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Historia del movimiento francófono en Europa | Le Lien Urantien — Número 73 — Marzo 2016Le Lien Urantien — Número 73 — Mars 2016 | Lúmenes |
¿Cuándo es funcional la personalidad?
No vamos a intentar definir la personalidad, sino más bien entender cuándo y cómo podemos usar la personalidad en este planeta. Primero debemos hacer dos observaciones preliminares.
La personalidad es única (LU 112:0.12) | Los ajustadores son todos idénticos en naturaleza (LU 16:8.3) |
Es invariante (LU 0:5.11) | Gana experiencia (LU 40:5.10) |
Responde a la gravedad (LU 12:3.1) | Están ante la aparición de la gravedad (LU 107:6.6) |
Se superpone a la energía (LU 0:5.4) | Son pura energía (LU 42:11.1) |
Se puede ajustar al espíritu (LU 112:0.14) | Son puro espíritu (LU 42:11.1) |
«La personalidad es un don único de naturaleza original cuya existencia es independiente de, y anterior a, la concesión del Ajustador del Pensamiento. Sin embargo, la presencia del Ajustador aumenta de hecho la manifestación cualitativa de la personalidad. Cuando los Ajustadores del Pensamiento surgen del Padre, son idénticos en naturaleza, pero la personalidad es variada, original y exclusiva; y la manifestación de la personalidad está condicionada y limitada además por la naturaleza y las cualidades de las energías asociadas de naturaleza material, mental y espiritual que constituyen el vehículo orgánico que sirve para la manifestación de la personalidad.» (LU 16:8.3)
Aunque será imposible discutir el papel de la personalidad sin tener que referirnos constantemente al papel del Ajustador, lo intentaremos de todos modos.
La primera pregunta que mucha gente se hace es: ¿Cuándo tienen personalidad los humanos?
No hay una respuesta fácil a esta pregunta, pero algunas observaciones pueden ayudar.
Quede bien entendido que la personalidad proveniente del Padre es eterna; el Padre, al no estar sujeto al tiempo, bien pudo haber elegido darlo en cualquier momento, incluso fuera del tiempo.
«Aquello que procede del Padre es eterno como el Padre{3}, y esto es tan cierto en lo que concierne a la personalidad, que Dios concede por su propio libre albedrío, como en lo que se refiere al divino Ajustador del Pensamiento, un fragmento real de Dios. La personalidad del hombre es eterna, pero en cuanto a su identidad, es una realidad eterna condicionada. Después de aparecer en respuesta a la voluntad del Padre, la personalidad alcanzará su destino que es la Deidad, pero el hombre debe elegir si estará o no presente en el momento de alcanzar ese destino. En ausencia de esta elección, la personalidad alcanzará directamente la Deidad experiencial, volviéndose una parte del Ser Supremo. El ciclo está preordenado, pero la participación del hombre en dicho ciclo es opcional, personal y experiencial.» (LU 112:5.2)
Por lo tanto, no podemos estimar el momento en que se daría esta personalidad en sí misma; todo lo que podemos hacer es tratar de encontrar cuándo una personalidad determinada es funcional.
«La personalidad es un don único de naturaleza original cuya existencia es independiente de, y anterior a, la concesión del Ajustador del Pensamiento. Sin embargo, la presencia del Ajustador aumenta de hecho la manifestación cualitativa de la personalidad. Cuando los Ajustadores del Pensamiento surgen del Padre, son idénticos en naturaleza, pero la personalidad es variada, original y exclusiva; y la manifestación de la personalidad está condicionada y limitada además por la naturaleza y las cualidades de las energías asociadas de naturaleza material, mental y espiritual que constituyen el vehículo orgánico que sirve para la manifestación de la personalidad.» (LU 16:8.3)
Desde un punto de vista histórico podemos considerar que dos fechas marcan la evolución de la personalidad en este planeta:
El primero se sitúa hace un millón de años o más precisamente hace 993476 años (en 2002) cuando Urantia fue reconocida como un planeta habitado, un planeta que había producido una mente de dignidad volitiva (LU 62:7.1 )
Los gemelos tenían entonces alrededor de diez años, pero hay que tener cuidado de no tomar esta edad como referencia, porque era algo excepcional que modificaba también las condiciones de receptividad de la personalidad como podemos entender en esta cita:
«Un nuevo tipo de movilización se produjo inmediatamente en los siete espíritus ayudantes de la mente. Estábamos llenos de expectación; nos dábamos cuenta de que se acercaba el momento tanto tiempo esperado; sabíamos que estábamos a las puertas de hacer realidad nuestro prolongado esfuerzo por producir mediante la evolución unas criaturas volitivas en Urantia.» (LU 62:6.6)
De ahora en adelante, el potencial de la personalidad es parte del potencial mental de un linaje particular. Todos los descendientes de Andon y Fonta recibirán una personalidad, automáticamente, por así decirlo.
La segunda fecha es el año 30 d.C., cuando Jesús, al otorgar el Espíritu de la Verdad, le dio a cada mente normal de este planeta la oportunidad de recibir un Ajustador del Pensamiento.
