Autor: Dr. Irwin Ginsburgh y Geoffrey L. Taylor | Traductor y Editor: Jan Herca
El Libro de Urantia contiene mucha información científica que fue revelada entre 1925 y 1935 a un individuo que se preocupó muy poco por el material. Parte de esta información no estaba de acuerdo con la versión de la ciencia de ese momento. Medio siglo después, algunas de esas informaciones originalmente conflictivas se volvieron conformes con la ciencia, y otras no. La información tiene que ver principalmente con la creación del universo, la Tierra y el hombre, así como con los fundamentos de la materia y la energía. Las teorías acerca de estas cuestiones van evolucionando según la ciencia madura, y algunas de las ideas científicas cambian. Estos cambios han traído nuevas concordancias entre la ciencia y El Libro de Urantia, y ahora estas coincidencias pueden considerarse como predicciones.
Los autores hemos considerado una treintena de predicciones de ciertas áreas de interés, pero hay muchas otras en el libro. La ciencia no se ha posicionado sobre algunas cuestiones planteadas en el libro. Hay una clara posibilidad de que alguna de estas informaciones de El Libro de Urantia puedan convertirse en predicciones científicas en un futuro. Si finalmente más predicciones del libro se vuelven de acuerdo con la ciencia, daría a la parte científica del El Libro de Urantia una autenticidad que ensalzaría la credibilidad del resto del libro. Examinaremos esas treinta predicciones científicas del libro y las compararemos con las versiones actuales de la ciencia, mostrando en qué grado están de acuerdo una y otra, y cuánto más se puede anticipar. Aquellas predicciones que ahora están de acuerdo con la ciencia y aquellas que lo hacen parcialmente constituyen aproximadamente un tercio de todas las predicciones consideradas. Esto puede considerarse digno de mención. Sin embargo, la mayor parte de las predicciones todavía no están de acuerdo al 100%, pero es lo esperable de un libro con una larga vida. Es seguro que habrá más análisis de las predicciones en un futuro, así como más estudios de detalle de cada predicción individual.
Después de estudiar El Libro de Urantia suele asaltar una cuestión personal: ¿Es el libro completamente correcto o sólo parcialmente? Por supuesto, podríamos tomarlo como una cuestión de fe y creerlo por completo. Para ayudar en esta elección, examinaremos la información científica del libro, sobre todo aquella que o bien era desconocida por la ciencia en 1935 o bien difería de las teorías generalmente aceptadas por la ciencia en esa fecha. Algunas de las teorías están ahora de acuerdo con la ciencia y pueden considerarse predicciones de lo que la ciencia descubriría después de 1935. Examinaremos algunas de estas predicciones y veremos cuánto están ahora de acuerdo con la ciencia. Si lo hacen en una suficiente cantidad, entonces tendremos más elementos de credibilidad para el resto del libro. Sin embargo, tenemos que tener presente que, hoy por hoy, la ciencia sólo se ocupa del mundo físico, mientras que el libro trata de dar una explicación de las materias físicas, espirituales, y otras.
Mucha de la información científica del libro está de acuerdo con la ciencia, pero otra parte difiere. Donde difiere, las materias cubren cuestiones como la creación del universo, la creación de nuestro mundo, la creación de la vida, los fundamentos de la energía, etc. Muchas de estas materias no pueden probarse en un laboratorio. Las teorías científicas sobre tales materias están hechas para ajustarse a las evidencias disponibles. Históricamente, algunas teorías cambian con el tiempo según la ciencia madura y se vuelven disponibles nuevos datos. Aquellos desacuerdos de 1935 que ahora son conformes a la ciencia actual proporcionan una vía inigualable para probar la validez de la parte científica de El Libro de Urantia. Los desacuerdos restantes podrían resolverse en un futuro, y proporcionarían una confirmación adicional de la validez del libro.
El Libro de Urantia advierte de la limitación del lenguaje inglés (LU 42:2.1) para transmitir algunas ideas, y estas ideas podrían no estar claras o correctas. Este es un problema con todos los libros recibidos telepáticamente que discuten materias desconocidas por el receptor. El entendimiento del receptor puede ser una limitación. Además, hay una gran variedad de comunicadores, y algunos pueden ser más hábiles en la revelación que otros, especialmente al tratar información que es desconocida por el receptor. Incluso mucho del material fue originalmente recogido por estenografía, y la traducción de las notas estenográficas no siempre es perfecta, especialmente si el estenógrafo no está familiarizado con el material[1].
Cuando se trata de revelaciones, los vocablos que se usan a veces no coinciden con los que finalmente se deciden usar por la ciencia en el futuro, y esto puede ocultar la identificación. Por ejemplo, el libro habla de la «deriva continental» de la superficie terrestre, mientras que la ciencia habla de «placas tectónicas», pero no hay problema con la identificación en este caso.
El libro establece claramente que hay una limitación a la información que puede ser presentada (LU 101:4)[2], y la información sólo puede ser proporcionada si la vamos a descubrir pronto por nosotros mismos. Esta es una comprensible restricción de la revelación, porque hay muchos casos en la Tierra donde una cultura avanzada introdujo una tecnología superior a un pueblo menos desarrollado, y esto perjudicó o destruyó a la cultura menos evolucionada.
