© 2009 Jan Herca (licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0)
Aunque parezca mentira, todavía existen muchos lugares bíblicos de los que se desconoce su localización exacta. En ocasiones no se ha descubierto el emplazamiento, pero en otras existe una multiplicidad de hipótesis que dificultan de igual modo decidir por una ubicación. Este es el caso de Caná de Galilea, la antigua ciudad donde según el evangelio de Juan Jesús realizó su primer milagro, convirtiendo agua en vino.
Muchos autores y estudiosos de la vida de Jesús dan por sentado tan sólo una localización para Caná, pero la realidad es que no existe unanimidad entre los arqueólogos y los expertos sobre el emplazamiento correcto.
Examinemos los cuatro posibles yacimientos que se barajan:
Localización:
Situado a unos trece kilómetros al sureste de la antigua Tiro. Existe actualmente una población denominada Qana.
Argumentos a favor:
Es mencionado por Eusebio (Onomástica Sacra 110, 3-6; 271, 50-53), y Jerónimo (traducción latina del Onomasticon). Jerónimo, además, hace la apreciación de que existían dos ciudades llamadas Caná, una de ellas llamada «la grande».
Argumentos en contra:
Esta Caná estaría situada en la época de Jesús en Fenicia y no en Galilea, y resultaría un lugar muy poco probable para una boda judía y para que Jesús iniciara allí su ministerio. Además, no tendría mucho sentido que Natanael y Felipe, los apóstoles, fueran amigos, siendo Felipe de Betsaida (junto al mar de Galilea), tal y como se nos dice en Jn 1.
Localización:
Situado a unos dos kilómetros al noroeste de Nazaret, donde existe una fuente con este nombre en un camino que va desde Reinah hacia el monte Tabor.
Argumentos a favor:
Este emplazamiento fue sugerido por C.R. Condor en 1878 porque el nombre actual de 'Ain Kanah sugería una traducción griega de una antigua población llamada Caná.
Argumentos en contra:
No existen evidencias ni por parte de la tradición, ni de la arqueología. No se han encontrado ruinas.
Localización:
Situado a seis kilómetros al noreste de Nazaret.
Argumentos a favor:
Es el lugar que la tradición ha marcado como el lugar correcto, existiendo una iglesia franciscana sobre unas ruinas de depósitos que se reclaman como las vasijas que contuvieron el vino del milagro.
Por otro lado, según D. Zeller (1869), estaba situada en una posición idónea. Actualmente sólo existen en el lugar unas 200 casas pero él calculó que debió de ser una ciudad tres veces mayor en el pasado, si tenemos en cuenta la existencia de una buena fuente cercana y su emplazamiento en una ladera orientada al oeste.
También Zeller afirma que la Caná que menciona Josefo en su biografía sólo puede referirse a este lugar, aunque los argumentos que ofrece también pueden aplicarse a Khirbet Kana. Josefo narró que realizaron una marcha nocturna con soldados judíos desde Caná a Tiberias. Esta marcha, de unos 18 kilómetros, bien podría haberse realizado desde Kefar Kenna como desde Khirbet Kana.
Por último, el argumento final en favor de Kefar Kenna es la tradición. Pero es un error habitual considerar que la tradición sobre este lugar se remonta hasta la época de Jesús. Sólo en el siglo XVII se comenzó a considerar este lugar como el más probable, aunque ya eran conocidos otros, como Kanah y Khirbet Kanah. Finalmente, los franciscanos adquirieron un terreno sobre el que edificaron una iglesia
Argumentos en contra:
No se han encontrado restos arqueológicos que se puedan remontar hasta la época de Jesús, aunque sí se han encontrado ruinas de la época en un yacimiento a varios kilómetros.
Localización:
Situado a unos doce kilómetros al norte de Nazaret. Son unas ruinas deshabitadas situadas en las laderas que bordean por el norte al valle Bet Netufa, también conocido como llanura de Battauf.
Argumentos a favor:
Este emplazamiento estaba situado en una posición estratégica, en una antigua carretera que seguramente conectaba la antigua Tolemaida con Magdala, y en la ruta que conectaba Nazaret con Jotapata, antigua plaza fuerte de la resistencia judía. Esto le hace parecer más aceptable de cara a los relatos de Flavio Josefo. Existe una mención de Josefo relacionando incluso a Caná de Galilea con la llanura de Asochis, que se puede identificar con el valle de Bet Netufa.
Por otro lado, el gran arqueólogo Robinson fue el primero en apuntar que el nombre árabe del lugar (Kana el-Jelil) es una traducción fiel del equivalente griego de Caná de Galilea.
También se han encontrado evidencias arqueológicas en este lugar, que indican que estuvo habitado en los períodos israelita, romano y árabe.
Argumentos en contra:
No parece que existieran fuentes de agua en esta localidad. Pero, ¿cómo puede ser entonces que se estableciera una población en este lugar? Existe una lógica explicación. Se excavaban numerosas cisternas que recogían el agua de la lluvia, tal y como se hacía en muchos otros lugares de esas tierras.
Otro argumento en contra parte de la idea de que se nos dice en los evangelios que Jesús viajó siguiendo la ruta Nazaret - Caná - Cafarnaúm, y Khirbet Kanah no está en la ruta más corta que une estas poblaciones.
