© 2008 Horacio Gamboa
© 2008 Asociación Urantia de España
Presentar un trabajo sobre la mente es algo que hago con la mayor humildad. La mente es algo no resuelto por los seres humanos, pero se nos presenta en esta revelación como algo tan magnífico que todo es mental. Todo está contenido en la mente Primera, en la mente OMNICOGNOSCENTE DE NUESTRO PADRE UNIVERSAL Y DIVINO. Todo está en Dios el Padre, la Mente Primordial. Todo primer pensamiento, todo lo primero de lo primero, lo anterior, es nuestro Padre Universal, y de Él proviene la mente, de su primer pensamiento, de sus Hijos Trinitarios o primera Trinidad del Paraíso, y así a través del Actor Conjunto a los Espíritus Rectores, y de ahí a las Ministras Divinas de los Universos Locales, quien la dona a todos y cada uno de los habitantes de los mundos en evolución.
El Padre Pensamiento realiza la expresión espiritual en El Hijo Verbo y alcanza la expansión de la realidad a través del Paraíso en los enormes universos materiales. Las expresiones espirituales del Hijo Eterno están correlacionadas con los niveles materiales de la creación por las funciones del Espíritu Infinito, por cuyo ministerio de la mente, responsivo al espíritu, y en cuyas acciones de la mente directivas de lo físico, las realidades espirituales de la Deidad y las repercusiones materiales de la Deidad están correlacionadas las unas con las otras.
La mente es la dote funcional del Espíritu Infinito, por tanto es infinita en potencial y universal en otorgamiento. El pensamiento primordial del Padre Universal se eternaliza en una expresión dual: la Isla del Paraíso y su igual en la Deidad, el Hijo Eterno y Espiritual. Dicha dualidad de realidad eterna hace inevitable el Dios de mente, el Espíritu Infinito. La mente es el canal indispensable de comunicación entre las realidades espirituales y materiales. La criatura material evolucionaria puede concebir y comprender el espíritu residente tan solo por el ministerio de la mente. LU 56:2.1-2
Como digo en la presentación, el origen absoluto de la mente es el Padre Universal, pero Él todo lo delega, tanto en sus Hijos como en miles de millones de otros seres de la Deidad. El Padre siempre delega y al Espíritu Infinito le ha delegado la MENTE. Él es el Dios de la mente y comparte en perfección la omnipresencia de la Primera Fuente y Centro, siendo llamado a veces el Espíritu Omnipresente. De manera peculiar y muy personal, el Dios de la mente participa de la omnisciencia del Padre Universal y del Hijo Eterno, y esto tiene que ser así, puesto que el contacto con todos los seres existentes es a través de la mente.
Nos dicen que el conocimiento del Espíritu es completo y profundo. Él es OMNIPOTENTE en el dominio de la mente y del intelecto.
La tercera persona de la Deidad es el centro intelectual y el administrador universal de los ámbitos de la mente; en ellos Él es Absoluto: su soberanía es no cualificada. LU 9:1.5 En este punto dicen que el Actor Conjunto es el centro intelectual, por lo tanto también es el origen del intelecto.
El Creador Conjunto hereda toda la belleza de pensamiento y carácter del Padre. Mas estos sublimes rasgos de la divinidad se coordinan en los niveles casi supremos de la Mente Cósmica en subordinación a la sabiduría eterna e infinita de la Mente Incondicionada e ilimitada de la 3ra. Fuente. LU 8:2.8
Aquí tenemos que la belleza de pensamiento y el carácter del Padre se le suman al Actor Conjunto, que a su vez los derrama en la Mente Cósmica, subordinada a su sabiduría, quien a su vez inunda los universos en evolución.
La dote de mente de los 7 súper universos se deriva de los 7 Espíritus Rectores, las personalidades primarias del Actor Conjunto. Estos Espíritus Rectores distribuyen la mente en el gran universo como Mente Cósmica, y nuestro universo local está infiltrado por la variante Nebadónica del tipo Orvontónico de Mente Cósmica. LU 9:4.3
Aquí nos dan información del tipo de influencia mental que tenemos nosotros en Urantia. La influencia Orvontónica se deriva del Espíritu Rector núm. 7, quien es el Espíritu que preside el Superuniverso de Orvonton. Es retrato preciso del Padre Universal, el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito. Este Espíritu Rector tiene entre sus múltiples funciones el cuidado y fomento del ascenso de los peregrinos al Paraíso, además preside el Concilio en el Paraíso de los 7 Espíritus Rectores, y lo hace cuando es necesario votar en los altos concilios de los Espíritus Rectores por la actitud combinada del Padre el Hijo y el Espíritu. Además, describe la actitud espiritual del Ser Supremo. También es el Espíritu Rector núm.7 quien patrocina (atención con este punto) personalmente el progreso de los candidatos de ascensión de los mundos del tiempo, en lograr la comprensión de la Deidad no dividida en la Supremacía. Comprender esto es el entendimiento de la soberanía existencial de la Trinidad de la Supremacía, coordinada en el concepto de la experiencia en crecimiento del Ser Supremo.