En una revelación, cuando una teoría es presentada al receptor humano se la presenta de forma completa. En la ciencia, cuando se encuentra la necesidad de una nueva teoría o de la mejora de una teoría existente, la nueva teoría empieza como una idea en la mente de alguien. La idea es cambiada, expandida, modificada, etc. hasta que parece explicar todos los datos recogidos. Cuando la teoría se completa, se anuncia públicamente a otros científicos del mismo campo, y la fecha de publicación se considera usualmente la fecha del descubrimiento. Entonces tiene que pasar la dura prueba de la verificación experimental y la reverificación por otros científicos. Otros investigadores del mismo campo comparan las viejas y nuevas teorías e informalmente deciden cuál explica mejor el fenómeno. Pueden pasar muchos años entre la concepción y la verificación. Durante este tiempo, la idea se discutirá con otros expertos del campo, y toda nueva información se pondrá en común entre este pequeño grupo de expertos. En este informe usaremos la fecha del anuncio como la fecha del descubrimiento, incluso si el concepto era conocido por un pequeño grupo antes. Miembros de este grupo podrían haber sido una inadvertida fuente de información para los autores de El Libro de Urantia. También presentaremos críticas más exhaustivas a algunas predicciones, si ya existen en el mundo real y ofrecen una presentación más equilibrada. La ciencia permite mejoras en sus teorías, y estos cambios han dado lugar a las predicciones del El Libro de Urantia.
Gran parte de nuestro material es ciencia que se ha desarrollado después de 1935. Hay dos categorías principales para las predicciones, las que no estaban de acuerdo con la ciencia en 1935 y las que eran desconocidas para la ciencia en 1935, y una categoría menor. Hay varias clases en cada categoría principal. Gran parte del material de la primera categoría implica ciencia que se ha desarrollado durante la vida de los autores. Las categorías y las clases son:
Las categorías A, B y C cubren una amplia gama de temas. Las siete predicciones de la categoría A pueden considerarse destacables. Estas predicciones estaban claramente en desacuerdo con la ciencia en 1935. Desde entonces, la ciencia ha mejorado sus teorías y ha llegado a concordar. Los críticos dirán que algunos desarrollos estaban en marcha en 1935, y los expertos en cada campo estaban al tanto de algunos de los trabajos en desarrollo en 1935. Pero la información no se conocía en general en ese momento, y no había seguridad de que el trabajo tuviera éxito. Sin embargo, esta información coincide con la limitación del libro de revelar información que desarrollaremos en breve. Las dos predicciones de la categoría B están parcialmente de acuerdo ahora y el acuerdo podría mejorar con el tiempo. La categoría D es aún más notable, ya que estos elementos eran desconocidos para la ciencia en 1935.
La categoría C, con cinco predicciones, no está de acuerdo con la ciencia, pero eso no significa que las predicciones estén equivocadas. Simplemente no están de acuerdo con las ideas de la ciencia sobre el tema. Pero la naturaleza de la información es tal que las teorías de la ciencia podrían cambiar en el futuro. La historia de un tema en ciencia es a menudo una serie de teorías que mejoran con el tiempo.
Las categorías D, E y F son en su mayoría desconocidas para la ciencia incluso hoy en día y podrían ser las más intrigantes, ya que los descubrimientos científicos futuros podrían verificar algunas de estas predicciones descabelladas. De hecho, cuatro de estas predicciones están siendo investigadas hoy (categoría D), porque la ciencia ahora necesita este tipo de información. Se pueden probar cinco predicciones más con la tecnología moderna (categoría E). Ocho predicciones aún son desconocidas para la ciencia (categoría F). Este tipo de información es importante para un libro con una vida muy larga. La verificación de algunas de estas predicciones en el futuro podría hacer más fácil creer en otras partes de El Libro de Urantia.
Las treinta y tantas predicciones que se discutirán brevemente se pueden clasificar de la siguiente manera:
Hay mucho material en El Libro de Urantia que está de acuerdo con la ciencia de 1935. Esto no puede usarse para pensar en predicciones. Sin embargo, es útil discutir uno de estos puntos. El libro dice que la velocidad de luz es 299.790 km por segundo (186.280 millas por segundo) (LU 23:3.2). La velocidad de la luz medida por la ciencia en 1931 era de 299.774 km por segundo (186.270 millas por segundo), 16 km (10 millas) por segundo de diferencia. En 1949, el valor se incrementó a 299.792 km (186.282 millas) por segundo, y ha permanecido cerca de esto desde entonces. Esto muestra el grado de exactitud de algunas de las informaciones del libro.[3] Sin embargo, hay otros sitios donde la información es vaga o incompleta.
I.A.1.—Curativos químicos para las heridas (Medicina, LU 65:4.3-6)[4]
El Libro de Urantia menciona sustancias químicas curativas que iban a ser descubiertas. La penicilina fue descubierta en 1928, pero sólo se empezó a usar seriamente diez años después. La sulfamida fue descubierta en 1935 pero no se empezó a usar hasta cinco años después. Estas dos sustancias combaten las infecciones y aceleran el proceso curativo. Ambos descubrimientos eran esencialmente desconocidos en 1935, y esta es una predicción que se ha cumplido parcialmente. El libro también habla de químicos curativos que involucran a las propias células, e insinúa otros descubrimientos de este tipo que se realizarán en el futuro.[5]
I.A.2.—Tectónica de placas y deriva continental (Geología, LU 57:8.23-25, LU 58:4.3-4, LU 58:5.1-4)
El libro dice que los continentes se desplazan lentamente sobre la superficie de la Tierra, y la deriva comenzó hace unos 700 millones de años. Esto se propuso en los primeros años del siglo XX y no se había probado en 1935.[6] Sin embargo, una mirada a la costa este de América del Sur y la costa oeste de África muestra fácilmente el ajuste antiguo. Pero la ciencia requiere pruebas. Dicha prueba llegó en 1969 al hacer coincidir las capas de tierra subterráneas en los dos continentes, junto con el descubrimiento de grietas en el fondo del océano entre los continentes. Sin embargo, la ciencia calculó recientemente que la deriva comenzó hace 200 millones de años, según las rocas más antiguas del fondo del océano Atlántico. Otra predicción que esencialmente se ha hecho realidad aunque la ciencia terminó llamando a esto tectónica de placas.