«El hecho universal de Dios volviéndose hombre ha cambiado para siempre todos los significados y ha alterado todos los valores de la personalidad humana. En el verdadero sentido de la palabra, el amor implica una estima mutua entre personalidades completas, ya sean humanas o divinas, o humanas y divinas. Las partes componentes del yo pueden funcionar de numerosas maneras —pensando, sintiendo, deseando— pero sólo los atributos coordinados de la personalidad completa están enfocados hacia una acción inteligente; y todos estos poderes están asociados con la dotación espiritual de la mente mortal cuando un ser humano ama sincera y desinteresadamente a otro ser, ya sea humano o divino.» (LU 112:2.7)
Pregunta: ¿Cuándo llega entonces el Ajustador del Pensamiento, al menos en nuestros días, desde el derramamiento del Espíritu de la Verdad?
Respuesta: Los Ajustadores se unen a su sujeto humano en Urantia, en promedio, justo antes de que éste cumpla seis años. En la generación actual, la cifra promedio es de cinco años, diez meses y cuatro días, es decir, después de 2134 días de vida terrenal del niño. LU 108:2.1
Deducción: Podemos decir por tanto que la personalidad aparece generalmente antes de los seis años de edad. Digamos que ese es el límite superior, pero ¿cuál es el límite inferior? ¿Podemos ser más específicos? Quizás si consideramos los siguientes factores: (Recordemos que aquí vamos a examinar factores relativos a una personalidad funcional y no a una personalidad teórica que, teniendo su origen en el Padre, puede considerarse atemporal).
La personalidad, al menos en el hombre, está ligada a la posesión de una mente.
«La personalidad. La personalidad del hombre mortal no es ni el cuerpo, ni la mente ni el espíritu, y tampoco es el alma. La personalidad es la única realidad invariable en la experiencia por lo demás siempre cambiante de una criatura, y unifica todos los otros factores asociados de la individualidad. La personalidad es el don incomparable que el Padre Universal confiere a las energías vivientes y asociadas de la materia, la mente y el espíritu, y que sobrevive al sobrevivir el alma morontial.» (LU 0:5.11)
«El equipamiento fisiológico y la estructura anatómica de todos los nuevos tipos de vida existen como respuesta al funcionamiento de las leyes físicas, pero la dotación posterior de la mente es un don de los espíritus ayudantes de la mente de acuerdo con la capacidad innata del cerebro. Aunque la mente no proviene de la evolución física, depende por completo de la capacidad cerebral proporcionada por los desarrollos puramente físicos y evolutivos.» (LU 58:6.7)
La última frase en particular merece nuestra atención, porque para tener una capacidad cerebral, primero hay que tener un cerebro y este cerebro, si ha de recibir personalidad, que es un nivel de «realidad divinizada», debe estar lo suficientemente desarrollado para ser contactado por el espíritu de adoración y sabiduría. No podemos estar absolutamente seguros, pero la evidencia parece indicar que la personalidad es primero potencial antes de ser funcional. Quizás sería mejor decir calificado que potencial, porque la expresión «personalidad potencial» se usa principalmente en referencia al Ajustador del Pensamiento. Quizás sería mejor referirse a los inicios, las existencias y los destinos o los iniciadores a los directores y a los consumidores ya que el rol de la personalidad permite una integración de la realidad tal como lo hace la Trinidad de Trinidades aunque en un nivel diferente obviamente. Estamos hablando de personalidad madura.
«La capacidad para recibir la personalidad divina es inherente al Ajustador prepersonal; la capacidad para recibir la personalidad humana existe en potencia en la dotación mental cósmica del ser humano. Pero la personalidad experiencial del hombre mortal no es observable como realidad activa y funcional hasta después de que el vehículo vital material de la criatura mortal ha sido tocado por la divinidad liberadora del Padre Universal, siendo lanzada así a los mares de la experiencia como una personalidad consciente de sí misma, capaz (relativamente) de determinarse y de crearse a sí misma. El yo material es verdaderamente personal sin ninguna restricción.» (LU 5:6.6)
Una vez más, la última frase se ha interpretado de diversas maneras dependiendo del valor que se quiera dar a los términos “yo material”.
