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Camino del Paraíso (poema) | Luz y Vida — Núm. 19 — Diciembre 2009 — Índice | Noticias de la Asociación Urantia de España |
De varios autores
Participantes:
Amigos, ¿alguien se atreve a explicarme qué es lo absonito?
Sí ya sé, el nivel intermedio entre lo absoluto y lo finito. Pero me pierdo. Todas las potencialidades finitas se agotarán cuando los siete superuniversos culminen su evolución, se establezcan en luz y vida y surja el Ser Supremo. Después quedan las potencialidades absonitas y los universos del espacio exterior. Pero ¿qué son el espacio y el tiempo trascendidos? ¿Cómo serán esos universos no finitos sino absonitos? ¿Cómo será la vida en ellos? No me lo imagino. No consigo entender algo que trasciende al tiempo y al espacio. Los universos exteriores están ahí en una posición concreta del espacio normal no trascendido, a una distancia concreta de nosotros. Evolucionan siguiendo el tiempo de toda la vida, nuestro tiempo no trascendido ¿¿O no?
Queridos amigos: copiando la frase de Carmelo, me gustaría preguntar: ¿Alguien se atreve a explicarme qué es la morontia? Porque es que no me la imagino…
¿Quién puede imaginar, o hacerse una idea por pequeña que sea, de algo que no forma parte de lo experimentable, de nuestra experiencia?
Estoy releyendo los primeros Documentos del LU. ¿Alguien puede hacerse una idea de cómo es el nivel existencial? ¿Alguien puede explicarme qué es, o cómo es, lo infinito? ¿Alguien puede vislumbrar siquiera qué es una existencia eterna como la de los Dioses? ¿Alguien puede decirme qué es o cómo es lo absoluto?
Me temo, querido Carmelo, que esos conceptos no son más que eso, conceptos. Sirven para relacionar unas cosas con otras y para que sepamos que hay mucho más que el nivel finito que conocemos. Para saber por dónde empiezan las cosas, por dónde discurren, y por dónde terminan. Pero en cuanto a hacerse una idea, a tener un vislumbre, a mi juicio es imposible, porque (me repito) NO FORMA PARTE de lo experimentable a nuestro nivel. Y todo lo que no forme parte de nuestra realidad, no podemos imaginarlo siquiera.
Pero no somos los únicos. Los habitantes de Havona NO podían hacerse ni la menor zorra idea de cómo sería un mortal ascendente, un individuo imperfecto, evolutivo, hasta que no llegó el primero de ellos a Havona, el abuelo Grandfanda. Y eso que los havonianos son perfectos y tendrán mil y un medios más potentes que los nuestros para especular e imaginar. Pues nada, ni siquiera así pudieron hacerse una «ideilla» de cómo seríamos nosotros.
Querido Carmelo, aquello que aún no se ha manifestado (para nosotros) es una carta que tiene en la manga la Deidad. Para que no nos aburramos, y siempre estemos descubriendo algo nuevo. No se lo revela a nadie, y es, por tanto, impensable, inimaginable. Como lo absonito AÚN no forma parte de nuestra experiencia, NO podemos imaginarlo o hacernos una idea mental. De hecho, tampoco soy capaz de imaginarme la morontia, y está ahí al lado. ¡Cuánto menos lo absonito!
Querido Antonio: la argumentación de que nos es inconcebible porque está fuera de nuestra experiencia me ha convencido; y el ejemplo de los habitantes de Havona me ha barrido toda sombra de duda. Y lo de la carta en la manga de la Deidad para que no nos aburramos me llena de ilusión y esperanza en el futuro. Me resigno alegremente y esperaré a que pase.