I.A.3.—Fuente de la energía solar (Física, Astrofísica, LU 41:8.1)
El libro dice que el Sol genera energía al combinar cuatro átomos de hidrógeno para formar un átomo de helio, utilizando el carbono como catalizador. Esta es una conversión de masa a energía. La ciencia desarrolló esta tecnología en 1939. Esta predicción también se hizo realidad.
I.A.4.—Temperatura en el centro del Sol (Física, Astrofísica, LU 41:7.1-2)
El libro afirma que la temperatura en el centro del sol es de 19,4 millones de grados C. A mediados de los años 30, la ciencia solo supuso una temperatura de millones de grados. Se hizo una estimación de 16,1 millones de grados C a finales de los años 30. Este es un buen acuerdo.
I.A.5.—Elemento químico con el número atómico 101 (Física Nuclear, LU 42:7.4-7)
El libro dice que un elemento muy pesado, el número 101 (el número se relaciona con la estructura y la carga eléctrica del núcleo atómico) sería tan inestable que se desintegraría radioactivamente casi al instante. En 1935, el elemento natural más pesado conocido era el uranio, número 92, y se desintegraba lentamente. Los experimentos para fabricar elementos más pesados se realizaron a fines de los años 30, pero con poco éxito, ciertamente no hasta el número 101. Esto finalmente se hizo años después, en 1955. Este elemento artificial se denominó mendelevio y resultó ser estable durante aproximadamente una hora. Esto no encaja mal con la predicción, pero los críticos dirán que un científico competente podría haber hecho una buena suposición.
I.A.6.—Descubrimiento de la partícula neutrino (Física Nuclear, LU 41:8.3, LU 42:8.5)
El libro menciona unas «minúsculas partículas», sin nombre y sin carga que podrían ser la partícula que la ciencia llama el neutrino. La partícula fue teóricamente predicha en 1931 y fue etiquetada como neutrino; pero debido a que era tan difícil de detectar, no se encontró hasta 1938. Una vez más, aquí un crítico podría sugerir que lo que hubo es un poco de suposición instruída, pero el hecho es que la predicción se hizo realidad.
I.A.7.—Masa de la partícula mesón (Física Nuclear, LU 42:8.3)
El libro usa el término mesotrón en lugar de la palabra actualmente usada, mesón. El término mesotrón se usó en la década de 1930 cuando se realizó el trabajo teórico inicial sobre esta partícula. Los reveladores estaban familiarizados con el trabajo del mesotrón. El libro afirma que el mesotrón tiene una masa que es 180 veces la masa del electrón. La ciencia ha descubierto que la masa es 207 veces la masa del electrón. Esta es una pequeña discrepancia. Sin embargo, el revelador conocía el término mesotrón, y esto muestra conocimiento del pensamiento humano. Esta predicción está de acuerdo con la ciencia, pero se hizo en un momento coincidente con el descubrimiento.
Puntuación: Siete predicciones concuerdan con la ciencia.
I.B.1.—Creación del Sol (Cosmología, Física Estelar, LU 57:1.1, LU 57:1.6, LU 57:2.3, LU 57:4.2, LU 57:4.8-9)
La ciencia dice que el Sol se creó cuando una enorme nube de gas se contrajo por gravedad y se calentó por compresión hasta que estuvo lo suficientemente caliente como para convertirse en un horno solar. El libro dice lo mismo excepto que había alrededor de un millón de otros soles que también fueron creados a partir de la misma enorme Nebulosa de Andronover. Su creación tomó alrededor de dos mil millones de años y fueron expulsados de la nebulosa después de la formación. La ciencia no tiene constancia acerca de los otros millones de soles o la nebulosa o la eyección de la nebulosa, pero hay una buena superposición en este caso.[7]
I.B.2.—Creación de la Tierra y la Luna (Cosmología, Astronomía, LU 57:6.10, LU 57:7.2, LU 57:7.4)
La ciencia dice que la Tierra se condensó cuando lo hizo el Sol y recogió algo de material por la acumulación de meteoritos y planetesimales. La Luna se creó cuando un planetesimal golpeó a la Tierra y expulsó suficiente material que se unió para formar la Luna. Curiosamente, una vieja teoría desacreditada decía que la Luna fue arrancada de la Tierra, dejando la cuenca del Pacífico, pero no especificó la causa. El libro dice que la Tierra y la Luna se unieron como un par de planetas gemelos después de que el gigante espacial Angona se acercara al Sol y separara suficiente material para formar todos los planetas. El Sol y la Luna crecieron por acreción, la Tierra enormemente en comparación con la Luna. Nuevamente, hay cierta superposición, pero diferencias en los detalles.
Puntuación: Dos predicciones concuerdan parcialmente con la ciencia. Con el tiempo, este número podría aumentar.
I.C.1.—Creación continua de materia y energía (Cosmología, Física, LU 3:4.2, LU 4:1.5-6, LU 42:1.5)
El libro dice que la materia y la energía se crean continuamente en muchos lugares del universo, especialmente más allá de los siete superuniversos. La ciencia tiene una teoría desacreditada sobre la creación continua[8], pero la teoría aceptada hoy es que toda la energía en nuestro universo se creó hace diez o quince mil millones de años en un instante y en un solo lugar. Esto se llama la teoría del Big Bang. Esta energía se ha extendido desde entonces y ha resultado en la formación del universo. Curiosamente, algunos de los resultados experimentales más recientes están planteando dudas sobre el Big Bang. Y El Libro de Urantia habla de un «cataclismo cósmico» en nuestra parte del universo hace entre 8.000 y 10.000 mil millones de años[9], que podría haber sido una gran explosión local. Si bien hay desacuerdo, quizás haya un atisbo de acuerdo. Recuerde que las mediciones de la ciencia se hacen todas aquí en la Tierra y se usan para explicar eventos que sucedieron hace quince mil millones de años y muy lejos. Las extrapolaciones extremas en tiempo y distancia podrían conducir a resultados erróneos. Recuerdo que en el siglo XX, el universo de la ciencia se hacía cada vez más viejo. ¿Ha encontrado la ciencia la edad adecuada ahora?