«La personalidad es potencial en todas las criaturas que poseen una dotación mental comprendida entre el mínimo de conciencia de sí mismo hasta el máximo de conciencia de Dios. Pero la dotación mental por sí sola no es la personalidad, ni tampoco lo es el espíritu ni la energía física. La personalidad es esa cualidad y ese valor, dentro de la realidad cósmica, que es concedida exclusivamente por Dios Padre a aquellos sistemas vivientes donde las energías de la materia, la mente y el espíritu están asociadas y coordinadas. La personalidad tampoco es una consecución progresiva. La personalidad puede ser material o espiritual, pero la personalidad está o no está. Aquello que es distinto a lo personal nunca alcanza el nivel de lo personal, salvo mediante un acto directo del Padre Paradisiaco.» (LU 5:6.3)
«El hombre mortal está hecho a imagen de Dios{3} de una forma más que figurada. Desde un punto de vista físico, esta afirmación no es del todo cierta, pero en lo que se refiere a ciertas potencialidades universales, es un hecho real. En la raza humana se está desarrollando una parte del mismo drama de consecución evolutiva que está teniendo lugar, en una escala enormemente más grande, en el universo de universos. El hombre, una personalidad volitiva, se vuelve creativo en unión con un Ajustador, una entidad impersonal, en presencia de las potencialidades finitas del Supremo, y el resultado es el florecimiento de un alma inmortal. En los universos, las personalidades Creadoras del tiempo y del espacio trabajan en unión con el espíritu impersonal de la Trinidad del Paraíso, y se vuelven así creadoras de un nuevo potencial de poder de la realidad de la Deidad.» (LU 117:3.5)
Es interesante observar que desde un punto de vista cósmico el cuerpo privado de la mente volitiva ya no es humano (LU 112:3.3). De hecho, aunque la personalidad humana trasciende sus fragmentos constitutivos, depende de ellos para esta identidad funcional. (LU 112:5.14)
Nótese el uso del adjetivo funcional aunque aquí se refiere a identidad.
Llegaremos incluso a argumentar que una mente volitiva funcional no existe antes del nacimiento real de un niño, aunque sepamos «que un niño existe aproximadamente nueve meses antes de experimentar el nacimiento». » (LU 103:2.1)
Para corroborar este punto de vista observamos que:
«Los Mundos de los Arcángeles. El séptimo grupo de mundos que rodea a Salvington, con sus satélites asociados, está asignado a los arcángeles. La esfera número uno y sus seis satélites tributarios están ocupados por los conservadores de los registros de la personalidad. Este inmenso cuerpo de registradores se ocupa de mantener en orden la historia de cada mortal del tiempo desde el momento de su nacimiento, pasando por su carrera universal, hasta que esa persona o bien deja Salvington para incorporarse al régimen superuniversal, o es «tachada de la existencia registrada»{5} por mandato de los Ancianos de los Días.» (LU 37:3.7)
Creemos que esto debería significar que, al menos para los encargados de los registros, pero no necesariamente para nosotros, no se considera que la personalidad sea funcional antes del nacimiento.
Hay otro hecho que vale la pena señalar, a saber:
«Los niños que mueren demasiado jóvenes como para tener un Ajustador del Pensamiento son repersonalizados en el mundo finalitario de los sistemas locales en el momento de llegar uno de sus padres a los mundos de las mansiones. Un niño adquiere su identidad física en el momento de nacer como mortal, pero en materia de supervivencia, todos los niños sin Ajustador se considera que están vinculados todavía a sus padres.» (LU 49:6.12)
Aquí los desarrolladores utilizan la expresión “entidad física” pero no mencionan la personalidad. ¿Será porque la personalidad no se considera funcional y se considera que el niño sigue dependiendo de la personalidad de sus padres? Pero esto plantea muchas preguntas, entre ellas: ¿qué le sucede a un niño sin un Ajustador cuyos padres no sobrevivirían? ¿Su personalidad potencial será entregada a otro niño o será integrada sin experiencia al Ser Supremo? ¿Y de qué puede servirle una personalidad sin experiencia al Ser Supremo?
También podemos considerar lo que está sucediendo en los mundos de estancia, se nos dice:
«Los niños y los jóvenes habitados por un Ajustador que viven en el mundo finalitario son criados también en familias de cinco, y sus edades varían entre seis y catorce años; estas familias están compuestas, aproximadamente, por niños que tienen seis, ocho, diez, doce y catorce años. En cualquier momento después de los dieciséis años, si han efectuado su elección final, se trasladan al primer mundo de las mansiones y empiezan su ascensión hacia el Paraíso. Algunos hacen su elección antes de esta edad y van a las esferas de ascensión, pero en los mundos de las mansiones encontraréis muy pocos niños por debajo de los dieciséis años, tal como se calcula la edad según los criterios de Urantia.» (LU 47:2.5)
¿Qué quiere decir esto? Parece que en estos mundos, para funcionar plenamente, la personalidad necesita tiempo para una elección razonable y que rara vez es eficaz antes de los 16 años. Parecería razonable suponer que una personalidad promedio en la Tierra necesita una cantidad idéntica de tiempo.
Segunda parte: cómo
Conocemos el destino de la personalidad: viniendo del Padre está destinada a regresar al Padre.