Las funciones de estos Magníficos Espíritus Rectores son múltiples y variadas, tanto en espiritualidad como en poder material. No haré más que una reseña de ellos, para que podamos tener una visión mas clara de su influencia.
Estos Espíritus Rectores son los creadores de los Directores del Poder Universal y sus asociados, que son fundamentales en la organización y control de las energías físicas del gran universo. Ayudan materialmente a los Hijos Creadores, los Migueles como nuestro Cristo Miguel, a formar y organizar los universos locales. Son los que consiguieron combinar de tal manera las energías materiales y espirituales que dieron como resultado algo inexistente hasta ese momento de la realidad universal: la sustancia moroncial y la mente moroncial. Son los creadores por lo tanto del estado intermedio entre la materia y el espíritu, el paso intermedio obligado que tenemos que dar, porque ya tenemos claro que es imposible que seres de nuestra orden, tan solo por el paso de la muerte seamos espirituales.
Dicen, aunque no pueden ofrecer una prueba clara, que el Espíritu Rector de Orvonton tiene influencia directa en las siguientes actividades:
De esto nada se podría explicar si no se comprende la actividad de estos Espíritus con el Actor Conjunto y con el Ser Supremo.
Como vemos, el campo de acción de estos magníficos seres es enorme y de trascendencia fundamental en nuestras vidas planetas y universos. Desde los procedimientos para iniciar la vida, activación de los 7 ayudantes de la mente que nos da la Ministra Divina, las energías, que cuando se liberan las manipulan los Directores del Poder Universal para poder usarla en los universos, el Espíritu Santo, el Espíritu de la Verdad que nos dejo Miguel de Nebadon en Pentecostés, y por ultimo, las comunicaciones vía reflexividad de los universos locales y superuniversos.
Por ultimo, cada Espíritu Rector de cada superuniversos, da una marca característica de individualidad que indica ancestralmente la naturaleza de uno de estos Espíritus, y cada criatura nativa, de cada superuniversos, hombre o ángel, siempre llevaremos esta marca de identificación natal, en nuestro caso, la del séptimo Espíritu Rector, de Orvonton.
En ninguna parte nos dicen cuando nos llega la mente a los seres humanos, como por ejemplo nos describen la llegada del Ajustador de Pensamiento, a la mente, entre los 5 y los 6 años. Tampoco hay descripción alguna de la llegada de los 7 ayudantes, por lo tanto creo que la mente y sus ayudantes, nos es donada desde el momento de la existencia misma, o sea alrededor de 9 meses antes de experimentar el nacimiento.
Es bastante con que la mente material de los hijos del tiempo alcance a concebir al Padre en la eternidad. Sabemos que un niño se relaciona mejor con la realidad si comprende primero las relaciones del núcleo padre hijo, y luego ensancha este concepto hasta abarcar la familia como un todo. Posteriormente, la mente en formación del niño podrá ajustarse al concepto de las relaciones familiares, las relaciones de la comunidad, la raza y el mundo, y luego a las del universo, el superuniversos, aun el universo de los universos. LU 8:1.11
Estos son sin duda los pasos, muy resumidamente, pero muy esclarecedores al mismo tiempo, de los avances que damos los humanos a medida que vamos tomando conciencia de las cosas, que vamos creciendo día a día etapa tras etapa. Todos cuando niños creíamos que nuestros padres eran todo, los héroes, los infalibles, después el grupo se agranda, los tíos, los primos, luego el barrio, los amigos, el colegio, y ahí se nos agrandan muchos conceptos, y desde ahí en adelante, a cada uno de nosotros, dentro de nuestras mentes, el mundo el espacio y los universos. No nos olvidemos que nuestro organismo electroquímico es absolutamente biológico, material, que nos sirve en esta vida solamente. Sin la mente lo dejamos vacío. Seguramente, como nos describen los reveladores, seguirá la función biológica funcionando. Si le quitamos la mente, no tienen donde llegar la Personalidad, los 7 ayudantes, el Espíritu de la Verdad, el Espíritu Santo y nuestros magníficos Ajustadores del Pensamiento.