I.C.2.—Creación de nuestro sistema solar (Cosmología, LU 57:5.4-8)
En la década de 1930, una de las teorías propuestas por la ciencia era que un cuerpo masivo se acercó al Sol y arrancó grandes cantidades de materia que luego se unieron para formar los planetas[10]. Esta teoría ya no es aceptada, y la teoría predominante hoy establece que los planetas fueron creados por la condensación de la materia adyacente al Sol al mismo tiempo que el Sol se condensaba. El libro dice que un sistema llamado Angona con un «gigante oscuro»[11] en su centro se acercó al Sol y arrancó mucha materia que se condensó para formar los planetas. Esta teoría particular explica la inclinación adicional de siete grados del eje del Sol al plano de los planetas. La teoría actual no explica esta inclinación. En este caso, el libro y la ciencia estuvieron de acuerdo originalmente, pero la ciencia ha cambiado de opinión desde entonces. Sin embargo, puede que vuelva el acuerdo en un futuro. Recuerde que los astrónomos y cosmólogos del mundo siempre llegan a un consenso sobre qué teoría se ajusta mejor a todos los datos científicos disponibles; con nuevos datos pueden ocurrir cambios futuros en esta teoría.
I.C.3.—Implantación de la vida en la Tierra hace 550 millones de años (Paleontología, LU 58:4.1-2)
El libro dice que la vida se implantó en la Tierra hace 550 millones de años, pero no especifica exactamente qué se implantó. La ciencia dice que la vida comenzó hace más de tres mil millones de años como vida unicelular. Esto se basa en evidencias circunstanciales de estructuras celulares antiguas que se asemejan a las estructuras unicelulares vivas. La ciencia también dice que la vida multicelular con ADN significativo (las estructuras de las células que controlan todas las fases de la vida celular) apareció hace 600 millones de años. Las diferencias podría resolverse en el futuro. La ciencia ha sido capaz de producir en laboratorio los componentes básicos de la vida, pero nunca ha sido capaz de combinarlos para producir una estructura realista con la capacidad de reproducirse. La ciencia nunca ha creado vida desde cero y no sabe cómo hacerlo.
I.C.4.—Fin de la era Cretácica (Geología, LU 60:2.14, LU 60:3.16, LU 60:3.20-22, LU 60:4.1)
La ciencia sabe que los dinosaurios y muchas otras clases de vida desaparecieron hace unos 65 millones de años en lo que se llama el final de la era del Cretácico. La teoría más reciente de la ciencia es que un meteorito de 16 km de diámetro impactó la Tierra. Esto creó una cubierta duradera de polvo y nubes que bloqueó la luz solar y afectó negativamente al crecimiento de las plantas y, por lo tanto, muchas otras especies vivas. La clave crucial es la presencia de una alta concentración del elemento pesado, iridio, en la capa límite de depósitos al final del Cretáceo. El iridio no es abundante en la superficie de la Tierra. Se encuentra en las profundidades terrestres o en ciertos meteoritos. El libro dice que el mayor flujo de lava de todos los tiempos ocurrió al final del Cretácico: cubría partes de varios continentes. Podría haber venido de las profundidades de la Tierra, proporcionando así una fuente de iridio.
I.C.5.—Fragmentación del quinto planeta (Astronomía, Cosmología, LU 57:6.5)
El libro dice que el quinto planeta del Sol fue atraído lentamente por la gravedad del gigante Júpiter, el sexto planeta. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, la gravedad de Júpiter fragmentó el quinto planeta. La ciencia actual dice que nunca hubo un quinto planeta, y que los asteroides son piezas de materia espacial (planetesimales) que nunca formaron un planeta.
Puntuación: cinco predicciones actualmente sin cumplir.
[La siguiente categoría es aún más interesante que la categoría A, porque este material no era conocido por la ciencia en 1935 y ahora se está investigando activamente].
II.D.1.—Materia oscura del universo (Astronomía, LU 15:6.11, LU 15:8.1)
El libro trata sobre la «materia oscura» y las «islas oscuras del espacio» y dice que pronto descubriremos la materia oscura. Como la materia oscura no se puede ver (no emite luz), la ciencia sabe poco al respecto. La ciencia actual cree que parte de la materia oscura es diferente de la materia normal, como estrellas densas y enfriadas. Recientemente, la ciencia ha encontrado varias buenas razones teóricas para la existencia de tal materia. Se están haciendo serios esfuerzos para dilucidar este asunto, y se pueden esperar resultados positivos en el futuro. Esto tiene una muy buena posibilidad de acercarse al libro.
II.D.2.—Organización de la materia en un superuniverso (Astronomía, LU 15:2.10-25, LU 15:3.1-16)
El libro describe la organización de la materia en un superuniverso. La ciencia conoce algo de esta información, pero no lo sabe todo. De hecho, la ciencia no sabe nada acerca de superuniversos. El libro dice que la ciencia descubrirá algo de esta información pronto. La siguiente tabla compara la información equivalente de la ciencia y El Libro de Urantia. La primera columna enumera las cantidades de mundos habitados que se espera que existan en un futuro, según las revelaciones. La segunda columna es la denominación dada en el libro a esta agrupación de mundos habitados, y la tercera una candidata equivalente según la ciencia actual. Existen dudas sobre la correspondencia entre la galaxia de la Vía Láctea: podría ser un «universo local» o un «sector menor» de un «superuniverso».
