© 2022 James Woodward, Rick Lyon, David Linthicum
© 2022 Asociación Urantia Internacional (IUA)
Este número de Tidings está dedicado a la memoria del difunto David Linthicum, que se graduó el 1 de junio de 2022. David fue estudiante de El libro de Urantia durante mucho tiempo y miembro activo de la Asociación Urantia, en la que sirvió en varios cargos. Fue un servidor de la revelación inspirador, incansable y leal, como verán cuando lean los artículos de esta edición especial conmemorativa.
UAUS
David Linthicum, estudiante y servidor veterano de El libro de Urantia, se graduó de Urantia en las primeras horas de la mañana del 1 de junio de 2022. Supo del cáncer a principios de este año, seleccionó una terapia agresiva y lo dio todo con valentía, con la esperanza de que el proceso de curación acabaría saliendo victorioso. David mantuvo una actitud maravillosa y positiva a lo largo de los meses de tratamiento, y se enfrentó a las pruebas de la enfermedad y la muerte inminente con dignidad tranquila, verdadero valor, generosidad, fe firme y esperanza de vida eterna.
David continuó hasta sus últimos preciosos días en la Tierra dando su tiempo y sus recursos a importantes proyectos de legado en los que había estado involucrado. Era un servidor dedicado a la humanidad. Tal vez no mucha gente sabe que David escribió y auto-publicó un libro titulado The Emerging Recognition of Jesus’ Divine Nature (El reconocimiento emergente de la naturaleza divina de Jesús).
David ayudó a acreditar a la Asociación Urantia Spirit of Oklahoma, en la que sirvió también como presidente. Era un compañero de estudio habitual de un grupo de Tulsa (Oklahoma). Sirvió durante dos mandatos como presidente de la Asociación Urantia de Estados Unidos (UAUS), y fue también presidente de Diseminación de la Asociación Urantia Internacional. Ayudó a fundar el Prisoner Inquiry Response Team (Equipo de Respuesta a Peticiones de Reclusos, PIRT), del que fue director durante muchos años; también respondía personalmente las cartas y dio apoyo a muchos reclusos.
James Woodward (E.E. U.U.)
El Equipo de Respuesta a Peticiones de Reclusos (PIRT) es muy cercano y querido para mí. Antes de que tuviera título oficial y director oficial (David), responder a los presos era una de mis tareas en la Fundación Urantia. Como responsable de Servicio a los Lectores, recibía muchas preguntas sobre El libro de Urantia, entre las que había un número creciente de cartas de prisioneros de todo Estados Unidos. Decidí reclutar a mis amigos de la Asociación Urantia para que me ayudaran con la carga de trabajo, y se desarrolló una asociación de servicio duradera entre la Fundación Urantia y la asociación. Los voluntarios estaban deseosos de servir en un proyecto único y valioso.
Los «intramuros» solían enviar cartas increíblemente sinceras al editor; algunos solicitaban amigos por correspondencia, pero eso quedaba fuera de las obligaciones de la oficina. La entrega de la correspondencia funcionó bien. La Fundación Urantia continuó enviando libros después de que los voluntarios hubieran comprobado el nivel de interés de los reclusos.
Rick Lyon (EE. UU.)
(Nota de la redacción: David pidió a Rick que su panegírico fuera un testamento de las enseñanzas de El libro de Urantia_. Quería que los reunidos escucharan lo que era su vida religiosa.)_
Me llamo Rick Lyon. Conozco a David Linthicum desde hace muchos años. Soy y siempre seré su amigo.
En primer lugar, quiero señalar el diseño (que quizá hayan visto) que David hizo grabar en la lápida y en el broche que llevo. La cruz combinada con los tres círculos concéntricos azules. La cruz representa la crucifixión de Jesús. Los círculos azules representan la Trinidad: Dios Padre, Hijo Eterno y Espíritu Infinito. La cruz representa la mayor demostración de amor que este universo ha conocido, y los círculos azules representan la fuente de ese amor.
