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Diferencias entre la Fundación Urantia y la Asociación Urantia | Réflectivité — Número 364 — Febrero 2023 |
Jean Lapierre
Bromont
He aquí algunos extractos esclarecedores (útiles a la espera de llegar al primer círculo) de los cuales os dejo para que encontréis vuestros propios significados:
Cuando se trata de conflictos agudos y bien definidos entre las tendencias superiores e inferiores de las razas, entre lo que es realmente bueno o malo (y no simplemente entre aquello que podéis llamar bueno y malo), podéis confiar en que el Ajustador participará siempre de alguna manera clara y activa en dichas experiencias. El hecho de que el compañero humano pueda ser inconsciente de esta actividad del Ajustador no disminuye en lo más mínimo su valor y su realidad. (LU 108:5.9)
No debéis considerar que la cooperación con vuestro Ajustador es un proceso particularmente consciente, porque no lo es; pero vuestros móviles y decisiones, vuestras fieles determinaciones y vuestros deseos supremos constituyen de hecho una cooperación real y eficaz. Podéis acrecentar conscientemente la armonía con el Ajustador:
Escogiendo responder a la guía divina; basando sinceramente vuestra vida humana en vuestra conciencia más elevada sobre la verdad, la belleza y la bondad, y luego coordinar estas cualidades de la divinidad mediante la sabiduría, la adoración, la fe y el amor.
Amando a Dios y deseando pareceros a él —el auténtico reconocimiento de la paternidad divina y la adoración amorosa del Padre celestial.
Amando a los hombres y deseando sinceramente servirles —el reconocimiento sincero de la fraternidad de los hombres, unido a un afecto inteligente y sabio por cada uno de vuestros semejantes mortales.
Aceptando alegremente la ciudadanía cósmica —el reconocimiento honrado de vuestras obligaciones progresivas hacia el Ser Supremo, la conciencia de la interdependencia del hombre evolutivo y de la Deidad en evolución. Es el nacimiento de la moralidad cósmica y la comprensión naciente del deber universal. (LU 110:3.6-10)
El primer círculo. Habitualmente, el Ajustador no puede hablar de manera directa e inmediata con vosotros hasta que alcanzáis el círculo primero y final de consecución mortal progresiva. Este nivel representa el máximo desarrollo posible al que pueden llegar las relaciones entre la mente y el Ajustador durante la experiencia humana, antes de que el alma morontial en evolución sea liberada de las vestiduras del cuerpo material. En lo que se refiere a la mente, las emociones y la perspicacia cósmica, alcanzar el primer círculo psíquico representa el acercamiento más grande posible entre la mente material y el Ajustador espiritual en la experiencia humana. (LU 110:6.15)
No podéis controlar por completo el mundo exterior —el entorno. La creatividad del mundo interior es la que está más sujeta a vuestra dirección, porque vuestra personalidad se encuentra allí ampliamente liberada de las trabas de las leyes de la causalidad precedente. La personalidad lleva asociada una soberanía volitiva limitada.
Puesto que esta vida interior del hombre es verdaderamente creativa, cada persona tiene la responsabilidad de elegir si esta creatividad será espontánea y totalmente fortuita, o si estará controlada, dirigida y será constructiva. Una imaginación creativa, ¿cómo puede producir resultados valiosos, si el escenario sobre el que actúa ya está ocupado por los prejuicios, el odio, los miedos, los resentimientos, la venganza y los fanatismos? (LU 111:4.8-9)
Hacer la voluntad de Dios es ni más ni menos que una manifestación de la buena voluntad de la criatura por compartir su vida interior con Dios —con el mismo Dios que ha hecho posible la vida de esa criatura con sus valores y significados interiores. Compartir es parecerse a Dios —es divino. Dios lo comparte todo con el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito, y éstos a su vez comparten todas las cosas con los Hijos divinos y las Hijas espirituales de los universos.
Imitar a Dios es la clave de la perfección; hacer su voluntad es el secreto de la supervivencia y de la perfección en la supervivencia. (LU 111:5.1-2)
La paz en esta vida, la supervivencia en la muerte, la perfección en la próxima vida, el servicio en la eternidad —todo esto se logra desde ahora (en espíritu) cuando la personalidad de la criatura consiente— elige —someter su voluntad a la voluntad del Padre. El Padre ya ha elegido someter un fragmento de sí mismo a la voluntad de la personalidad de la criatura.
La paz en esta vida, la supervivencia en la muerte, la perfección en la próxima vida, el servicio en la eternidad —todo esto se logra desde ahora (en espíritu) cuando la personalidad de la criatura consiente— elige —someter su voluntad a la voluntad del Padre. El Padre ya ha elegido someter un fragmento de sí mismo a la voluntad de la personalidad de la criatura. (LU 111:5.4)
Diferencias entre la Fundación Urantia y la Asociación Urantia | Réflectivité — Número 364 — Febrero 2023 |