Otro argumento en contra es el pequeño tamaño del emplazamiento que se ha estimado que no pudieron ser más de 50 casas, aunque estas apreciaciones se basan en unas pocas ruinas excavadas.
Por último, algunos estudiosos establecen objeciones al considerar los testimonios de varios peregrinos medievales que hablan de que en Caná erigió una iglesia la madre de Constantino, Elena.
Hace pocos meses saltó a la prensa una noticia, de la que no he podido obtener mucha información, en la que se anunciaba haber realizado un nuevo descubrimiento en Kefar Kenna. En las referencias se encuentran los vínculos a alguna web con la noticia.
El hallazgo se refiere a unas excavaciones que se vienen realizando desde 1999 en las proximidades de Kefar Cana, a la que ya es costumbre llamar la «Caná actual» (por ser el único emplazamiento, quitando la Caná fenicia, que está habitado en la actualidad).
Sin embargo, resulta un poco sorprendente la escasa cautela con la que los arqueólogos de esta excavación han propagado sus hallazgos, afirmando, por el simple hecho de haber encontrado restos de vasijas de piedra, haber dado con la casa incluso en la que tuvo lugar la boda. Recordemos que el evangelio de Juan menciona con gran precisión que «en la boda se utilizaron seis tinajas de piedra de unos 80 a 100 litros cada una» (Jn 2:6). Al parecer los arqueólogos han desenterrado restos de unas vasijas de estas dimensiones.
Pero, ¿significa esto que hemos descubierto la casa en cuestión? Estas vasijas, como otras muchas excavaciones han demostrado, eran un mobiliario muy habitual en la época de Jesús. Serán necesarios muchos más estudios y excavaciones sosegadas para llegar a alguna conclusión sobre estos nuevos hallazgos, pero lo que está claro es que suponen un interesante aliciente añadido a la polémica de cuál es el verdadero emplazamiento de Caná.
El Libro de Urantia realiza varias menciones a Caná, pero de ninguna de ellas se consigue descifrar cuál es la posición de la localidad. Tan sólo podemos observar que Jesús viaja desde Cafarnaúm a Caná con parte de su familia en un sólo día. Sin embargo, esto no nos dice mucho. Prácticamente todos los enclaves estaban a menos de un día de Cafarnaúm, aunque el que está especialmente cerca es Khirbet Kana (véase LU 137:3).
Por tanto, ¿por cuál decantarse?
En mi opinión, y siguiendo a los expertos, los dos primeros emplazamientos, Kana y 'Ain Kanah no tienen base sólida como para justificar su elección. Nos quedamos por tanto con dos opciones: Kefar Kenna y Khirbet Kana.
Aunque muchos expertos plantean con facilidad la elección de Kefar Kenna, después de haber examinado los testimonios, de cotejar planos y referencias geográficas, y de haber accedido a las páginas web donde se muestran los progresos de las campañas arqueológicas en ambos yacimientos, personalmente me decanto por Khirbet Kana, y así queda reflejado en Jesús de Nazaret.
Debe tenerse en cuenta que Kefar Kenna estaba en la época de Jesús situada en la carretera que unía Séforis con Tiberias. Sin embargo, sabemos que Tiberias se empezó a construir durante la juventud de Jesús, y que Séforis vivió una profunda remo delación urbanística también por esa época. Todo esto se debía al espíritu constructor de Herodes Antipas, que eligió primero Séforis y después Tiberias como capitales de su reino.
Por tanto, es lógico pensar que se construyera una calzada romana entre ambas poblaciones que seguiría hacia el oeste, uniendo el mar de Galilea con el Mediterráneo. Pero esta calzada estaría todo lo más en construcción en la época de Jesús, o apenas recién construida. Por otro lado, los transeúntes de esta calzada serían sin duda habitantes de estas dos ciudades, judíos de costumbres relajadas y paganos, en su mayoría. Resulta fácil imaginar que esta calzada no sería una ruta habitual de los judíos de la época.
Conocemos, además que existía otra carretera paralela a esta desde mucho antes, una calzada típica judía que unía Tolemaida con Cafarnaúm y que recorría un agradable valle. Esto me hace imaginar más fácilmente a los judíos recorriendo esta ruta y evitando la calzada pagana que unía Séforis con Tiberias. Resulta natural pensar que la antigua Caná de Galilea se encontrase en esta típica calzada judía.
De todo esto, unido al hecho de que ciertamente se han encontrado restos de la época de Jesús en Khirbet Kana y no se han encontrado tan claramente en Kefar Kenna, ha surgido mi idea de decantarme por Khirbet Kana como el lugar donde tuvo lugar la famosa boda.
Pero, una vez decidido que Kefar Kenna no es el correcto emplazamiento, surge otra duda: ¿qué población existió entonces allí cerca de Nazaret en tiempos de Jesús? Evidentemente, habrá que seguir investigando…
Un artículo muy bueno que resume toda la cuestión.
Información general de una agencia turística.
Aquí se puede apreciar un vuelo 3D interactivo de Khirbet Caná.
El nuevo hallazgo arqueológico en Kefar Kana.
Un mapa bastante bueno de la situación de los dos emplazamientos.