«El Padre Universal es el secreto de la realidad de la personalidad, del otorgamiento de la personalidad y del destino de la personalidad. El Hijo Eterno es la personalidad absoluta, el secreto de la energía espiritual, de los espíritus morontiales y de los espíritus perfeccionados. El Actor Conjunto es la personalidad mental y espiritual, la fuente de la inteligencia, de la razón y de la mente universal. Pero la Isla del Paraíso es no personal y extraespiritual; es la esencia del cuerpo universal, la fuente y el centro de la materia física y el arquetipo maestro absoluto de la realidad material universal.» (LU 0:5.5)
La pregunta es: ¿qué hace en nuestra vida en este planeta? Su función principal, pero no es la única, parece ser la de unificar la identidad de todos los sistemas energéticos vivos. (LU 0:5.11)
¿Qué unifica? Unifica la materia, la mente y el espíritu tal como se actualizan en la experiencia humana. (LU 56:10.15)
¿Cómo lo hace? Proveniente del Padre que es unidad (LU 56:1.4) ella reacciona al circuito de personalidad del Padre ( VI.3) y esto puede explicar por qué reacciona directamente al presencia de otra personalidad. (LU 112:0.13)
Se manifiesta en formas
En contraposición con el aspecto de lo total, el arquetipo revela el aspecto individual de la energía y de la personalidad. Las formas de la personalidad o de la identidad son arquetipos resultantes de la energía (física, espiritual o mental), pero no son inherentes a ella. Esa cualidad de la energía o de la personalidad que posibilita la aparición de un arquetipo puede atribuirse a Dios —a la Deidad—, a la dotación de fuerza del Paraíso, a la coexistencia de la personalidad y del poder. (LU 0:6.12)
Por ejemplo :
«La apariencia de la forma del cuerpo material es sensible, hasta cierto punto, al carácter de la identidad de la personalidad; el cuerpo físico refleja algo de la naturaleza inherente de la personalidad, pero de una forma limitada. La forma morontial la refleja aún más. En la vida física, los mortales pueden ser hermosos por fuera pero desagradables por dentro; en la vida morontial, y de manera creciente en sus niveles superiores, la forma de la personalidad variará directamente de acuerdo con la naturaleza de la persona interior. En el nivel espiritual, la forma exterior y la naturaleza interior empiezan a acercarse a una identificación completa, que se perfecciona cada vez más en los niveles espirituales cada vez más elevados.» (LU 112:6.3)
«La personalidad de la criatura se distingue por dos fenómenos característicos que se manifiestan por sí mismos en el comportamiento reactivo humano: la conciencia de sí mismo y el libre albedrío relativo asociado.» (LU 16:8.5)
«La conciencia de sí mismo consiste en darse cuenta intelectualmente de la realidad de la personalidad; incluye la aptitud para reconocer la realidad de otras personalidades. Indica la capacidad para llevar a cabo experiencias individualizadas en y con las realidades cósmicas, lo que equivale a alcanzar el estado de identidad en las relaciones entre personalidades en el universo. La conciencia de sí mismo conlleva el reconocimiento de la realidad del ministerio mental y el darse cuenta de la independencia relativa del libre albedrío creativo y determinante.» (LU 16:8.6)
La autoconciencia concierne en primer lugar al sujeto mismo. Un niño es consciente de su propia existencia antes de ser consciente de la existencia de los demás. Es posible que no se considere que la propia madre tiene una existencia separada hasta los cuatro meses, que es, según Piaget, el comienzo de la tercera etapa del desarrollo (las dos primeras son la etapa refleja y los hábitos). JM Baldwin describió estas dos primeras etapas como «adualistas», un momento en el que probablemente no existen fronteras entre el mundo interior tal como lo experimenta el niño y las realidades externas. (Ver Psicología Infantil de Jean Piaget y Bärbel Inhelder-PUF 1966)
Sin embargo El Libro de Urantia parece implicar una habilidad innata. (ver LU 16:9.7)
«Aparte del instinto parental, el desinterés no es totalmente natural; no se ama por naturaleza a las otras personas ni se les sirve socialmente. Para engendrar un orden social desinteresado y altruista se necesita la iluminación de la razón, la moralidad, y el impulso de la religión, el conocimiento de Dios. La conciencia que tiene el hombre de su propia personalidad, la conciencia de sí mismo, depende también directamente de este mismo hecho de la conciencia innata que tiene el hombre de los otros hombres, de esa capacidad innata para reconocer y captar la realidad de las otras personalidades, desde las humanas hasta las divinas.» (LU 16:9.7)
Si creemos a estos psicólogos, entonces la personalidad difícilmente podría ser funcional antes de los cuatro años. Pero luego las cosas se desarrollan muy rápidamente, el espacio, el movimiento, la relación parecen progresar simultáneamente. Esto debe ser lo que El Libro de Urantia llama alcanzar el estatus de identidad en las relaciones de personalidad del universo. (LU 16:8.6) Este proceso no terminará, al menos no hasta que seamos finalistas. Creemos que el reconocimiento de la realidad del ministerio mental implicaría no sólo un cerebro anatómicamente completo sino también la formación de conexiones neuronales, y sabemos que hay más cambios en el cerebro durante los primeros seis meses después del nacimiento que en cualquier otro período de la vida. desarrollo. (Ver El cerebro un desconocido Colección Bouquin Robert Laffont 1993)
Otro punto de convergencia podría encontrarse comparando filogénesis y ontogenia. Conocemos el orden de “contratibilidad” de los diferentes espíritus-mente.