Cuando Billy Graham se acercaba al final de su tiempo en esta tierra, le preguntaron si temía a la muerte. Su respuesta fue: «¿Temer la muerte? La espero con ansia. Cuando escuchen que Billy Graham ha muerto, no lo crean».
Esta vida mortal es solo una sombra, el comienzo, de la realidad espiritual. Lo que viene después es más real y más verdadero, bello y bueno que cualquier cosa que podamos experimentar en esta vida en la tierra.
David Linthicum (EE. UU.)
(Nota de la redacción: Este artículo se publicó por primera vez en el Journal de noviembre de 2018. Fue adaptado de un discurso plenario pronunciado en la conferencia de los Países Bajos de 2018. Lo volvemos a publicar en memoria del difunto David Linthicum, que falleció el 1 de junio de 2022.)
El tema de la X Conferencia de la Asociación Urantia Internacional, en los Países Bajos, era «Jesús como instructor». Cuando me pidieron que fuera uno de los presentadores pensé que sería una gran oportunidad, aunque nunca había dado una charla plenaria.
En la conferencia 2016 de San Antonio (Texas) presenté mi primer taller, así que decidí ampliar el tema de ese taller para mi charla plenaria de Holanda. El taller se titulaba «El cuentagotas, la cuchara y la pala».
Se me ocurrió la idea basándome principalmente en mi experiencia intentando conseguir que mi familia y mis amigos leyeran El libro de Urantia.
Encontré El libro de Urantia y terminé de leerlo de principio a fin en 1996. Como muchos de nosotros, estaba impaciente por compartir este maravilloso libro con las personas más cercanas a mí, mi familia y amigos. ¡Estaba deseando contarle a mi mejor amigo las buenas noticias! Había descubierto un verdadero tesoro, algo que estaba más allá de mi imaginación.
Un día le compré un libro a mi amigo y se lo entregué diciendo: «Tío, ¡TIENES que leer esto!». ¡Estaba enardecido! Esperaba que mi mejor amigo estuviera tan emocionado como yo. Quería que lo leyera y así podríamos compartir nuestros pensamientos, como cuando leíamos a Carlos Castaneda y los libros de J.R.R. Tolkien en años pasados.
Digamos que las cosas no fueron como había esperado. Mi amigo nunca leyó el libro. Mi esfuerzo fue un fracaso total. Más tarde supe que se lo enseñó a su esposa, que lo hojeó y declaró que era obra del diablo. Me sentí desconsolado y decepcionado.
David Linthicum (EE.UU.)
(Nota de la redacción: Este artículo se publicó por primera vez en el Tidings de junio de 2021. Lo volvemos a publicar aquí en memoria del difunto David Linthicum.)
En una conferencia reciente de la Asociación Urantia se planteó una pregunta a los allí reunidos: «¿Cuántos han tenido éxito dando a conocer El libro de Urantia a familia o amigos?». No hubo sorpresa en las respuestas; un rápido conteo reveló que solo unas pocas personas levantaron la mano. A todos los que han intentado presentar el libro a familia y amigos: están en buena compañía.
Tenemos en nuestras manos una revelación divina, la quinta revelación de época a la humanidad, el tesoro más asombroso desde que Jesús caminó por la Tierra y ni así la familia y los amigos están interesados. Estoy seguro de que esta es una realidad para muchos de nosotros, ¡y decepcionante además!
Llevo estudiando el libro 26 años y a pesar de que me he esforzado en interesar a familia y amigos, la mayor parte como mucho solo muestran un interés pasivo; quizá tolerancia o incluso conciliación sería lo más parecido; ninguno se ha tomado tiempo para leer el libro. Tuve la posibilidad de hacer que una antigua novia leyera el libro hace varios años y se convirtió en una estudiante devota, de modo que conseguí una persona después de 26 años de intentos, ¡no es un gran récord!
Comité del Tidings
Disfruten de esta selección de fotos del difunto David Linthicum que muestran su participación en diversas reuniones, grupos de trabajo y grupos de estudio.