Número de mundos habitados | El Libro de Urantia | Ciencia actual |
---|---|---|
1 mundo, el nuestro | Urantia | La Tierra |
1000 o menos | Sistema local | Constelación visible |
100.000 | Constelación | Vecindad local |
10 millones | Universo Local | - |
1.000 millones | Sector menor | ¿Vía Láctea, galaxia? |
100.000 millones | Sector mayor | ¿Cúmulo de galaxias? |
1 billón | Superuniverso | ¿Supercúmulo de galaxias? |
7 billones | El «Gran Universo» | ¿Universo? |
? | El «Universo Maestro» | ¿Universo? |
II.D.3.—Disposición de los siete superuniversos en el gran universo (Astronomía, LU 15:1.1-3)
El libro describe siete superuniversos dando vueltas alrededor de una creación central e invisible llamada Havona en un curso elíptico plano. También dice que la ciencia casi ha encontrado el superuniverso número siete y pronto encontrará el resto. En 1935, la ciencia consideraba que todas las galaxias estaban distribuidas uniformemente por todo el espacio. La existencia de grandes vacíos entre galaxias y la agrupación de galaxias se han descubierto recientemente. Esta predicción tiene ciertas posibilidades de confirmarse en un futuro.
II.D.4.—Uso del ADN para la evolución humana (Genética, LU 65:3.4-6)
El libro dice que la especie humana ya no evolucionará por medios naturales. El conocimiento científico del ADN se utilizará en el futuro para mejorar la especie humana. La ciencia recién comienza a mapear todo el genoma del ADN humano. Una vez completado esto, podemos comenzar a entender cómo funciona el ADN. Incluso ahora estamos comenzando a atacar algunas enfermedades genéticas que aparentemente son causadas por errores en el ADN. Esto probablemente se hará realidad en el futuro.
Puntuación: Cuatro predicciones con buenas posibilidades de hacerse realidad.
II.E.1.—Efecto reducido de la gravedad del ión de calcio (Física, LU 41:6.1-7)
Los átomos de calcio suelen tener dos electrones más externos y están eléctricamente equilibrados. A temperaturas muy altas, uno de los electrones cargados negativamente puede eliminarse y el ion resultante queda cargado positivamente. El libro afirma que tales iones se ven ligeramente menos afectados por la gravedad que los átomos de calcio normales (más allá de la mera pérdida de masa de un electrón), y esto explica la mayor concentración de átomos de calcio en la superficie del Sol que en el interior. Esta gravedad reducida es bastante inesperada, e incluso podría valer un premio Nobel para el científico que la descubra. Una prueba de esto requeriría generar un haz de átomos de calcio y un haz de iones de calcio a alta temperatura, y comparar el efecto de la gravedad en los dos haces.
II.E.2.—Efecto de no gravedad de las partículas liberadas de neutrones (Física, LU 42:6.2-3)
El libro dice que no hay fuerza de gravedad en las partículas de energía electrónica libres, sin carga y sin adherir. Entendemos que esto incluye a los neutrones libres. Esto también es bastante inesperado, y también podría valer un premio Nobel. Podría verificarse generando un haz de neutrones muy débil y midiendo el efecto de la gravedad en el haz.
II.E.3.—Origen de los ciclos de manchas solares (Astronomía, LU 41:3.9, LU 57:5.2)
El libro dice que nuestro ciclo de manchas solares de 11 años es un remanente lento de la fase variable del Sol más corta (3,5 días). Esta variabilidad se conoce como «fase Cefeida de una estrella», que es una variación cíclica del brillo de una estrella, y la frecuencia de la variación y el brillo están relacionados. Aunque la ciencia no hace esta afirmación, es plausible. Un estudio requeriría mediciones precisas de brillo de estrellas variables Cefeidas a muy largo plazo y mediciones precisas, a largo plazo y basadas en el espacio, de las variaciones en el brillo del Sol.
II.E.4.—Doce planetas en nuestro sistema solar (Astronomía, LU 57:5.7, LU 57:5.9)
Si bien la ciencia conoce nueve planetas y los remanentes o preplanetesimales de un décimo, el libro dice que hay doce planetas en la familia del Sol. Actualmente, los astrónomos están buscando otros planetas observando cambios muy pequeños en los movimientos de los planetas exteriores, que podrían ser causados por la gravedad de dos planetas lejanos. Las dos sondas espaciales que viajan más allá de Plutón, Pioneer 10 y 11, también están siendo observadas en busca de pequeños cambios que puedan ser causados por la gravedad de uno o dos planetas más.[12]
II.E.5.—Dos tipos desconocidos de energía (Física, LU 42:5.2-4)
El libro discute todos los tipos de radiación electromagnética conocidos por la ciencia. También analiza otros dos tipos de radiación que la ciencia no conoce. Uno se llama «rayos infraultimatónicos» y está involucrado en la primera etapa de la energía creada. El otro se llama «rayos ultimatónicos» e implica la conversión de energía en partículas de ultimatón (véase la sexta predicción de la siguiente sección). Algunos de los trabajos experimentales con máquinas de alta energía pueden conducir al descubrimiento de estos rayos.[13]
Puntuación: cinco predicciones en espera de más trabajo.