«Al principio, únicamente el espíritu de la intuición pudo actuar sobre el comportamiento instintivo y reflejo de la vida animal primigenia. Cuando los tipos superiores se diferenciaron, el espíritu de la comprensión pudo dotar a estas criaturas con el don de asociar espontáneamente las ideas. Más tarde observamos que el espíritu de la valentía estaba en funcionamiento; los animales en evolución desarrollaron realmente una forma rudimentaria de conciencia protectora de sí mismos. Después de la aparición de los grupos de mamíferos, contemplamos que el espíritu del conocimiento se manifestaba cada vez más. La evolución de los mamíferos superiores permitió el funcionamiento del espíritu de consejo, con el consiguiente incremento del instinto gregario y los comienzos de un desarrollo social primitivo.» (LU 62:6.3)
Para que operen los espíritus de adoración y sabiduría, debemos tener un cerebro cuya capacidad sea al menos equivalente a la de los mamíferos superiores y esto no puede hacerse antes de que se haya formado el neocórtex, pero el neocórtex no comienza a formarse sólo después de la formación embrionaria. etapa, es decir después de 8 semanas.
Pero también existe un vínculo entre personalidad y lenguaje. Jesús dijo:
«Aquella tarde, Jesús y Ganid habían disfrutado jugando con un perro pastor muy inteligente, y Ganid quiso saber si el perro tenía alma, si tenía voluntad. En respuesta a sus preguntas, Jesús dijo: «El perro tiene una mente que puede conocer al hombre material, su dueño, pero no puede conocer a Dios, que es espíritu. Así pues, el perro no posee una naturaleza espiritual y no puede disfrutar de una experiencia espiritual. El perro puede tener una voluntad derivada de la naturaleza y acrecentada por el adiestramiento, pero este poder de la mente no es una fuerza espiritual, ni tampoco es comparable con la voluntad humana, porque no es reflexiva — no es el resultado de la discriminación de los significados superiores y morales, o de la elección de los valores espirituales y eternos. La posesión de estos poderes de discriminación espiritual y de elección de la verdad es lo que convierte al hombre mortal en un ser moral, en una criatura dotada de los atributos de la responsabilidad espiritual y del potencial de la supervivencia eterna». Jesús siguió explicando que la ausencia de estos poderes mentales en los animales es lo que hace imposible para siempre que el mundo animal pueda desarrollar un lenguaje en el tiempo, o experimentar algo equivalente a la supervivencia de la personalidad en la eternidad. Como consecuencia de la lección de este día, Ganid no creyó nunca más en la transmigración de las almas humanas a los cuerpos de los animales.» (LU 130:2.8)
Mientras que el balbuceo comienza alrededor de los cuatro meses, las primeras palabras suelen oírse alrededor de los ocho meses y, a veces, mucho más tarde, pero la adquisición de nuevas palabras es entonces un proceso terriblemente rápido.
¿Por qué entonces algunos padres, principalmente madres, creen percibir la personalidad de su propio hijo incluso antes de los cuatro meses antes mencionados (algunos dicen incluso desde la concepción)? En nuestra opinión, esto puede deberse a confusión verbal y uso tradicional.
Ellos (o más bien ellos) pueden sentir con precisión la identidad del niño, ya que esta identidad cambiante está contenida en los genes y, por tanto, presente desde el momento de la concepción; pero quizás haya también otra razón que ya hemos señalado en la primera parte. Un niño adquiere su entidad física en su nacimiento terrenal, pero, para propósitos de supervivencia, todos los niños sin un Ajustador se cuentan como todavía apegados a sus padres. (LU 49:6.12)
Por lo tanto, podría haber una “adombración” (anglicismo que significa prefigurar vagamente la personalidad de la madre que actúa como protección de la personalidad aún no funcional del niño. No es de extrañar que la relación especial que se desarrolló durante los nueve meses de gestación , influye en su percepción de algo que forma parte de ella misma.
«El libre albedrío relativo que caracteriza a la conciencia de sí mismo de la personalidad humana está implicado en:»
El libre albedrío relativo que caracteriza a la conciencia de sí mismo de la personalidad humana está implicado en: (LU 16:8.7)
La primera decisión moral, al menos en este planeta y desde Pentecostés, se toma generalmente alrededor de los 5 años. Sabemos que: La presencia del Ajustador aumenta la manifestación cualitativa de la personalidad. [LU 16:8.3]
Una vez más, si la decisión moral es una manifestación de la autoconciencia de la personalidad humana, debemos admitir que el pleno funcionamiento de la personalidad no puede sentirse mucho antes de la llegada del Ajustador del Pensamiento.
“2. Elección espiritual, discernimiento de la verdad. »
Por supuesto, podríamos admitir que la elección espiritual puede ser anterior a la llegada del Ajustador (e incluso en las civilizaciones primitivas es la causa de la llegada del Ajustador), pero la elección espiritual no lo es, ¿no está vinculada de alguna manera con la moral? ¿elección? ¿Qué puede ser el discernimiento de la verdad si no está vinculado de alguna manera a la elección espiritual?