La mente material es la arena en la cual viven las Personalidades humanas, tienen autoconciencia, toman decisiones, eligen a Dios o lo abandonan, se eternalizan o se destruyen a sí mismos. LU 111:1.3
Por lo tanto vamos viendo que es en la mente donde radican todas las cosas que hagamos en conciencia, elegir a Dios o abandonarlo. Qué tremenda decisión trascendental; no olvidemos que de eso depende vivir o dejar de existir.
La mente humana es evolutiva, transformable, la mente humana evoluciona a partir de su contacto con la materia, la unión con el espíritu residente. Esta unión da como resultado, previa a la experiencia de la vida diaria, la transformación de lo potencialmente espiritual de la mente mortal en realidades moronciales del Alma inmortal. Por lo que vemos la dotación mental en los humanos es vital; aquí se decidirá la supervivencia de la Personalidad mediante nuestra voluntad, libre albedrío y la capacidad que demostremos en dejar que actué nuestro Ajustador, para cada día, uno tras otro, ir haciendo la voluntad de nuestro Padre en el cielo.
La omnipotencia del Padre pertenece a la dominación ubicua del nivel absoluto, en donde las tres energías material, mental y espiritual son indistinguibles en estrecha proximidad a El: La Fuente de todas las Cosas. La mente de la criatura, no siendo ni monota ni espíritu del Paraíso, no responde directamente al Padre Universal. Dios se ajusta a la mente imperfecta de los mortales de Urantia, a través de los Ajustadores del Pensamiento. LU 3:2.5
Notable: al acercarnos a Dios, La Fuente de todas las Cosas, las energías son indistinguibles, materia, mente y espíritu, y tampoco Él puede tomar contacto con nuestras mentes imperfectas. Estamos muy lejos de ser espirituales, por lo tanto aquí el mensaje queda más que claro: Dios se ajusta a la mente nuestra a través de nuestros Ajustadores.
La mente transmuta los valores del espíritu en significados del intelecto: la volición tiene el poder de fructificar los significados de la mente a los dominios material y espiritual. El ascenso al Paraíso comprende un crecimiento relativo y diferencial en espíritu, mente y energía, siendo la Personalidad el unificador de esos componentes de la individualidad experiencial. LU 9:4.6
Aquí tenemos que la mente transforma para nuestro conocimiento (obviamente) los valores del espíritu en significados intelectuales. Del mismo modo, la voluntad los hace fructificar y tener sentido en lo material y espiritual. Muy importante esto: el ascenso al Paraíso es un crecimiento equilibrado de espíritu mente y energía, y es la PERSONALIDAD la que va a unir esos componentes de la individualidad. La PERSONALIDAD, por lo tanto, está en nuestras mentes y ella, LA PERMANENCIA EN PRESENCIA DEL CAMBIO, es el aglutinador de muchos de los valores trascendentes.
Todo lo que es del circuito de la mente, los reveladores le dicen CIRCUITO tanto a la mente como a sus 7 ayudantes, (por lo tanto eso son, circuitos) pertenece como ya hemos dicho, a la Tercera persona de la Trinidad del Paraíso, al Espíritu Infinito. A Él pertenece la gravedad mental, y a través de esta gravedad esta consciente de cada mente, de cada intelecto en toda la creación, y mantiene contacto con cada una, físicas, moronciales y espirituales, en la vastedad de los universos. El Padre, como sabemos, atrae hacia si a todas las personalidades. El Hijo Eterno hace lo mismo con toda realidad espiritual, y el Espíritu Infinito lo hace con todas las mentes e intelectos.
