La siguiente lista de mantras de meditación está tomada de las sugerencias prácticas y actitudes espirituales que se necesitan para contactar con el Ajustador tal como las presentó un Mensajero Solitario en El libro de Urantia, Documentos 107-111. Me he tomado la libertad de parafrasear estas directrices con una voz positiva y activa, y por lo tanto todas las interpretaciones y posibles errores son míos. Animo a todos los lectores a que verifiquen el contenido por sí mismos. Esta no es en absoluto una lista exhaustiva de las muchas sugerencias espirituales y técnicas para estar en comunión con el Ajustador que se nos han dado a lo largo del libro.
Los Ajustadores son la voluntad de Dios…[LU 108:4.2]
Evitaré todos los venenos físicos con el fin de mantener un estado electroquímico equilibrado para estar en comunión con el Espíritu.
Evitaré todos los venenos mentales como el miedo, la ansiedad, la ira, la envidia, los celos, la sospecha y la intolerancia, y buscaré ayuda espiritual cuando surjan esos pensamientos.
Buscaré el equilibrio en mi vida intentando armonizar mis poderes físicos, mentales y espirituales para lograr un crecimiento igual en los tres.
Mantendré una actitud mental centrada y firme mediante la oración y la adoración, y limpiaré mi mente de todas las nociones preconcebidas, ideas establecidas y prejuicios de toda la vida.
Amaré, apreciaré y confiaré en mi Divino Padre con todo mi corazón. Con toda sinceridad deseo ser perfecto como él.
Acepto de buena gana y con alegría el programa establecido por mi Padre para mi desarrollo intelectual y espiritual, aunque no sea consciente de lo que es.
Cooperaré plenamente con la dirección del Espíritu Divino con alegría y entusiasmo. Estoy dispuesto a tomar decisiones valientes para hacer y ser lo que sea necesario.
Estaré en armonía con el Espíritu que está dentro de mí y elegiré conscientemente perseguir las realidades divinas de verdad, belleza y bondad, que expresaré en mi vida a través del amor, la compasión y el ministerio.
Intentaré siempre tomar decisiones claras y conscientes sobre todo lo que pienso, digo o hago, y mediré cada una de mis decisiones con las varas de la verdad, la belleza y la bondad.
Consagraré mi vida (todos mis pensamientos, palabras y acciones) a cooperar con la Presencia Divina. Es mi voluntad que se haga la voluntad de Dios.
Rezo para ser valiente y confiar en mí mismo con el fin de hacer la voluntad de mi Padre, pero por favor líbrame del orgullo y la vanidad.
Sustituiré todos los pensamientos sórdidos y egoístas con la venerarción a la belleza divina y el ministerio a los demás.
Haré un esfuerzo conjunto para amar a todas las personas y servirlas de buena gana.
Permaneceré indiferente a cualquier manifestación de la presencia de mi Espíritu. Lo aceptaré por la fe y reaccionaré pasivamente, evitando reacciones demasiado emocionales al progreso espiritual.
Me doy cuenta de que pertenezco en realidad a un universo más grande y acepto con alegría mi ciudadanía cósmica. Reconozco que tengo una obligación espiritual con la evolución continua del Ser Supremo.
Antes de dormir, aprobaré plenamente todos los intentos del Espíritu de mi Padre de registrar las creaciones de los espíritus en mi superconsciencia.
Permito que el Espíritu Divino me muestre el verdadero motivo, el objetivo final y el propósito eterno de la lucha de mi vida. Le permito que luche la buena batalla conmigo y para mí.
Permito que el Espíritu Divino me fortalezca con las verdades espirituales del poder cósmico.
Permito que el Espíritu de la Verdad, el Espíritu Madre y el Espíritu Padre me recreen como un ser espiritual.
Para recibir la ayuda de Dios, todo lo que necesitamos hacer es «imaginar, aceptar y creer que Dios nos está ayudando».