© 2002 Larry Mullins
© 2002 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
| Lo más grande que jamás haya escrito Richard Feynman | Primavera 2002 — Índice | Grandes Urantianos. Para que no lo olvidemos - Peggy Johnson |
En una brillante tarde de junio en Colorado, The Spiritual Fellowship llevó a cabo su primer servicio de adoración en el histórico edificio «Old Main» en el campus de la Universidad de Colorado. Durante el servicio, The Spiritual Fellowship también llevó a cabo la ordenación de la Dra. Meredith Sprunger como su primera ministra. La esencia del discurso de ordenación del Dr. Sprunger, en el que esbozó su visión de The Spiritual Fellowship, se puede leer en su columna de esta publicación, Creative Outreach.
Fue un día emotivo en el edificio Old Main de ladrillo rojo. Aquellos de nosotros que hemos conocido al Dr. Sprunger somos conscientes de su sueño desde hace mucho tiempo de una comunidad espiritual de urantianos impulsada por los principios religiosos de los Documentos de Urantia. Sospecho que su carrera principal como ministro en la Iglesia Unida de Cristo habría sido mucho más fluida si hubiera evitado cualquier papel de liderazgo en el movimiento Urantia.
Sin embargo, la visión del Dr. Sprunger fue conectar las enseñanzas del Libro de Urantia con la iglesia cristiana. Con este fin, durante mucho tiempo ha buscado desarrollar una organización religiosa basada en la Revelación de Urantia. Con la institución de The Spiritual Fellowship, se ha dado un paso audaz en esa dirección. Quizás algún día la esperanza profética expresada en los Documentos de Urantia se haga realidad:
«Los tiempos están maduros para presenciar la resurrección simbólica del Jesús humano, saliendo de la tumba de las tradiciones teológicas y de los dogmas religiosos de diecinueve siglos. Jesús de Nazaret ya no debe ser sacrificado, ni siquiera por el espléndido concepto del Cristo glorificado. ¡Qué servicio trascendente prestaría la presente revelación si, a través de ella, el Hijo del Hombre fuera rescatado de la tumba de la teología tradicional, y fuera presentado como el Jesús vivo a la iglesia que lleva su nombre y a todas las demás religiones! La hermandad cristiana de creyentes no dudará seguramente en reajustar su fe y sus costumbres de vida para poder «seguir» al Maestro en la manifestación de su vida real de devoción religiosa a la tarea de hacer la voluntad de su Padre, y de consagración al servicio desinteresado de los hombres. ¿Temen los cristianos declarados que se ponga al descubierto a una hermandad autosuficiente y no consagrada, que tiene respetabilidad social y una inadaptación económica egoísta? ¿Teme el cristianismo institucional que la autoridad eclesiástica tradicional esté posiblemente en peligro, o incluso sea derrocada, si el Jesús de Galilea es reinstalado en la mente y el alma de los hombres mortales como el ideal de la vida religiosa personal? En verdad, los reajustes sociales, las transformaciones económicas, los rejuvenecimientos morales y las revisiones religiosas de la civilización cristiana serían drásticas y revolucionarias si la religión viviente de Jesús sustituyera repentinamente a la religión teológica acerca de Jesús.» (LU 196:1.2)
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