En lo que ya no estoy tan de acuerdo es en lo de lo moroncial. Ciertamente, hay una parte de las características y actividades moronciales que están fuera de nuestra experiencia y por lo tanto nos resultan inconcebibles, pero otras son claramente continuación de esta vida y en consecuencia nos las podemos imaginar. Por ejemplo, comer. En la moroncia se come; no se descome, pero sí se come. ¿Quién dice que no organizaremos cenas de celebración? El cuerpo moroncial es como el material: ojos, manos piernas, etc. Los sentidos moronciales son más agudos, pero me puedo imaginar el placer de requetecontemplar con la visión moroncial un hermoso y negro cielo estrellado plagado de estrellas de colores. Cierto, hay otros sentidos que no corresponden con los del cuerpo material; esos, tendremos que esperar para saber qué son. También puedo imaginar las relaciones con las personas, por ejemplo con vosotros cuando nos veamos allí. O la banda de música que le estará esperando a Eduardo cuando despierte como reconocimiento de todo lo que ha tenido que pasar aquí abajo.
Hablando del despertar; tiene que ser la leche. Os imagináis: acabáis de cerrar los ojos y seguido los abrís en un sitio acojonante, rodeado de seres brillantes que te conocen de toda la vida, que han estado contigo siempre y que contemplas por primera vez. Después de tantos años creyendo por fe, ahora estás allí; ahora vives en el primer mundo mansión. Lo ves con tus propios ojos. Supongo que seguirá haciendo falta la fe, pero para nosotros, los urantianos, aquello será coser y cantar comparado con lo que es aquí.
Yo imagino muchas cosas de los mundos moronciales; claro, todas ellas son continuación y ampliación de las cosas de aquí.
Ahí va mi punto de vista, espero no sea un ladrillo, pero hoy por hoy es todo lo que vislumbro…
Cierto que lo que no podemos experimentar es difícilmente entendible, pero siempre podemos «hacernos una idea» que seguro estará lejos de la realidad, pero que no podamos tener experiencia de algo no quiere decir que no podamos comprenderlo en alguna medida.
Si no nos pudiéramos acercar a esos conceptos en alguna medida, no nos los presentarían. Si están es porque algo podremos «entender de ellos».
Yo trataré de hacer un bosquejo de lo que yo interpreto sobre estos conceptos. Permitidme empezar con una analogía cotidiana:
Nos resulta fácil (porque lo hacemos habitualmente) el hecho de representar en dos dimensiones (dibujar en un trozo de papel) figuras 0 conceptos tridimensionales (figuras con volumen), bidimensionales (planos) o puntos y líneas (monodimensionales) Podríamos decir que cuando dibujamos una «esfera» o un «cubo» en un papel, lo que hacemos es «proyectar» esa forma tridimensional en líneas que a nuestro cerebro le resultará relativamente fácil visualizar de nuevo como si fuera una forma con volumen, aunque en realidad estemos viendo una figura plana.
Es decir, como la herramienta de la que disponemos para dibujar y representar es plana (un papel y lápiz), sacrificamos parte de la información de la figura tridimensional, que nuestra propia mente luego representa, pero en realidad en el papel no podemos dibujar figuras con volumen, sólo las podemos representar.
Ahora pensemos en unos hipotéticos seres que viven sobre una enorme sábana (plano), que tiene arrugas y que estos seres son planos. Todas sus expectativas son las de visualizar cosas en su mundo plano.
Si hiciéramos atravesar una pelota en su mundo plano, los habitantes de ese lugar de repente verían aparecer un punto, que crecería para irse convirtiendo en un círculo cada vez más grande para luego comenzar a menguar hasta llegar a desaparecer.
Con esto tendríamos que un fenómeno tridimensional, la pelota que «atraviesa» el plano de existencia de estos seres planos, y ellos que experimentan una visión diferente y por supuesto parcial del fenómeno: sólo lo que está a su alcance como seres planos.
Por cierto, si hubiera seres unidimensionales en ese plano, «verían» aparecer un punto que se transforma en una línea que crece y mengua de nuevo para llegar a ser un punto y desaparecer de nuevo.
