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Por Julian McGarry, TAS
Saludos cordiales a todos nuestros lectores y estudiantes de El Libro de Urantia. ¡La Conferencia Nacional se acerca rápidamente! Del 27 al 30 de septiembre, nos reuniremos en el Centro de Conferencias Green Hills en Stromlo en Canberra para discutir el intrigante tema: «La mente sobre la materia, Espíritu sobre la mente». Nuestro equipo de poderosos trabajadores de Canberra ha estado ocupado preparando un banquete de platos espirituales, filosóficos y científicos para nuestra edificación holística. Si nunca antes ha asistido a una conferencia, o no ha asistido a una durante mucho tiempo, ¿por qué no considera seriamente asistir? Realmente es un placer deleitarse con las enseñanzas de El Libro de Urantia en compañía de otros lectores durante todo un fin de semana. También es una manera maravillosa de hacer nuevas amistades y renovar las antiguas.
Por supuesto, la junta entiende que no todos pueden asistir a nuestras conferencias. Algunos encontrarán el costo prohibitivo; es posible que algunos no puedan ausentarse del trabajo o de sus estudios; algunos tendrán importantes compromisos familiares. Por este motivo, este año nos esforzamos en que la conferencia sea accesible online a través de una serie de sesiones Zoom, lo que permitirá disfrutar del programa desde la comodidad de casa. Estén atentos ya que habrá más información cuando se acerque la fecha.
Este invierno ha sido una de las peores temporadas de gripe que las autoridades médicas hayan visto jamás aquí en Australia. No estoy seguro de si esto también es cierto en Nueva Zelanda. De todos modos, creo que por primera vez en mi vida contraje gripe (influenza A) el mes pasado y duró más de tres semanas. Mi esposa y mis dos hijos también lo adquirieron. Después de dos semanas de muy poca mejora, pude sentir que comenzaba a sentirme un poco deprimido y algo ansioso. Después de todo, ¡¡la gente se estaba muriendo de esta gripe!! Recuerdo que un día me sentí algo abatido y compadecido de mí mismo. Entonces comencé a orar a nuestro Padre y a Jesús. Recuerdo que de repente me di cuenta de pasajes de El Libro de Urantia que describían lo compasivo que era Jesús hacia los enfermos y los afligidos. Aquí hay dos que realmente me conmovieron el corazón: el primero es el registro del «primer hospital del reino».
En esta enfermería, situada a corta distancia al sur de la principal ciudad de tiendas, trataron a los enfermos según todos los métodos materiales conocidos, así como también por medio de las prácticas espirituales de la oración y el estímulo de la fe. Jesús visitaba a los enfermos de este campamento al menos tres veces por semana, y se ponía en contacto personal con cada uno de ellos. (LU 148:2.1)
El segundo fue la curación masiva sin precedentes por parte de Jesús de 683 hombres, mujeres y niños en Betsaida:
Cuando el Maestro salió a la entrada principal de la casa de Zebedeo, sus ojos se encontraron con una masa humana aquejada y afligida. Contempló a casi mil seres humanos enfermos y doloridos; al menos éste era el número de personas reunidas delante de él. Pero no todos los presentes estaban afligidos; algunos habían venido para ayudar a sus seres queridos en este esfuerzo por conseguir la curación.
El espectáculo de estos mortales afligidos, hombres, mujeres y niños, que sufrían en gran parte a consecuencia de las equivocaciones y transgresiones de sus propios Hijos a quienes había confiado la administración del universo, conmovió particularmente el corazón humano de Jesús y puso a prueba la misericordia divina de este benévolo Hijo Creador. … Lo sobrenatural o lo milagroso no habían acompañado a su enseñanza desde el episodio de Caná; sin embargo, esta multitud afligida conmovió su corazón compasivo y apeló poderosamente a su afecto comprensivo. (LU 145:3.6-7)
Ambos relatos sirvieron para levantarme el ánimo al recordarme que nuestro Padre Universal y Jesús, nuestro soberano del universo, son compasivamente conscientes de nuestras aflicciones y están atentos a nuestras oraciones de misericordia y alivio. Así que este invierno, si contraes un resfriado o la temida gripe, haz lo mejor que puedas para cuidarte. Come saludablemente, trata de descansar lo suficiente, visita a tu médico y, lo más importante, recuerda que Dios y su Hijo te aman infinitamente y desean nutrirte durante tu enfermedad.
Para terminar, me gustaría expresar mi dolor personal por la trágica noticia que he recibido hoy sobre la muerte prematura de Mark Bloomfield, un trabajador incansable y valiente de la quinta revelación de época. Mi más sentido pésame para su familia y para todos aquellos que lo conocieron bien.
Bendiciones para todos ustedes,
Julian McGarry
Presidente de ANZURA
¶ Referencias
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