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Soy de Madrid, pero desde hace ya 3 años vivo en Murcia y la verdad es que estoy encantada con el cambio. He pasado de vivir en una gran ciudad a un pequeño pueblo de pescadores. Este cambio me ha aportado mucha paz y tranquilidad.
Estoy casada y tengo 3 preciosos hijos, que son mi vida. Estudié trabajo social, aunque en estos momentos no estoy ejerciendo mi profesión ya que me dedico a cuidar a mis hijos y a hacer algunos trabajos en radio para colaborar con la difusión de las enseñanzas que he adquirido con la lectura de El Libro de Urantia, y ambas cosas me aportan mucha felicidad.
Lo cierto es que la primera vez que encontré buscando por internet una referencia a El Libro de Urantia no le presté atención. En ese momento, ojeando un poco por encima lo que decían de él los comentarios que leí, pensé que se trataba de un libro muy fantástico y no me detuve a investigar más. Años después, cuando me encontraba en una época de mi vida muy complicada, sentía que me ahogaba, no era capaz de encontrar la salida a la situación en la que me encontraba y de pronto, un día me vino a la mente sin más el libro que había estado ojeando hacia años. Lo busqué de nuevo y automáticamente comencé a leerlo online
Estoy convencida que El Libro de Urantia me llegó en el momento en que más lo necesitaba.
Al principio mi primera reacción al comenzar a leer el prólogo fue un poco de frustración, ya que veía qué toda esa información me superaba, no me sentía capaz intelectualmente de comprenderlo. Pero no me rendí, continúe avanzando y poco a poco esa sensación de frustración inicial se fue disipando, dando paso a una gran sensación de asombro y cierto nerviosismo al darme cuenta de que realmente el libro no podía haber sido escrito por seres humanos.
En mi caso ocurrió bastante rápido; fue leyendo la primera parte, cuando nos habla de las facetas de Dios. Sentí en mi interior que todo lo que estaba descubriendo con la lectura era cierto y que tenía entre manos una información privilegiada que describía una realidad que no había podido ni imaginar hasta ese momento.
El Libro de Urantia ha cambiado mi vida en muchísimos aspectos. Perdí el miedo a la muerte ¡y a la vida también! Veo las cosas de otra manera y soy capaz de afrontar las dificultades de la vida con más fortaleza.
¡Ha cambiado completamente! Antes de descubrir El Libro de Urantia, aunque era una persona inquieta espiritualmente hablando y buscadora, no tenía una idea clara sobre Dios, incluso dudaba de su existencia. Ahora sé que el Padre existe y que una parte de él está en mí y en cada uno de nosotros.
El único punto de la revelación que a mí me cuesta un poco aceptar es el que nos dice que los animales no tienen alma. Cuando se convive con animales, se les quiere tanto que cuesta aceptar que no nos vayan a acompañar después de la muerte.
Descubrir la inmensa creación de la que formamos parte y el plan tan perfecto que existe para nuestra evolución. Saber que hay tantísimos seres que trabajan para ayudarnos a evolucionar como individuos y como planeta, y ser consciente de que un pedazo del Padre está dentro de cada uno de nosotros para ayudarnos en toda esta maravillosa aventura.
En definitiva, ¡saber que no estamos solos!
Para mí hacer la voluntad del Padre es ponerse en sus manos, intentar dejarnos guiar en nuestro día a día y en todas las decisiones que tomamos por nuestro Ajustador del Pensamiento. Pero ponernos en sus manos y dejar que sea el Ajustador quien dirija nuestro rumbo, no como un acto de renuncia a tomar nuestras propias decisiones, sino porque es nuestra voluntad que se haga su voluntad.
En un par de ocasiones creo que sí he llegado a percibir la presencia de mi Ajustador. Lo he sentido en forma de ideas o algún pensamiento más elevado que pienso que no procedía de mí. Pero ha sido escasamente en un par de ocasiones.
Intento cada día poner en práctica las enseñanzas del Maestro; poder aplicarlo a la práctica del día a día no es fácil y lleva su tiempo. A mí ir poniendo en práctica poco a poco alguna de sus enseñanzas me aporta paz y felicidad.
No creo que haya ningún misterio en que algunas personas lo leamos y otras no, creo que depende más del grado de inquietud espiritual y necesidad de encontrar la verdad de cada uno de nosotros.
El Libro de Urantia para mí es un regalo que nos han entregado, para que obtengamos una visión más ampliada de la realidad que nos rodea y de la que formamos parte. A mí me cambió totalmente mi forma de entender la vida, me dio respuesta a muchísimas de las preguntas que me había hecho a lo largo de mi vida y me ha aportado mucha paz, fortaleza y felicidad.