Si estos seres fueran inteligentes, podrían deducir cosas de su experiencia bidimensional, y seguro que conjeturarían cosas más o menos acertadas de la experiencia.
Ahora hemos de seguir un paralelismo, pero con un salto más, es como si pasáramos del «espacio» (volumen), al «plano» y de éste, a la «línea».
El Padre Universal (y el resto de los Absolutos) son absolutos, todo lo ocupan y en todo están. En la aventura de crear un ser finito y limitado, no tuvieron más remedio que «proyectar la infinitud», pero la infinitud es tan grande y compleja que la primera proyección, la primera «atenuación» de la Absolutez, dio origen a lo Absonito, y en este marco crearon/existenciaron seres, cosas y conceptos. Y la siguiente atenuación de la (Infinitud - Absonidad) fue el marco FINITO, el marco espacio temporal que nos es familiar.
Las limitaciones de lo finito las apreciamos, tenemos unos tamaños determinados, ocupamos un espacio (estamos limitados por el espacio), y estamos condicionados al tiempo. No podemos ser infinitamente rápidos, tenemos limitada la velocidad y por consiguiente necesitamos un tiempo para poder desplazarnos por el espacio.
Cuando hablabas de universos absonitos y no finitos, me parece que contrapones el hecho de ser absonito al hecho de ser finito.
Yo entiendo que lo «finito» está contenido irremediablemente en lo Absonito, éstos dos son una porción de lo Absoluto. Por eso «veo» los universos del espacio exterior como universos finitos, pero que (digamos son las zonas del mundo plano, por donde pasan cosas del mundo tridimensional), es decir contemplaremos fenómenos que son de origen Absonito, aunque si aún somos «finitos» (planos) sólo vislumbraremos el círculo que se expande, para ver la «pelota» en ese mundo, deberemos haber conseguido un grado de absonitud.
Pero desde luego considero que lo «finito» no es más que una región de lo «absonito» al igual que estos dos lo son de lo «absoluto» (volumen, plano, línea)
Lo que sí es cierto, como dice Antonio, es que si no tenemos experiencias de esta índole, difícilmente se nos puede ocurrir pensar en fenómenos que sean de naturaleza absonita.
La evolución de estos universos será en un nivel finito (espacio - temporal) como lo que nos es familiar, al margen de esos otros fenómenos que puedan proyectarse del nivel absonito de existencia.
Sobre lo de «trascender» el tiempo y el espacio, ahí va mi visión:
Trascender el espacio, yo lo interpreto como poder realizar algo en el nivel espacial, sin que éste mismo espacio me condicione poco o nada.
Por ejemplo: imaginad que tenemos «7» (es un número como otro cualquiera) millones de Km. de fibra óptica. Sujetamos ambos extremos, uno con cada mano, aplicamos una luz en un extremo y lo vemos en el otro. La luz ha recorrido esa distancia y aparece por el otro lado. Si fuéramos seres para los que nuestro marco de existencia estuviera limitado al interior de la fibra óptica, diríamos que la distancia entre los dos puntos es de 7 millones de km. Si somos seres que trascendemos ese marco espacial (somos los que sujetamos el cable), si nos interesara podríamos considerar -además de la primera opción- que la distancia entre los dos puntos es de un palmo (20 cm.)
De alguna manera hemos trascendido el espacio, es decir, «operamos» o trabajamos fuera de ese espacio (los seres absonitos trabajan fuera de nuestro marco espacio-temporal, por lo que decimos que «transcienden» ese espaciotiempo).
