© 2009 Jay Peregrine
© 2009 Fundación Urantia
De Jay Peregrine, Director ejecutivo de la Fundación Urantia, Chicago (EEUU)
El trabajo del índice de The Urantia Book comenzó antes de que se publicara el libro, a mediados de los 40. En el sótano del 533 W. Diversey Parkway de Chicago están almacenadas tarjetas del fichero de mediados del siglo XX, que incluyen el primer trabajo del índice de El libro de Urantia de Wilfred Kellogg y otros. Pero completar un índice exhaustivo de El libro de Urantia en su tiempo libre demostró ser una tarea imposible para los primeros custodios del libro.
A principios de los 60, Anna Rawson y Edith Cook se implicaron en el esfuerzo serio de completar un índice exhaustivo del libro. Trabajaron en el sótano del 533 Diversey Parkway. Las notas de trabajo indican que se enfrentaron con muchos problemas. Sugirieron que «una máquina IBM» sería útil. En particular, lucharon contra la naturaleza de un índice, comparado con una concordancia. Dicho en términos sencillos, una concordancia es una lista con la localización de todas las palabras clave de un texto, puestas en el contexto de la frase en la que aparecen. Un índice es un resumen de la información contenida en la palabra – una lista de hechos clave, conceptos, temas y puntos principales.
Un memorando interno, fechado en 1973, indicaba que el proyecto índice estaba llevando más tiempo del que se había previsto originalmente. A principios de los 70, Clyde Bedell elaboró y publicó independientemente su Concordex of The Urantia Book. Por Concordex, él se refería a algo intermedio entre un índice y una concordancia. Hubo varias ediciones del Concordex, pero actualmente está descatalogado. En 1987–88 se contrató a un indexador profesional, que no era lector, para revisar el trabajo hecho por Edith y Anna. Se enviaron ejemplos de cómo debería indexarse El libro de Urantia. Esta crítica identificó un nuevo problema: Anna y Edith no eran indexadoras profesionales, y su aproximación era, desde un punto de vista profesional, demasiado farragosa y exhaustiva. Pero, en opinión de los lectores de El libro de Urantia, el trabajo del profesional dejaba de lado demasiados temas y puntos clave. ¿Cómo podían reconciliarse los dos extremos?
El proyecto índice se detuvo durante los tiempos revueltos de 1989–90. A mediados de los 90, la Fundación Urantia publicó una Concordancia, que fue creada usando un programa de ordenador y la nueva versión electrónica de El libro de Urantia. Uversa Press publicó un breve índice al final de su edición de El libro de Urantia. Pero el gran trabajo escrito a máquina de Edith y Anna, más notas y comentarios, quedó en archiveros en el sótano del 533, en su mayor parte olvidado.
En 2007 Marilynn Kulieke, entonces fideicomisaria asociada, y yo, decidimos echar otro vistazo al trabajo de Edith y Anna para ver si podía preservarse. Había una gran diferencia entre 1964 y 2007, y era la materialización de un sueño imposible: la disponibilidad de una «máquina IBM» (aunque utilizamos una máquina Dell) Decidimos que el trabajo hecho por Edith, Anna, Marian Rowley y otros podía preservarse entrándolo en una base de datos informática a partir de su último borrador escrito a máquina. Su trabajo no se publicó, sino que se transfirió a un formato electrónico. Esto se consiguió a finales de 2007 y principios de 2008. Se creó así una edición formateada a partir de la base de datos.
La primera ronda de corrección de pruebas se completó a finales de 2008. Actualmente llevamos hecha una tercera parte de la segunda ronda. Como es normal en el proceso de creación de texto impreso, se han descubierto errores de tecleado y de la base de datos en la primera ronda.
Necesitamos algunos voluntarios orientados al detalle que nos ayuden a completar la corrección de pruebas. Nuestro plan es poner disponible el texto corregido en formato electrónico (PDF) y de impresión bajo demanda como un documento histórico para estudiantes del libro. Esta versión del índice se presenta simplemente como el trabajo de Edith y Anna. La Fundación Urantia no intenta editarlo o mejorarlo.
Se proporcionará una breve introducción, con una explicación del origen, historia y naturaleza del índice (y quizá un ensayo sobre su destino imaginado)
Una vez los lectores interesados hayan tenido la oportunidad de echar un vistazo al índice y hacer comentarios acerca de su exactitud y claridad, la Fundación Urantia estará en posición de editar y trabajar en una versión revisada. Esta nueva versión, prevista para el mercado editorial, tendrá un reducido número de entradas, lenguaje simplificado, y nuevas entradas para temas en los que la revisión indica que hay carencias. El uso de un entorno «Wiki» en línea, empleando el índice Cook-Rawson-Rowley como punto de partida, ayudará a crear un «Índice y Enciclopedia en línea de El libro de Urantia».