El Actor Conjunto reacciona tanto a las realidades materiales como a las espirituales y por lo tanto, de manera inherente, se convierte en el ministerio universal de todos los seres inteligentes, los seres que puedan representar una unión de las fases materiales y espirituales de la creación. La dotación de la inteligencia, el ministerio a lo material y lo espiritual en el fenómeno de la mente, es el dominio exclusivo del Actor Conjunto, quien así se vuelve el socio de la mente espiritual, la esencia de la mente moroncial y la sustancia de la mente material de las criaturas evolutivas del tiempo. LU 12:8.7
Este Ser Maravilloso por el cual tenemos nuestras mentes e inteligencia, no solo nos la da, sino que además es el ministerio, el que las ayuda, a todas las que puedan inteligentemente tener conciencia de Dios, y que puedan de una forma u otra unir lo material y lo espiritual. Lo tenemos hoy como Sustancia de nuestras mentes materiales, lo tendremos como esencia en nuestras mentes moronciales y como socio, ni mas ni menos ese día glorioso que lleguemos a tener MENTES ESPIRITUALES.
En la experiencia interior del hombre, la mente esta vinculada a la materia. Estas mentes vinculadas a lo material no pueden sobrevivir al fallecimiento mortal. La técnica de la supervivencia esta contenida en esos ajustes de la voluntad humana. LU 1:3.7
La mente mortal, servil a la materia, está destinada a hacerse cada vez más material y consecuentemente a sufrir una extinción final de la personalidad. La mente entregada al espíritu está destinada a hacerse cada vez mas espiritual, y finalmente a lograr la unidad con el espíritu Divino, Sobreviviente y Conductor, alcanzando así la supervivencia y la eternidad de existencia de la personalidad. LU 1:3.7
Es en nuestra experiencia interior, personal, donde tenemos que ser concientes. Nuestra VOLUNTAD es la que hace los ajustes que necesita la mente para dejarnos llevar solo por lo material, por los espejismos que nos ofrecen hoy por hoy los estímulos que tenemos a la vista de todos los sentidos desde que abrimos los ojos. Ser servil a la materia, todos tenemos ejemplos de seres humanos que solo sirven a lo material, es el fin, es la extinción de la posibilidad de trascender esta vida. Sabemos de la lucha titánica de nuestra voluntad, para no dejarnos arrastrar por los estímulos materiales, pero no estamos solos en esta lucha. Tenemos varias ayudas, pero el Ajustador de Pensamiento es invaluable, para la existencia futura y eterna de nuestra única y exclusiva personalidad.
Por lo tanto nuestra meta de mente es la espiritualización de esta, y nos va permitir luego de ascender a la mota moroncial, al universo local, al superuniversos y seguir a Havona, y ahí obtendremos la mente del espíritu, y solo desde entonces comenzaremos a ver los misterios del Padre, del Hijo y del Espíritu Infinito. La mente por lo tanto, es el lugar o la arena, como nos dicen los reveladores, donde tomamos nuestras decisiones, donde se aloja la memoria, la razón, el juicio, la elección, la asociación de ideas, la imaginación creadora y por ultimo donde elegimos la carrera por la aventura de encontrar a nuestro Padre Universal, o nuestro fin.
Nuestras mentes, aunque muy básicas ya que este es nuestro punto de partida, nuestra primera vida, es mucho más animal que espiritual. Y, de acuerdo a lo que nos dicen los Reveladores, es de vital importancia para cada ser humano tomar conciencia de nuestras vidas, de nuestras mentes, de sus circuitos ayudantes y del magnifico Ajustador residente. Es deber de cada uno darse cuenta y descubrir el potencial tremendo que tenemos, junto a toda la ayuda con que contamos, para hacer este camino de aventuras magnificas donde en la meta nos espera nuestro Padre. No es otra la razón por la que estamos aquí, tampoco es otra, por la que nos han dotado de toda esta ayuda.
Aunque difícilmente sea posible para la mente mortal comprender los 7 niveles de la realidad cósmica relativa, el intelecto humano debería poder entender gran parte del significado de tres niveles funcionales de la realidad finita:
- MATERIA: Energía organizada que está sujeta a la gravedad lineal excepto en cuanto es modificada por el movimiento y condicionada por la mente.
- MENTE: Conciencia organizada que no está totalmente sujeta a la gravedad material, y que llega a ser verdaderamente liberada cuando es modificada por el espíritu.
- ESPIRITU. La realidad personal más alta, el verdadero espíritu no está sujeto a la gravedad física, pero finalmente se convierte en la influencia motivadora de todos los sistemas de energía evolutiva de la dignidad de la personalidad. LU 12:8.9-12
Aquí tenemos la clave de lo que somos: Materia, nuestros cuerpos; Mente, la conciencia, y Espíritu, lo que nos habita y que finalmente, si nosotros lo permitimos, será lo que nos motivara a evolucionar la personalidad.
(Continúa en el próximo número)