Trascender el tiempo, sólo soy capaz de visualizarlo con una especie de aproximación a un fenómeno: igualmente interpreto que trascender el tiempo significa poder hacer cosas en las que el tiempo no influye, esto para un ser finito (yo) me resulta extraño y difícil de abstraer, por lo que acudo al siguiente símil:
Por ejemplo, imaginemos que un serafín (también un ser intermedio) puede desplazarse a la velocidad de la luz en la superficie de nuestro planeta, lo que le permitiría dar varias vueltas a la Tierra en 1 segundo. Evidentemente no podemos decir que trascienden ni el tiempo ni el espacio. Están condicionados a ambos, pero a efectos prácticos y en el marco de existencia de nuestro planeta, en una fracción de segundo pueden estar en las antípodas de su situación actual, y volver al mismo sitio antes de que parpadees, esa velocidad les permite casi trascender al espacio y al tiempo en lo que a sus desplazamientos se refiere. Podríamos vislumbrar que para ellos el tiempo de ir y volver no cuenta (es tan pequeño…) Para nuestros fenómenos personales, ese intervalo de tiempo es tan insignificante que desde nuestro punto de vista podríamos suponer que en sus desplazamientos, trascienden el tiempo ( y también el espacio)
Tampoco «es manco» tu punto de vista, Santi, pero efectivamente lo que no es de nuestra experiencia nos es inimaginable. Tenemos que hacer semejanzas y paralelismos con otros fenómenos que conocemos, como haces tú. Pero están muy bien pues permiten, no ya imaginar, pero sí pensar en las características de esos estados. Lo de los extremos de la fibra óptica de 7 km. que están a unos pocos centímetros es definitivo.
Gracias, Santi, me sirve lo que dices. De acuerdo, lo finito es un «subjuego» de lo absonito, como esto lo es de lo absoluto. Ideas claras; las que a mí me gustan. Y de acuerdo también, los universos están y estarán en el espacio «normal», y evolucionan y evolucionarán en el tiempo «normal».
Son los seres absonitos los que trascienden el tiempo y el espacio, pero las cosas siguen en ese marco espaciotemporal. Lo de la fibra óptica es definitivo para entenderlo (que no imaginarlo)
Por cierto, yo había entendido que cuando seamos finalitarios y actuemos en los universos del espacio exterior, seremos absonitos O al menos funcionaremos como tales, ¿estoy equivocado? Y que los seres que los habiten también serán así, ¿¿O no?
En las páginas 347 y 348 deja claro que el destino actual (más frecuente) del Cuerpo de la Finalidad es el servicio en la administración de los mundos establecidos en luz y vida, (es parte de la capacitación), pero el destino final que será concurrente con la aparición del Supremo (convertirse en espíritus de la séptima etapa) es completamente desconocido.
Yo interpreto que los seres que «nazcan» en los universos del espacio exterior no serán absonitos de entrada. Serán igual que nosotros y de acorde al lugar de nacimiento: FINITOS, aunque estarán sometidos a nuevas experiencias y circunstancias adicionales de las que nosotros hemos experimentado, puesto que todo lo posible que le ocurra a seres finitos ya se habrá realizado (el Supremo estará completado) Las «cosas nuevas» que les sucedan tendrán que ver con experiencias/fenómenos absonitos que se «materializarán en esos lugares», que ocurrirán allí, y los seres autóctonos tendrán la correspondiente experiencia (reflejo o proyectada) de acciones absonitas en un marco finito.
Con el tiempo irá aconteciendo todo lo posible en el marco absonito y se irá proyectando en el marco finito, hasta que toda la posibilidad de acontecimientos/experiencias que no dejan de ser evolutivas, esté completa, con lo que aparecerá el Último…
Los Finalistas habrán tenido contacto y comprendido a seres absonitos (Trascendentales), pero no tengo claro que haya una migración de características y paso de la existencia proveniente de lo finito a algo que siempre ha trascendido el tiempo y el espacio (lo Absonito) Entiendo que el logro de lo absonito tiene más que ver con la posibilidad de trabajar en ese escenario directamente o a través de seres que sí pueden hacerlo libremente. Es decir: tenerlo en consideración, contar con ello.
Pero merece la pena ver si en algún sitio dice que un finalista se convierte en un ser absonito.
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