“3. Amor desinteresado, servicio fraternal. »
Ambas cualidades requieren un sentido de elección moral. Amar a tu prójimo como a ti mismo (LU 131:2.11) debe completarse con: Si amas a tus compañeros es porque has descubierto su valor. (LU 100:4.3) Además, el servicio fraterno presupone un tipo de independencia difícilmente accesible a un niño muy pequeño.
“4. Cooperación intencional, lealtad grupal. »
Generalmente esto se entiende como parte de la educación que recibe un niño desde sus primeros días escolares y que se desarrolla en la sociedad bajo el término general de socialización. Sólo que aquí no se trata de una simple adaptación externa a las condiciones del grupo, sino de un sentimiento interno vinculado a lo que el libro llama gravedad de la personalidad.
“5. La percepción cósmica, la comprensión de los significados universales. »
Mi sensación es que, desde muy temprano, un niño adquiere un sentido de percepción cósmica. A veces se dice que el hombre queda espontánea y universalmente impresionado por la belleza de un campo salpicado de flores, de un arco iris, de una cascada, de la sonrisa de un niño, del brillo de una piedra preciosa y de un cielo tachonado de piedras preciosas. estrellas. Naturalmente, el niño no tiene un concepto desarrollado de lo que percibe como bello, pero siente que hay algo ahí que va mucho más allá de lo que puede captar. Esto no es muy diferente de la actitud de los adultos en la adoración. De hecho, probablemente denota contacto con el espíritu de adoración.
“6. Consagración de la personalidad, devoción a hacer con todo el corazón la voluntad del Padre. »
Esta consagración, esta devoción, debe partir de un sentimiento vago y llegar hasta la fusión, o incluso más allá. Recordemos que:
«El peregrino aterriza en el planeta receptor de Havona, en el mundo piloto del séptimo circuito, con una sola dotación de perfección, la perfección de propósito. El Padre Universal ha decretado: «Sed perfectos como yo soy perfecto»{2}. Ésta es la asombrosa orden-invitación transmitida a los hijos finitos de los mundos del espacio. La promulgación de este mandato ha puesto en movimiento a toda la creación en un esfuerzo cooperativo de los seres celestiales por ayudar a llevar a cabo el cumplimiento y la realización de este mandato extraordinario de la Gran Fuente-Centro Primera.» (LU 26:4.12)
Pero para demostrar una decisión incondicional de hacer la voluntad del Padre, ¿no se debe saber cuál es la voluntad del Padre? Hacer la voluntad del Padre ha sido el tema de muchas conferencias, si no el tema de TODAS las conferencias. Otros han abordado y abordarán este tema mucho mejor que yo y me gustaría simplemente darles algunas citas que me han llamado especialmente la atención.
«El Cuerpo de la Finalidad engloba, entre otros, a aquellos mortales del tiempo y del espacio que han alcanzado la perfección en todo lo que se refiere a la voluntad de Dios. Como criaturas, y dentro de los límites de la capacidad de las criaturas, conocen plena y verdaderamente a Dios. Habiendo encontrado así a Dios como Padre de todas las criaturas, estos finalitarios deberán empezar algún día la búsqueda del Padre superfinito. Pero esta búsqueda implica que hay que captar la naturaleza absonita de los atributos y del carácter últimos del Padre Paradisiaco. La eternidad revelará si esta consecución es posible, pero estamos convencidos de que incluso si los finalitarios logran captar este estado último de la divinidad, probablemente serán incapaces de alcanzar los niveles superúltimos de la Deidad absoluta.» (LU 10:8.7)
«La voluntad de Dios no prevalece de manera uniforme en el corazón de los mortales materiales que buscan a Dios, pero si se amplía el marco del tiempo más allá del momento presente hasta abarcar la totalidad de la primera vida, entonces la voluntad de Dios se hace cada vez más discernible en los frutos del espíritu producidos en la vida de los hijos de Dios guiados por el espíritu. Luego, si la vida humana se amplía aún más hasta incluir la experiencia morontial, se observa que la voluntad divina brilla de manera cada vez más intensa en los actos cada vez más espirituales de las criaturas del tiempo que han empezado a saborear las delicias divinas de experimentar la relación de la personalidad del hombre con la personalidad del Padre Universal.» (LU 12:7.7)
«Las llaves del reino{1} de los cielos son la sinceridad, más sinceridad y aún más sinceridad. Todos los hombres poseen estas llaves. Los hombres las utilizan —elevan su estado espiritual— mediante sus decisiones, más decisiones y aún más decisiones. La elección moral más elevada consiste en elegir el valor más elevado posible, y ésta siempre consiste —en cualquier esfera, y en todas ellas— en elegir hacer la voluntad de Dios. Si el hombre elige hacerla, es grande, aunque sea el ciudadano más humilde de Jerusem o incluso el mortal más insignificante de Urantia.» (LU 39:4.14)
