y se me autorizó a colocar ejemplares de El libro de Urantia en cinco hospitales públicos: Kamuzu Central Hospital, Kawale Health Centre, Chiwamba Health Centre, Kang’oma Health Centre y Chifundo Clinic. Cada hospital recibió tres libros, que se colocaron en las salas de espera de adultos. Una de las supervisoras de enfermería, de nombre Idah Nkhoma, del Kamuzu Central Hospital, el hospital más grande de Malawi, me agradeció que visitara el hospital y dijo: «Muchísimas gracias por donar tres libros a nuestro hospital.»
Se entregó un ejemplar del libro a cada uno de los miembros de la Asociación Urantia de Malawi. Tuve la oportunidad de visitar a miembros en sus hogares y también de distribuir ejemplares en sus reuniones de grupo de estudio.
Uno de nuestros lectores veteranos de El libro de Urantia, Thomson Singini, expresó su gratitud y dijo: «muchas gracias a la Fundación Urantia, al presidente de la Asociación Urantia Internacional y a otros por sus aportaciones. Que Dios los bendiga a todos.» Un mes después, dimos la bienvenida a su prima, que había leído parte de El libro de Urantia y estaba interesado en saber más. Ella se unió a nuestro grupo de estudio más adelante.
Otro lector veterano de El libro de Urantia comentó: «es genial. Me gusta el libro; es bello y tiene una tapa fuerte.»
Todos daban las gracias y estaban agradecidos de haber recibido el libro.
En general, hemos hecho un ejercicio de distribución muy satisfactorio. Sin embargo, en algunas zonas hubo alguna dificultad debida al desconocimiento, porque mucha gente no ha visto nunca este libro.
Otros se sentían impulsados a volver y a dar testimonio. James Banda dio testimonio de esta manera: «vaya, este libro es genial, tiene enseñanzas maravillosas y seguiré leyéndolo hasta que llegue al último documento.» Afirmaciones como esta muestran claramente que El libro de Urantia es un buen libro que puede transformar la vida de mucha gente.
Durante el periodo de distribución tuvimos algunos desafíos, especialmente caminamos largas distancias con cajas de Libros de Urantia, ya que no teníamos fondos para transporte en vehículo. En los suburbios de Lilongwe, donde resido actualmente, la mayoría son analfabetos y no están interesados, de modo que no distribuí ejemplares allí.
Grevet Moyo
Presidente de la Asociación Urantia de Malawi
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