© 2008 Antonio Moya, Carmelo Martínez, Andrés Pérez, Santiago Rodríguez
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Luz y Vida — Núm. 14 — Presentación | Luz y Vida — Núm. 14 — Septiembre 2008 — Índice | Oración para todas las noches |
De varios autores
Participantes:
Antonio: he aquí una buena duda: «Las causas universales (o del universo) no pueden ser inferiores a los efectos universales (o del universo)» (LU 3:6.3)
¿Por qué un efecto no puede ser superior a su causa? Me lo explique, por fa. Uno es un poco torpe, y no acaba de vislumbrar buenos ejemplos de esta afirmación. Me gustan los ejemplos para niños de babero, pues si no, sigo sin captar nada. ¿Alguien tendría la bondad de hacer un poco de luz en mi dura cabeza? Gracias de antemano.
«Todos los efectos están precedidos por unas causas definidas» (LU 86:2.5)
«No se pueden obtener efectos sin causas» (LU 102:7.3)
Carmelo: Las preguntas de Antonio… como siempre, agudas, profundas y difíciles de contestar.
Voy a intentar hacerlo reflexionando en vOz alta, y utilizando para ello el método de la proposición contraria, en este caso, buscar un efecto que sea mayor que su causa, si es que lo hay.
Por ejemplo, un enorme alud de nieve. Aparentemente lo provoca cualquier pequeña variación de su estabilidad: una piedra que rueda, una rama que se rompe… Bueno, pues ya tenemos un efecto mucho mayor que su causa… aparentemente. Pero la verdadera causa del alud no es la pequeña variación, sino el enorme peso de la nieve, o sea, la fuerza de la gravedad; la piedrita sólo es el detonante, no la verdadera causa. No habría alud si no hubiera una fuerza suficientemente grande que pudiera mover toda la masa de nieve.
Yo interpreto la cadena causa-efecto pensando que no se puede dar lo que no se tiene. Si remontamos desde el efecto final hacia su causa inmediata, y luego a la causa de la causa, y así hasta llegar a la causa primera, cada efecto obtendrá como mucho lo que tiene su causa y no más. Por lo tanto ningún efecto tendrá más (de lo que sea que tenga) que lo que tiene su causa.
En la ingeniería este fenómeno se mide por lo que se llama «rendimiento». Un motor, por ejemplo, no entrega toda la energía que consume; hay siempre un rendimiento menor que uno. Lo máximo que se puede pretender es que el rendimiento sea uno (algo irrealizable en la práctica); desde luego, un rendimiento mayor que uno es inherentemente imposible.
Y aprovecho para meter una «cuña». A la ciencia materialista no le cuesta aceptar que «no se pueden tener efectos sin causas» y que remontando en la cadena se llega a una causa primera. Lo que el materialismo niega es que esta causa primera sea lo que nosotros llamamos Primera Fuente y Centro. Yo, que he sido materialista, y que en muchos aspectos lo sigo siendo, entiendo que es natural y hasta saludable que la existencia de Dios sea indemostrable. La fe es la base de la (verdadera) religión, y la verdadera religión, la relación personal con el Padre, es la base del crecimiento espiritual (y del vivir de acción que eso supone) que es lo que nos llevará hasta Él. Santi escribió un excelente artículo sobre esto.
Antonio: Vayamos pues al meollo de la cuestión. Desde un punto de vista simplemente racional, lógico y humano, e incluso filosófico, (pero no religioso, y mucho menos según el L.d.U.), el Universo ¿es una causa, o es un efecto? ¿Por qué? Desmenúcemelo por favor.
Carmelo: Menuda cuestión que nos suelta Antonio. Le he dado vueltas y no estoy seguro. Tampoco recuerdo que en la poca filosofía que he leído se trate el tema. Así que voy a soltar mis reflexiones personales.
Desde el punto de vista de sus componentes, el universo me parece una inmensidad de cadenas causa-efecto, dado que los propios efectos son a su vez causas de otros efectos, o lo que es lo mismo, que las causas son a su vez efectos de otras causas.
