© 1990 Helen Hutchinson
© 1990 ANZURA, Asociación Urantia de Australia y Nueva Zelanda
Un urantiano especial recordado | Vol. 11 Núm. 1 de enero de 1990 — Índice | Pensamiento espiritualizado |
Estaba preparando nuestro café de la mañana. Había una pequeña gravilla en mi zapato de casa que me irritaba. Lo quité y luego dije: «Eso me recuerda el cuento de hadas de la princesa y el guisante. Podía sentir el guisante a través de 20 colchones. Así es como podrían distinguirla de un plebeyo».
Después de pensar un minuto, dije: «Por eso es tan importante recibir educación. Si no es así, no tendrá ningún almacén de información que pueda recordarle. Tienes. No hay nada en qué pensar».
«Cuando enseñaba, agregué los clásicos infantiles y la Biblia a mi plan de estudios. Les dije a mis alumnos que no estaba enseñando la Biblia para hacerles creer en una religión determinada (aunque lo hice), sino simplemente para que supieran de qué hablaba la gente».
«Sí». Jon Lewis respondió: «Escucho a personas referirse al esvengali y no sé qué quieren decir. ¿Quien era él?"
«No lo sé», respondí, «pero lo descubriremos».
Buscamos en dos diccionarios y dos enciclopedias y no lo encontramos. Entonces Jon decidió que debía ser un personaje ficticio. Entonces buscamos en el lugar correcto y lo encontramos.
Leemos en la página 1969 acerca de cuando Jesús estaba solo en Getsemaní. Su corazón estaba indescriptiblemente pesado. Se tranquilizó recordando cosas buenas de sus primeros años. Luego, en LU 160:4.12 Rodan nos dice: «… construye para ti y reserva en ti galerías de belleza, bondad y grandeza artística».
Por qué todo el preámbulo antes de entrar en mi tema. Verás,
En LU 48:6.26 leemos: «Si tu propia mente no te sirve bien, puedes cambiarla por la mente de Jesús de Nazaret, que siempre te sirve bien».
Y en LU 102:4.1 leemos: «La técnica mediante la cual puedes aceptar la idea de otro como tuya es la misma mediante la cual puedes «dejar que la mente que está en Cristo esté también en ti»».
Luego proceden a darnos 700 páginas de las actitudes de Jesús hacia casi todas las situaciones imaginables. Además, las primeras partes del libro fueron escritas por los Hijos de Dios o Hijos del Paraíso, por lo que también expresan sus actitudes e ideas.
entonces ¿que debemos hacer? Estudie El Libro de URANTIA. Estudiar y estudiar y estudiar. Una y otra vez. Contiene una cantidad tan increíble de «carne» que nunca la recordaremos toda. Pero cuanto más recordamos, más podremos aplicar las ideas de Jesús a las soluciones de nuestros problemas.
Podemos cambiar nuestra mente material por la mente de Jesús.
Helen Hutchinson.
Departamento de definiciones inusuales:
Ajustador del Pensamiento: Un fragmento del viejo bloque.
Un urantiano especial recordado | Vol. 11 Núm. 1 de enero de 1990 — Índice | Pensamiento espiritualizado |