«Cualquier mortal que ha visto a un Hijo Creador ha visto al Padre Universal{1}, y aquel que está habitado por un Ajustador divino está habitado por el Padre Paradisiaco. Todo mortal que sigue, consciente o inconscientemente, las directrices de su Ajustador interior, vive de acuerdo con la voluntad de Dios. La conciencia de la presencia del Ajustador es la conciencia de la presencia de Dios. La fusión eterna del Ajustador con el alma evolutiva del hombre es la experiencia objetiva de la unión eterna con Dios en calidad de asociado universal de la Deidad.» (LU 107:0.4)
«Hacer la voluntad de Dios es ni más ni menos que una manifestación de la buena voluntad de la criatura por compartir su vida interior con Dios —con el mismo Dios que ha hecho posible la vida de esa criatura con sus valores y significados interiores. Compartir es parecerse a Dios —es divino. Dios lo comparte todo con el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito, y éstos a su vez comparten todas las cosas con los Hijos divinos y las Hijas espirituales de los universos.» (LU 111:5.1)
«Este hecho de elegir la voluntad del Padre es el descubrimiento espiritual del Padre espíritu por parte del hombre mortal, aunque tenga que transcurrir una era antes de que el hijo creado pueda estar verdaderamente delante de la presencia real de Dios en el Paraíso. Esta elección no consiste tanto en la negación de la voluntad de la criatura —«Que no se haga mi voluntad sino la tuya»{1}— sino más bien en la afirmación categórica de la criatura: «Es mi voluntad que se haga tu voluntad». Si hace esta elección, el hijo que ha escogido a Dios encontrará tarde o temprano la unión interior (la fusión) con el fragmento de Dios que vive en él, mientras que este mismo hijo que se perfecciona encontrará la satisfacción suprema de la personalidad en la comunión adoradora entre la personalidad del hombre y la personalidad de su Hacedor, dos personalidades cuyos atributos creativos se han unido eternamente en una reciprocidad de expresión deseada —el nacimiento de una asociación eterna más entre la voluntad del hombre y la voluntad de Dios.» (LU 111:5.6)
«EN LA medida en que hacemos la voluntad de Dios en cualquier lugar del universo donde podamos tener nuestra existencia, el potencial todopoderoso del Supremo se manifiesta un paso más. La voluntad de Dios es el propósito de la Fuente-Centro Primera tal como se ha potencializado en los tres Absolutos, personalizado en el Hijo Eterno, unido para la actividad universal en el Espíritu Infinito, y eternizado en los arquetipos perpetuos del Paraíso. Y Dios Supremo se está convirtiendo en la manifestación finita más elevada de la voluntad total de Dios{0}.» (LU 117:0.1)
«Fue una conversación que duró hasta bien entrada la noche, en el transcurso de la cual el joven pidió a Jesús que le explicara la diferencia entre la voluntad de Dios y el acto mental humano de elegir, que también se llama voluntad. En sustancia, Jesús dijo: La voluntad de Dios es el camino de Dios, el asociarse con la elección de Dios frente a cualquier alternativa potencial. En consecuencia, hacer la voluntad de Dios es la experiencia progresiva de parecerse cada vez más a Dios, y Dios es la fuente y el destino de todo lo que es bueno, bello y verdadero. La voluntad del hombre es el camino del hombre, la suma y la sustancia de lo que el mortal escoge ser y hacer. La voluntad es la elección deliberada de un ser auto-consciente, que conduce a una decisión y a un comportamiento basados en una reflexión inteligente.» (LU 130:2.7)
«Ya no me basta con creer que Dios es el Padre de todo mi pueblo; en adelante creeré que es también mi Padre. Siempre trataré de adorar a Dios con la ayuda del Espíritu de la Verdad, que será mi auxiliador cuando haya llegado realmente a conocer a Dios. Pero ante todo voy a practicar el culto de Dios aprendiendo a hacer su voluntad en la Tierra, es decir, que voy a hacer todo lo posible por tratar a cada uno de mis compañeros mortales tal como yo pienso que a Dios le gustaría que lo tratara. Cuando vivimos de esta manera en la carne, podemos pedir muchas cosas a Dios, y él nos concederá el deseo de nuestro corazón para que estemos bien preparados para servir a nuestros semejantes. Todo este servicio afectuoso con los hijos de Dios aumenta nuestra capacidad para recibir y experimentar las alegrías del cielo, los placeres superiores del ministerio del espíritu del cielo»{15}. (LU 131:10.5)
«Cuando sois los súbditos de este reino, debéis oír en verdad la ley del Soberano Universal; pero cuando, a causa del evangelio del reino que he venido a proclamar, descubrís por la fe que sois hijos, ya no seguís considerándoos como criaturas sujetas a la ley de un rey todopoderoso, sino como los hijos privilegiados de un Padre amoroso y divino. En verdad, en verdad os digo que cuando la voluntad del Padre es vuestra ley, difícilmente estáis en el reino. Pero cuando la voluntad del Padre se convierte realmente en vuestra voluntad, entonces estáis de verdad en el reino, porque el reino se ha vuelto así una experiencia establecida en vosotros. Cuando la voluntad de Dios es vuestra ley, sois unos nobles súbditos esclavos; pero cuando creéis en este nuevo evangelio de filiación divina, la voluntad de mi Padre se convierte en vuestra voluntad, y sois elevados a la alta posición de los hijos libres de Dios, los hijos liberados del reino»{1}. (LU 141:2.2)