En una concepción materialista y desde el punto de vista global, o sea, viendo al universo como un todo, no es ni causa ni efecto. O al menos eso me parecería a mí. Existe y punto. Para considerarlo un efecto hay que suponer necesariamente una causa anterior, causa primera o causa sin causa, como queramos llamarla. Y además, esta causa debe ser exterior al propio universo. No veo cómo el universo visto como un todo podría considerarse una causa; ¿causa de qué?
Planteándolo de una forma un poco diferente, desde el punto de vista de la razón para que el universo sea un efecto tiene que haber una causa que no sea el propio universo. Para que el universo sea una causa, tiene que haber un efecto que no sea el propio universo. No es irracional considerar que el universo no tiene causa y no es en si mismo causa de nada. Vamos, que no es ni causa ni efecto, que existe y nada más.
Me ha sorprendido la pregunta y no sé si la he entendido bien. ¿Qué es lo que ronda por tu cabeza, Antonio?
Antonio: Lo que ronda por mi cabeza es muy sencillo: El L.d.U. afirma que el universo es un efecto. Y yo sólo quería saber si se puede probar con nuestro razonamiento, o mediante el método que sea, pero sin tener en cuenta lo que dice la revelación o la religión, si el universo es, según nosotros, una causa o un efecto. ¿Qué nos parece a nosotros, independientemente de lo que diga la religión? A ver si podemos hacer coincidir una cosa y otra, pero por métodos diferentes. Voilà tout!
Santiago: La ciencia oficial «se pone nerviosa» cuando tiene que trabajar con infinitos. En nuestro universo observable todo parece ser causa y/o consecuencia de algo. La ciencia parece admitir que ni el tiempo ni el espacio son infinitos, sino que tienen un límite e incluso le pone coto (el big bang) en el tiempo.
La ciencia parece tener claro que nada se crea ni se destruye, sólo se transforma. Si el cosmos es finito (en el tiempo y/o en el espacio), parece lógico deducir que tuvo que haber un primer acontecimiento, como causante de todo. Como la ciencia no quiere ni plantearse que ese primer acontecimiento fuera una voluntad, tiene que ser algo físico, pero muerto. Esto le lleva irremediablemente a tener que vérselas con infinitos de energía y otros, que sabe que no son lógicos, y acaba diciendo que posiblemente no sepa suficiente para explicar.
A mí me parece lógico pensar que, si esto es así, tuvo que haber una primera causa, que la ciencia no puede admitir que fuera infinita. Yo no veo la posibilidad de sucesos que no sean causa y/o consecuencia de algo (o alguien).
Carmelo: No creo que se pueda probar que el universo sea efecto de nada (ni causa de nada), ni por el razonamiento ni por ningún otro método. Tengo la impresión, aunque ya no sigo tan de cerca la evolución de la ciencia, que ésta ha adoptado un postura neutra al respecto; esto es, afirmar que no puede demostrar si el universo tiene una causa (finita o infinita) y que de hecho da igual, que se puede seguir el desarrollo científico suponiendo que el universo existe sin más.
No creo que se pueda encontrar un razonamiento incontestable al respecto. En fin, que el asunto es pura cuestión de fe y de «intuición».
Andrés: Yo creo que la causa nunca puede ser mayor que el efecto, sobre todo con nuestro sistema tan primario que estamos constituidos, pues si así fuese el temor seria mucho mas influyente en nosotros, o sea que estaríamos mas «acojonados» que lo que ya estamos, por eso el efecto tiene que ser menor que la causa, con el objeto que podamos corregir esa diferencia, y así podamos entender que hay una solución a cualquier dificultad y aprender de los errores.
El intentar comprender los pensamientos de Dios, para nosotros los mortales es un efecto, pues la causa no creo que hoy por hoy la podamos comprender. Pero supongamos una hipótesis. Todos creemos que Dios es AMOR, puro Amor, según mi concepto del amor, uno no puede estar solo pues si no hacia quién desarrollas entonces ese sentimiento. Dios en el principio del «principio» tuvo un pensamiento y lo desarrolló a través de todos los seres creados hasta llegar a nosotros y a los animales así como las plantas, con el propósito de estar entretenido y entretenernos «eternamente». No encuentro hoy por hoy otra causa.
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