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Una década de calidad y dedicación: la revisión de El libro de Urantia | Volumen 15, Número 3, Sept. 2021 — Índice | El legado duradero de dos grandes maestros |
De Henk Mylanus, fideicomisario emérito y gestor de ventas en Europa, Bretaña (Francia)
Nota de la redacción: la expresión «cadena de suministros» es familiar para muchos del mundo de los negocios, aunque antes de la pandemia no significaba mucho para el resto de nosotros. Describe procesos que tendemos a dar por sentados: el flujo suave y oportuno de materiales, componentes y productos terminados, parte del trabajo anónimo y la cooperación extendida que pone en nuestras manos bienes que necesitamos cuando los esperamos. Durante el pasado año y medio, muchos nos hemos preguntado sobre la escasez de varios artículos, que pueden estar causados por la disrupción de una cadena de suministros en un punto concreto. Y resulta que incluso El libro de Urantia se ha visto afectado por este problema. En este artículo, Henk Mylanus da ejemplos de rupturas en las cadenas de suministro y nos cuenta cómo trató con los que afectaron a la impresión y distribución editorial en Europa.
Cuando la pandemia de COVID-19 golpeó Europa, se hizo obvio enseguida que las grandes compañías manufactureras que dependen de suministros rápidos de Asia tendrían dificultades en satisfacer su necesidad de componentes. A escala internacional, el ejemplo más claro fue la ruptura de la cadena de suministro de microprocesadores que se usan en grandes cantidades en la industria automovilística. Los diferentes confinamientos de Asia, por ejemplo de Singapur y Taiwán, crearon una escasez del 22 al 30%. Como resultado, las empresas automovilísticas de Estados Unidos, como General Motors y Ford, tuvieron que parar la producción debido a la falta de suministros. Los europeos vieron como Volkswagen y Peugeot hacían lo mismo.
A mediados de 2020, comencé a darme cuenta de que el coste de enviar contenedores cargados del Lejano Oriente a la costa este de los Estados Unidos estaba aumentando con rapidez. En julio de 2020, el precio de enviar un contenedor de 6 metros de Singapur a la costa este era de 1.250 $. Un año después, el precio había subido más del doble, ¡a 2.800 – 2.900 $ por contenedor!
Después el carguero más grande del mundo bloqueó el canal de Suez, lo que detuvo todo el tráfico. Una vez más hubo una ruptura abrupta en la cadena de suministros que afectó a los envíos a Europa y las Américas.
Como responsable de ventas y distribución de El libro de Urantia en Europa, pronto me di cuenta de que si necesitábamos imprimir libros, tendríamos que hacerlo en Europa debido a los costes en aumento exponencial de los envíos trasatlánticos. Comprobé si el suministro de papel biblia en Europa se vería afectado. Por suerte, no era el caso. Prácticamente todo el papel se fabrica en Finlandia, que es básicamente un país de bosques, luego el suministro para los fabricantes de papel no corría peligro. También miré la disponibilidad de tinta de impresión, y eso tampoco presentaba ningún problema.
Pero un día me desperté con algo que jamás había soñado. Recibí una llamada del gestor del almacén de nuestro socio impresor, situado al sur de Alemania. Habían imprimido una gran cantidad de libros para un cliente de Estados Unidos y eran incapaces de encontrar los palés necesarios para su transporte. ¡No pudieron encontrar ni un solo palé en toda Alemania!
Me pidió si podía entrar cien palés tratados con calor y adecuadamente catalogados para los Estados Unidos. Llamé al gestor de nuestro almacén de los Países Bajos y le pedí que mirara en algunos pequeños pueblos al sur del enorme puerto de Róterdam. Para nuestra sorpresa, era imposible incluso comprar un palé nuevo porque el suministro de madera se había agotado por completo.
Con mucha suerte, encontraron enseguida cien palés de devolución o rotación. Después de una noche de tratamiento con calor y de catalogado, enviaron los palés al día siguiente. Unas horas después, el camión de la imprenta los recogió y entregó a su planta de impresión. A veces ayuda conocer a las personas adecuadas.
Además, conseguí otros 100 palés de bloques y tapas de la misma empresa para la Fundación Urantia, por si acaso, y los hice guardar en nuestro almacén local. Resultó que mi instinto había dado en el blanco. No hacía mucho habíamos contratado una gran tirada en Europa, y esos libros se enviarán a los Estados Unidos. Por suerte tendríamos los palés necesarios para ello.
Pero queda una gran pregunta: ¿cuándo volverá a estar en equilibrio el suministro de contenedores que van al este y al oeste? Eso supondrá una disminución de los precios por contenedor, lo que a su vez reducirá el coste de la distribución de libros. Espero y deseo que esto suceda a finales de 2021.
Cuando consideramos el impacto de estos retos en nuestra misión de sembrar El libro de Urantia por todo el mundo, recordamos la importancia del comercio global. Como nos dice un Melquisedec en el documento del gobierno humano: «Las organizaciones comerciales internacionales favorecerán la paz en Urantia mucho más que toda la sofistería sensiblera de los planes quiméricos de paz. El desarrollo del lenguaje y los métodos más perfectos de comunicación, así como la mejora del transporte, han facilitado las relaciones comerciales LU 70:3.4
Cuando lean ese párrafo y piensen en comunicaciones y transporte, les invito a visualizar cosas relativamente pequeñas, como llamadas telefónicas y palés, y piensen que el trabajo que hacemos puede ayudar a acercar un poco más la paz en el mundo.
Una década de calidad y dedicación: la revisión de El libro de Urantia | Volumen 15, Número 3, Sept. 2021 — Índice | El legado duradero de dos grandes maestros |