II.F.1.—Causa de la acción ondular de la luz (Física, LU 41:5.6-8)
El libro dice que la luz consiste en partículas, y que otra energía, desconocida en la Tierra, actúa sobre la luz haciendo que las partículas se agrupen en forma de onda. La ciencia actual cree que la luz tiene propiedades tanto de onda como de partícula, pero no sabe por qué existen ambas propiedades.[14]
II.F.2.—Velocidad más alta que la velocidad de la luz (Física, Teología, LU 23:3.2)
La ciencia sostiene que un cuerpo físico no puede moverse más rápido que la velocidad de la luz. El libro discute velocidades más rápidas que la velocidad de la luz, pero habla de materia espiritual en lugar de física.[15]
II.F.3.—Dos clases de gravedad (Física, LU 11:8.2-3, LU 41:9.2)
La ciencia está familiarizada con la atracción gravitacional entre dos cuerpos físicos, pero no comprende los fundamentos de cómo funciona la gravedad. El libro llama a esta atracción «gravedad lineal». También habla de la gravedad radial, que aparentemente funciona entre el universo central y ciertos otros cuerpos, ultimatones libres, y entre el universo central y la energía. La ciencia ha llevado a cabo experimentos muy difíciles para ver si la gravedad lineal afecta la energía de la luz. Lo hace, pero puede haber suficiente discrepancia para explicar otro tipo de gravedad.
II.F.4.—Anti-gravedad (Física, LU 9:3.1-4, LU 9:3.6)
El libro analiza la antigravedad y algunas partículas que se ven afectadas por ella. La ciencia especula que puede existir la antigravedad, pero tiene pocas ideas al respecto. [16]
II.F.5.—La energía más importante del espacio (Física, LU 41:1.1-2, LU 42:1.3)
El libro dice que la luz y la electricidad no son las principales energía del espacio. Aparentemente tampoco lo es la gravedad. El libro dice que la ciencia no tenía información sobre esto en 1935. Esta energía aparentemente fluye a través del espacio en circuitos. Uno se pregunta si el libro se refiere a la fuerza nuclear fuerte que la ciencia ahora conoce y que está involucrada en la conversión de masa en energía en las estrellas. Sin embargo, esta energía no fluye a través del espacio.
II.F.6.—La partícula ultimatón (Física, LU 42:3.3, LU 42:4.6, LU 42:6.4-6)
El libro introduce una partícula fundamental que denomina ultimatón. Nos dice que el ultimatón es la primera partícula con masa en la que se puede convertir la energía. Cien ultimatones forman un electrón, pero no usan órbitas de movimiento como lo hacen los electrones; quizás algún tipo de estructura está involucrada. La ciencia no contempla que los electrones estén formados por partículas más pequeñas. [17]
II.F.7.—Transición de los neandertales a los cromañones (Antropología, LU 78:0.2, LU 78:4.1, LU 80:1.5-7)
La ciencia es consciente de que hubo un rápido cambio desde los tipos humanos neandertales a los cromañones u hombres modernos hace unos 35.000 años. La ciencia no sabe cómo sucedió esto tan rápido, ya que la evolución no puede explicar una transformación tan rápida. El libro dice que los descendientes de extraterrestres superiores, a saber, Adán y Eva, se cruzaron con los indígenas de la Tierra para crear al hombre moderno, que acabó con los neandertales. [18]
II.F.8.—Ciclo de vida de una estrella (Física Estelar, LU 15:6.9, LU 41:7.14, LU 41:9.5)
El libro dice que una estrella común, como el Sol, puede brillar durante «miles de millones de años» (LU 41:9.5). La ciencia también calcula que las estrellas pueden generar suficiente energía para brillar durante miles de millones de años. Pero el libro dice (LU 41:7.14) que «los soles que funcionan en los canales directos de las corrientes principales de energía universal pueden brillar para siempre». En LU 15:6.9 el libro asegura que la vida estelar promedio es de «billones de años». La existencia de unas «corrientes principales de energía universal» es desconocida para la ciencia, al igual que la existencia de «canales directos» para esta energía.
Puntuación: 8 predicciones que la ciencia no conoce.
III.G.1.—Periodicidad de elementos químicos similares cada siete elementos (Química, LU 42:9.2-3)
El libro dice que si los elementos químicos se enumeran aumentando el peso atómico (lo que se relaciona con la estructura atómica), los elementos más ligeros repiten sus propiedades químicas cada séptimo elemento activo. Sin embargo, hay elementos inactivos en la secuencia (los gases nobles, como el helio y el neón), y esto extiende la secuencia real a ocho elementos. Este es el número que usa la ciencia, y lo ha sabido por más de 100 años. Algunos trabajos recientemente terminados han demostrado que algunos de los gases nobles son ligeramente reactivos, y esto ahora está complicando el problema. El libro habla de una repetición cada siete elementos, porque siete es un número espiritualmente importante.
III.G.2.—Temperatura de la superficie del Sol (Astronomía, LU 41:7.1-2)
El libro dice que la temperatura de la superficie del sol es de 6.000 grados Fahrenheit. La ciencia mide la temperatura del sol en 6.000 grados centígrados o 10.000 grados Fahrenheit. Esto podría deberse a cualquiera de una serie de errores. Hay otra temperatura solar mencionada en el mismo párrafo, y esta concuerda con el valor de la ciencia.
[Estos errores involucran principalmente números o valores, y se pueden esperar errores. Es interesante que haya una cantidad tan pequeña de errores graves en el libro, menos del diez por ciento de las predicciones que consideramos.]
Puntuación: 2 desacuerdos que podrían ser errores explicables o accidentales.
Las treinta y tres predicciones discutidas involucran temas que la ciencia desarrolló o descubrió alrededor de 1935 o en algún momento posterior. La mayoría de estas predicciones provienen de estos documentos de Urantia: 57, El origen de Urantia ; 58, El establecimiento de la vida en Urantia ; y 41, Aspectos físicos del universo local. A continuación se presenta una tabulación de resultados:
Categoría I—Predicciones en desacuerdo con la ciencia de 1935:
Categoría II—Predicciones que la ciencia desconocía en 1935:
Categoría III—Predicciones que discreparon seriamente con la ciencia en 1935:
Hay muchas otras predicciones en el libro. Las que han sido analizadas son las más fáciles de juzgar por los autores. Cubren temas de física, cosmología, energía, etc. Hay más análisis que pueden hacer expertos en otros campos y en años posteriores, cuando más predicciones se hayan hecho realidad.