«El esfuerzo por conseguir la madurez necesita trabajo, y el trabajo requiere energía. ¿De dónde viene el poder para realizar todo esto?. Las cosas físicas se pueden dar por sentadas, pero el Maestro bien ha dicho que «No sólo de pan vive el hombre»{4}. Una vez que se posee un cuerpo normal y una salud razonablemente buena, debemos buscar a continuación aquellos atractivos que actuarán como estímulo para hacer surgir las fuerzas espirituales dormidas del hombre. Jesús nos ha enseñado que Dios vive en el hombre; entonces, ¿cómo podemos inducir al hombre a que libere estos poderes de la divinidad y de la infinidad que están ligados en su alma? ¿Cómo induciremos a los hombres a que dejen paso a Dios y Éste pueda brotar para refrescar nuestras propias almas mientras transita hacia el exterior, y luego sirva al propósito de iluminar, elevar y bendecir a otras innumerables almas? ¿De qué manera puedo despertar mejor estos poderes latentes para el bien que yace dormido en vuestra alma? De una cosa estoy seguro: la excitación emocional no es el estímulo espiritual ideal. La excitación no aumenta la energía; más bien agota las fuerzas de la mente y del cuerpo. ¿De dónde viene pues la energía para hacer estas grandes cosas? Observad a vuestro Maestro. En este mismo momento se encuentra allá en las colinas, llenándose de fuerza, mientras nosotros estamos aquí gastando energía. El secreto de todo este problema está envuelto en la comunión espiritual, en la adoración. Desde el punto de vista humano, se trata de combinar la meditación y la relajación. La meditación pone en contacto a la mente con el espíritu; la relajación determina la capacidad para la receptividad espiritual. Este intercambio de la debilidad por la fuerza, del temor por el valor, de la mente del yo por la voluntad de Dios, constituye la adoración. Al menos, el filósofo lo ve de esta manera.» (LU 160:3.1)
En conclusión y de forma provisional, cabe señalar que los reveladores no quisieron (o tal vez no pudieron) darnos detalles sobre el momento exacto de la concesión de la personalidad y debemos respetar esta omisión. Nosotros mismos hemos llegado a un rango muy amplio de funcionalidad de la personalidad entre un mínimo de 8 semanas y un máximo de 16 años, cifra esta última referida a la plena funcionalidad. Pero parece mucho más razonable dar crédito a quienes llevan los registros y reducir este rango entre el nacimiento y los 6 años, observando que los reveladores nos han dado muchas indicaciones sobre la forma funcional en que actúa esta personalidad.
Así que demos la última palabra al libro en sí:
«La paz en esta vida, la supervivencia en la muerte, la perfección en la próxima vida, el servicio en la eternidad —todo esto se logra desde ahora (en espíritu) cuando la personalidad de la criatura consiente— elige —someter su voluntad a la voluntad del Padre. El Padre ya ha elegido someter un fragmento de sí mismo a la voluntad de la personalidad de la criatura.» (LU 111:5.4)
«La suma total de la realización de la personalidad en un mundo material está contenida en la conquista sucesiva de los siete círculos psíquicos de potencialidad mortal. La entrada en el séptimo círculo señala el comienzo del verdadero funcionamiento de la personalidad humana. La culminación del primer círculo indica la madurez relativa del ser mortal. Aunque atravesar los siete círculos de crecimiento cósmico no equivale a la fusión con el Ajustador, el dominio de estos círculos revela que se han alcanzado las etapas preliminares para fusionar con el Ajustador.» (LU 110:6.1)
«El séptimo círculo. Los seres humanos entran en este nivel cuando desarrollan los poderes de la elección personal, la decisión individual, la responsabilidad moral y la capacidad para alcanzar la individualidad espiritual. Esto indica el funcionamiento unido de los siete espíritus ayudantes de la mente bajo la dirección del espíritu de la sabiduría, la inclusión de la criatura mortal en los circuitos de influencia del Espíritu Santo y, en Urantia, el funcionamiento inicial del Espíritu de la Verdad, junto con la recepción de un Ajustador del Pensamiento por parte de la mente mortal. La entrada en el séptimo círculo convierte a una criatura mortal en un verdadero ciudadano potencial del universo local.» (LU 110:6.13)
Esta es en verdad la personalidad tal como está incluida en el plan de resultados progresivos del Padre.
«1. El plan de consecución progresiva. Es el plan del Padre Universal para la ascensión por evolución, un programa aceptado sin reservas por el Hijo Eterno cuando estuvo de acuerdo con la propuesta del Padre: «Hagamos a las criaturas mortales a nuestra propia imagen»{4}. Esta disposición para elevar a las criaturas del tiempo implica que el Padre concede los Ajustadores del Pensamiento y dota a las criaturas materiales de las prerrogativas de la personalidad.» (LU 7:4.4)
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