La clase A puede considerarse notable para 1935. Esta información no estuvo de acuerdo con la ciencia en 1935, pero 50 años después hay acuerdo. Sin embargo, desde que el libro fue publicado en 1955, los críticos podrían afirmar que la fecha de 1955 es aplicable. Para la fecha de 1955, las predicciones no son excepcionales. Obviamente, están de acuerdo con el requisito de El Libro de Urantia de que la revelación se limite a la información que descubriremos en el futuro cercano. Las predicciones de la categoría B han alcanzado un acuerdo parcial con la ciencia y pueden estar más de acuerdo en el futuro. Juntos, A y B son aproximadamente dos tercios de la categoría I. Esto indica que parte de la información técnica avanzada en El Libro de Urantia es correcta. Los reveladores tenían acceso a información desconocida para la mente humana. Además, la información proviene de varios reveladores cubre varios campos de la ciencia. Las predicciones notables de esta información hacen que sea más fácil creer algo del otro material en el libro. La categoría C todavía no está de acuerdo con la ciencia, pero estos son temas bastante fundamentales, y los datos científicos a menudo son bastante escasos. Esto no significa que las predicciones de la categoría C sean incorrectas. No están de acuerdo con las teorías actuales de la ciencia. Las teorías de la ciencia sobre algunos de estos asuntos podrían cambiar, y podría haber más acuerdo en un futuro.
Las categorías D, E y F son aún más interesantes, porque eran desconocidas para la ciencia en 1935 e incluso en 1955. La categoría D tiene cuatro predicciones que están en camino de llegar a un acuerdo con la ciencia. Las categorías E y F involucran algunos temas lejanos y, si algunos de ellos están de acuerdo con la ciencia en el futuro, esto podría mejorar la credibilidad del resto del libro. La posibilidad de que las predicciones se hagan realidad en el futuro es muy importante para un libro con una vida muy larga. El libro dice que el conocimiento de Dios viene a través del espíritu, y la ciencia ahora no puede ayudar con eso.
Hay otros temas que se discuten en el libro que pueden ser susceptibles de análisis de predicción. Estos incluyen material como el espíritu, la mente, el Ajustador del Pensamiento, las ciencias sociales, etc. Estos deben ser peinados para tratar de encontrar material objetivo que pueda ser nuevo o predictivo. Lo más probable es que dicha información sea subjetiva, y este tipo de material es muy difícil de justificar. Sin embargo, puede ser interesante desarrollar un cuestionario de encuesta que pueda usarse para comparar lectores experimentados con nuevos lectores del libro. Los resultados podrían ser de gran interés para otros lectores. Sin embargo, incluso si se encuentran tales predicciones, solo harían que el libro sea más fácil de creer. No necesariamente probarían la exactitud de otras partes del libro.
La revelación se ajusta a las necesidades de quienes la reciben. Es posible que no cubra por completo un tema e incluso podría omitir partes importantes de un tema. No proporcionará información que será útil en el futuro. En este siglo, las necesidades científicas de algunos lectores son más estrictas que las de otros lectores. Esto podría ser útil para todos los lectores, ya que agrega un factor de verdad reveladora a parte del material científico del libro e implica que el resto del libro es más creíble. Un último consejo. Algunos de los secretos para entender El Libro de Urantia son la repetición, el pensamiento y no leer el libro secuencialmente. Comienza y lee lo que puedes entender; luego regresa y estudia las otras partes.
Nota del autor: La primera edición de The Mind at Mischief del Dr. William S. Sadler, Funk & Wangnalls, 1929, tenía una nota acerca del uso de la estenografía en la transmisión de los documentos de Urantia. ↩︎
Nota del Editor: LU 101:4 La sección del documento 101 titulada Las limitaciones de la revelación da cuenta de las restricciones impuestas al libro. Dice así un párrafo: «No tenemos libertad para anticipar los descubrimientos científicos que se producirán en mil años». ↩︎
Nota del Editor: Albert A. Michelson condujo varios experimentos para medir la velocidad de la luz entre los años 1920 y 1931. Aunque efectivamente hacia 1931 determinó un valor de 299.774 ± 11 km/s que le fue publicado de forma póstuma, es curioso, sin embargo, que en 1922 había determinado otro valor más alto de 299.796 ± 4 km/s que no fue considerado tan exacto por problemas en la medición, que fue descartado, y que se encuentra muy cerca del valor ofrecido por El Libro de Urantia. https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Abraham_Michelson ↩︎
Nota del autor: Los paréntesis muestran el campo de la ciencia y la referencia de El Libro de Urantia. La información científica está disponible en cualquier buena enciclopedia moderna. ↩︎
Nota del Editor: El texto citado del libro (LU 65:4.3-6) habla de «controlar mejor ciertas enfermedades graves», lo cual encaja muy bien con el cáncer. El último párrafo es revelador cuando dice que un sistema se implantó en otro planeta habitado no muy lejos de nosotros, mejorando la técnica para controlar más la capacidad de proliferación de las células normales. Como se sabe, un cáncer es una proliferación desordenada de las células normales. Es muy posible que estos párrafos de El Libro de Urantia estén anunciando el futuro descubrimiento de la cura del cáncer. ↩︎
Nota del Editor: La teoría de la deriva continental fue propuesta por el alemán Alfred Wegener en 1912. Esta teoría, junto a la teoría de la expansión del fondo oceánico quedaron incluidas en la década de 1960 en la teoría de la tectónica de placas. https://es.wikipedia.org/wiki/Deriva_continental ↩︎
Nota del Editor: La ciencia no tiene muy claro en la actualidad cómo se formó el Sol. Si hubo una nebulosa en esta zona de la galaxia, ya no queda rastro de tal nebulosa. La ciencia no ha detectado ninguna. El libro también concuerda con esto al decir que «la gran nebulosa de Andronover ya no existe» (LU 57:4.9). A pesar de ello, dos estudios recientes parecen empezar a sugerir que el Sol no se formó en solitario. Vincent Tatischeff, del centro nacional de investigaciones científicas francés, ha publicado un estudio en el que asegura que la presencia en nuestro sistema solar de radioisótopos de corta vida como el berilio-10 (10Be) sólo se pueden explicar si el Sol se formó mediante algún sistema que involucra la existencia de o bien otra estrella masiva, o bien una nube molecular gigante producida por un montón de supernovas. (Vincent Tatischeff, Jean Dupart, Nicolas de Séréville, Light-element nucleosynthesis in a molecular cloud interacting with a supernova remnant and the origin of Beryllium in the protosolar nebula, The Astrophysical Journal, 2014.) Y un estudio reciente de Anthony Brown, de la universidad de Missouri, ha tratado de mapear a los hermanos del Sol, los varios miles de soles que la ciencia actual calcula que se formaron a la vez que el Sol. (Anthony G. A. Brown, Simon F. Portegies Zwart, Jennifer Bean, The Quest for the Sun’s Siblings: an Exploratory Search in the Hipparcos Catalogue, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, 2010.) Hasta la fecha aún no se han podido detectar esos soles. ↩︎
Nota del Editor: Esta teoría se conoce como Teoría del estado estacionario (Steady-state model). https://es.wikipedia.org/wiki/Teoría_del_estado_estacionario ↩︎
Nota del Editor: El «cataclismo cósmico» que provocó el fin de nuestra nebulosa ocurrió hace 8.000 a 10.000 millones de años (LU 57:4.6), cerca de la cifra que la ciencia actual da para la edad del universo. https://es.wikipedia.org/wiki/Edad_del_universo ↩︎
Nota del Editor: Esta teoría es conocida como Hipótesis planetesimal de Chamberlin—Moulton. https://en.wikipedia.org/wiki/Chamberlin–Moulton_planetesimal_hypothesis ↩︎
Nota del Editor: Al hablar de Angona no queda claro a qué se refiere El Libro de Urantia con la denominación de «gigante oscuro». No parece que sea un agujero negro, pues el libro usa el término «islas oscuras del espacio» (LU 15:3.1, LU 15:5.11, LU 15:6.3, LU 15:6.11, LU 15:8.7) para referirse a ellos. Podría referirse a alguno de los objetos estelares que se están postulando en época reciente, como las estrellas negras, las estrellas de energía oscura, los gravastares, o las enanas negras, objetos de los que aún no se tiene constancia de su existencia real. ↩︎
Nota del editor: Se ha propuesto recientemente la existencia de un «Planeta Nueve» para justificar la asimetría de las órbitas de otros planetas. https://es.wikipedia.org/wiki/Planeta_Nueve ↩︎
Nota del editor: Es posible que estos rayos tengan que ver con los rayos gamma de muy-alta energía y los rayos gamma de ultra-alta energía cuya existencia está siendo confirmada estos últimos años. ↩︎
Nota del Editor: La energía que provoca el efecto ondulatorio de la luz, según El Libro de Urantia está presente en las regiones del espacio pero está todavía por ser descubierta. Artículos recientes en el European Physical Journal sugieren que el vacío contiene «pares de partículas tales como electrones-positrones o quark-antiquark» que afectan a la velocidad de la luz y presumiblemente son los responsables de la naturaleza onda-partícula. https://www.sciencedaily.com/releases/2013/03/130325111154.htm ↩︎
Nota del editor: El libro dice que seres muy elevados conocidos como Mensajeros Solitarios son empleados para «la transmisión rápida de mensajes urgentes e importantes» y que viajan a velocidades de 1.354.458.739.000 km por segundo (LU 23:3.1-3) o cuatro millones y medio de veces la velocidad de la luz (4,5 Mc). Echando cuentas se puede ver que un Mensajero Solitario, a pesar de su gigantesca velocidad, le lleva algo más de 11 minutos recorrer 1.000 años luz y más de una semana recorrer un millón de años luz. Aún así, es una velocidad adecuada para poder desplazarse por las increíbles distancias de las galaxias lejanas, que están a millones y millones de años luz de nosotros. ↩︎
Nota del editor: El Libro de Urantia nos dice que «el Espíritu Infinito posee un poder único y sorprendente: la antigravedad» (LU 9:3.2), poder que también poseen seres descendientes del Espíritu Infinito. Algunos científicos ahora creen que la energía oscura exhibe efectos de antigravedad. La energía oscura es una forma de energía teórica que estaría presente en todo el universo oponiéndose a la atracción gravitatoria, y que explicaría la acelerada expansión del universo. https://es.wikipedia.org/wiki/Energía_oscura ↩︎
Nota del editor: Los ultimatones podrían ser lo que la ciencia actual llama gluones (que son bosones vectoriales de gauge al igual que los fotones). Los gluones actúan como la fuerza de interacción fuerte entre los quarks, y se cree que los quarks son partes constituyentes de neutrones y protones. A pesar de las similitudes con los gluones, la ciencia actual considera a los electrones partículas elementales no divisibles. https://es.wikipedia.org/wiki/Gluon ↩︎
Nota del autor: Este tema se convirtió en la introducción personal de Irvin a El Libro de Urantia, ya que había propuesto que Adán y Eva eran extraterrestres precedidos antes por humanos en su libro Primero el hombre y luego Adán (First Man then Adam, Irwin Ginsburgh, Pocket Books, 1978). Algunos de sus lectores le descubrieron El Libro de Urantia. ↩︎